16 de junio de 2016. Jueves.
BARBARIE
-Ayer, en Las Palmas de Gran Canaria, hizo frío; un
frío molesto, cansino, casi cariacontecido. Sabía que no debía estar donde
estaba. Era un frío apenado, contrito. Sin embargo, había gente en la playa. Y
se divertía tomando el frío. Se puede divertir alguien o tomando el frío o
tomando un canapé; pero no en la playa, duele. El frío se toma en casa ante una
gran fogata o ante un canapé, pero no en la playa donde da qué hablar. Entretanto,
ahí están con el Brexit los ingleses y la policía con el acto sacrílego en la
Universidad Autónoma de Madrid. Los Brexit quieren salirse de Europa; los
sacrílegos quieren echar de la Universidad a los que dicen creer. ¿Y por qué?
Está bien que alguien se vaya de un sitio porque quiere; la libertad es eso:
estoy donde quiero y como quiero, me largo de aquí o quedo allí. ¿Pero echar a
alguien de un sitio donde está, incluso sin hacer ruido? No lo entiendo. A no
ser que se trate de un odio que se mastica y se come desde la incultura, o
desde la barbarie. Y en la Universidad. Ante este hecho, una viñeta. Definitoria.
Debajo de unas cruces, la leyenda «Educación laica, aborto libre…»; y dos
ratitas se dicen: «Es curioso. Si miras con detenimiento la pared, lo único que
hay es un vía crucis». Eso es, Diario, un vía crucis (20:44:28).