7 de febrero de 2024. Miércoles.
ESPERANDO EL FINAL
ESPERANDO EL FINAL
Aves migratorias, llenando el cielo. Murcia. |
-Me dice un compañero, Enrique, que esta mañana ha visto cruzar el cielo una formación de aves en flecha: en V. No las he fotografiado, me hubiera gustado. Pudieran haber sido gansos o patos: aves que viven cerca del agua. La formación en V les permite reducir la resistencia del aire y ahorrar energía en desplazamientos largos, y darse calor; como una familia, se juntan, se unen, y así se defienden de las adversidades del largo y peligroso viaje, como los humanos emigrantes de nuestro tiempo. Lo que caen en el mar, y perecen, y los que llegan. Reflexiono y digo: «¡Qué grande es la sabiduría de la naturaleza!», y me acuerdo de su Creador, el Señor que ordenó todo y lo puso a caminar, como un esquema maravilloso de su poder y su infinito amor. Dios, con estas demostraciones de la naturaleza, y en esta hora de irreligiosidad, de materialismo ateo, se hace presente, diciéndonos: «Ésta es mi sabiduría, que vuela». Todo es consecuencia de un acto del amor de Dios. Dice el franciscano Santiago Martín, teólogo y biólogo: «Un mundo sin Dios, es un mundo que se suicida». Y aquí estamos, Diario, con la soga de la increencia al cuello, esperando –si Dios no lo remedia– el final.