12 de marzo de 2021. Viernes.
PALOMAS CON ESCOPETAS
PALOMAS CON ESCOPETAS
-Imaginad. Suponed que os digo, con seriedad de piano de cola, que he
visto palomas con escopetas disparando a todo aquel viandante que se cruzara en
su camino. Palomas cazando a cazadores. Palomas que echaban humo, y rabia. Es
una imagen; sólo. Las palomas son los políticos. Los viandantes, la democracia.
Sánchez –el petulante– y demás políticos, con Iglesias, y su moño de hebra fina,
a la cabeza, están dando estocadas a la democracia, la están derribando, como
los talibanes derribaban viejas estatuas –arte arcaico– de sus pedestales. La
democracia, ese delicado y frágil, y hermoso modo, casi perfecto, de convivir. La
deslealtad y el juego sucio, que vendimian en el horror, pisotean los ideales y
sueños de los ciudadanos: como a la uva en el lagar, triturada, hecha hollejo,
y sin vino. En esta cacharrería que es la política en España, el cuchillo y el
tenedor son los utensilios más valorados, los que clavan y cortan la carnaza,
los que van arrebatando trozos a la libertad y al bienestar social, a la
convivencia digna y pacífica, a la prosperidad. Mientras políticos fracasados y
tóxicos luchan por ver quién es más trilero, más oportunista, mas pícaro, más buscón,
los poderes económicos dicen, alarmados, que: «Juegan con el hambre de España».
Los aliados PP y Cs, que parecían amigos, resulta que vivían en la ficción: se
daban de cuchilladas, y la calle, con infinita tristeza, se hastiaba. «La economía
se queja», dice la prensa; y la ética y la moral, y el bien común, y la
convivencia. San Pablo, que leía el futuro –inspirado–, en la Carta a los
Romanos dice: «Os ruego que vigiléis a los que causan divisiones y escándalos
[…], y os apartéis de ellos». Dios habla, Diario, y yo lo escucho, y le
obedezco (13:32:58).
Bella y justa descripción del contingente bazar político, jamás imaginado. ¿Dónde quedó aparcada la voluntad de servir, la mirada y preocupación por el bien común, la generosidad en el trabajo, las promesas hechas a millones de fieles españoles que nos las prometíamos muy felices? Mi voto en un pozo. Chatarrería de cuchillo y tenedor, como muy bien dices, amigo Vicente.
ResponderEliminarEscribo lo que pienso, José María, y me duele que en estas circunstancias de dolor y desastre económico y social, cuando tantas personas en hospitales y en Centros de Caridad, Cáritas por ejemplo, están dando sus vidas por los demás, que estos payasos de la política se pongan a repartirse prebendas, como el que juega a las cartas. Como tú bien dices: jamás me imaginé una cosa así. Tu voto, y el mío, y el de tantas buenas gentes, en el pozo del egoísmo. Un fuerte abrazo, amigo.
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