UN SÍNTOMA DEL FRACASO DEL HOMBRE
La naturaleza mira al hombre asombrada. Torre de la Horadada. |
-El odio crea armas de muerte, cada vez más letales, más destructivas. La guerra, su inspiración más sangrienta, las concibe y las realiza con crueldad. Primero fue la flecha y la maza, hasta llegar a la bomba de Hiroshima. Las guerras son la Torre de Babel de la modernidad: se trata de retar a Dios, que es desafiado por la libertad que Dios dio al ser humano. En la guerra, unos ganan dinero y un sucio prestigio, y el resto muere, o huye despavorido. Y es que olvidan lo dicho por San Agustín: «Toda guerra es un síntoma del fracaso del hombre como ser que piensa». Y un hombre rico fracasado, es un peligro; al hombre fracasado rico lo mueve, en sus actos, la soberbia, la vanidad, la inmodestia, el afán de poseer más; el afán de suplir el amor de Dios por el amor a lo que muere con el ser humano: la vida y su entorno, el dinero y la fama, la soberbia. ¿Cuándo, Diario, caerá esta Torre de Babel y se hará la paz en la tierra? Sigo rezando.