18 de marzo de 2021. Jueves.
MONSTRUOSOS INSECTOS
MONSTRUOSOS INSECTOS
-Se me ha caído una moneda muy valiosa en un cenagal, ¿habrá alguien tan
desprendido que me ayude a cogerla sin mancharme, ni mancharse? Hay toda clase
de bichos sórdidos en esta ciénaga. Gruñen, muerden y huelen a maldición, y no me
imagino lo que dirían si pudieran hablar. Me ha pasado. Parecido a lo que le
ocurrió a Gregor Samsa. Del que cuenta Franz Kafka que, «después de un sueño
intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto». A
mí me ha ocurrido que, después de un sueño perturbador, me he despertado
rodeado de «monstruosos insectos». El Congreso aprueba hoy la ley de la eutanasia,
sin debate social. Se invita a los médicos que den muerte sin más a quien se lo
pida, consciente o inconscientemente, o sin petición, con sólo sospecha de que
lo pusiera haber podido solicitar. Un monstruoso y mal oliente insecto.
¡Desinfectante, por favor, que me atacan los malos insectos del progresismo
inhumano! ¿Dónde está el antiséptico de la bioética? ¿Y la moral? Y en
Murcia-Herzegovina –como es llamada en el mundo de la guasa y la chirigota–, en
el pleno de la moción de censura, se han oído estas perlas lingüísticas. («No
miréis, niños, es solo para mayores con sentido de la dignidad»). «¡Corruptos, chorizos,
mafiosos…!» «¡Y tú, más!», decían unos; «¡y tú, más!», contestaban los otros. Más insectos. No
nos queda, Diario, más que mirar al cielo y pedir que Dios llueva su justicia, para
que la justicia y la paz se hallen en el camino de la política y se besen, y, con la humilde y asombrada ciudadanía malherida, aplaudan
de alegría los montes y collados, y florezcan en los valles los trigales (18:08:37)