22 de noviembre de 2016. Martes.
HE OÍDO LLOVER
Día de penumbras, en Murcia. F: FotVi |
-Y hoy, al despertar, creí oír música en las alturas,
oía llover. Hoy, día de santa Cecilia, patrona (o señora) de la música. O
doncella musical. ¡He oído llover! El cielo ha llovido la música del agua, para
el pentagrama de los campos, para sus agotadas fauces, para sus paroxismos de
sequía. Decía Claudio Rodríguez -ya lo he citado otras veces- que la claridad
viene del cielo, y el agua, y el sol, y el rocío, y las auroras boreales, y la
vida. Y la tormenta, y el huracán, y el tornado. De la tierra, sin embargo, sube
la fe, la esperanza, las raíces que claman para poder ser humedecidas, para
sentir la euforia de ser mojadas. Del cielo bajan las estrellas. Y de la tierra
sube su reflejo. Parecía que iba a llover. Pero la lluvia se ha ido con la música
a otra parte, y ha sido lluvia allí donde siempre se da, donde es abundancia,
donde, quizá, no la necesiten. Hoy, en Murcia, ha amanecido un día gris y de
penumbras, de soledades, donde la tierra ha soñado ser tierra regada, tierra
amada, para, al fin, ser sólo, Diario, tierra desengañada, escéptica, llorosa;
una vez más, tierra dolorida (18:11:26).