20 de febrero de 2024. Martes.
ANOMALÍA DEMOCRÁTICA
ANOMALÍA DEMOCRÁTICA
-Yo que, en política,
paso como el sol por el cristal, sin romperlo ni mancharlo, me alegro, sin
embargo, por el derrumbe del sanchismo en Galicia. No me refiero al PSOE, sino
al de al lado, al sanchismo, esa
anomalía democrática en la que un solo señor– mediocre, por demás– mueve todos los hilos de ese
tinglado en el que se ha convertido el partido de los cristobitas o muñecos de
guiñol, que hacen y dicen lo que al señor de la maraña le conviene. Hoy, el
gobierno de España, no tiene más que un problema: que su presidente no deje el
colchón que se agenció para dormir en la Moncloa. Un colchón de plumas de
camelo que, de mentira en mentira, se va deteriorando. Quien carece de moral,
ética, compromiso, y se aferra a la marrullería, tiene esto: hay un día en el
que la suerte o el buen fario –la mentira nunca dura eternamente– le abandonan y
cae en el vacío, como el globo que es pinchado, como el águila que es herida en
un ala. El derrumbe, la ruina para el digno y centenario PSOE se ve venir, se
anuncia dramáticamente. Lo siento por mis amigos que aún quedan en la barca. Yo,
entretanto, pido a Dios que los políticos sean más sencillos de corazón y menos
ególatras, y que no haya amnistía para los que destrozan conciencias y
favorecen monstruosidades, y santifican la mentira.