20 de junio de 2014. Viernes.
PALABRA DE
ORÁCULO
Párpado que se cierra, en el jardín. F: FotVi |
-España, en lo que concierne al deporte fútbol, ha caído sin gloria,
pero tampoco humillada. En el deporte, si se ha hecho todo lo que se sabe y se
puede, aunque sin el resultado del éxito, no puede haber humillación. Lo que
ahora ha sido vencido, ha triunfado en muchas otras ocasiones, y volverá a
triunfar, palabra de oráculo. En el deporte, como en la vida, hay ciclos; y
todo ciclo nace, tiene su fiesta granada, y un otoño, que precede al invierno. Pero
un paso más allá del invierno, de sus abismos de frío y dormición, de sus
pausas y perezas íntimas, irrumpe, rompe brote y tallo la primavera, brote y
tallo que dan paso de nuevo a la gloria del fruto. En el renacer (que no
resurrección) de la naturaleza, todo es color y belleza carnales, armonía y
expresión, lujo. El invierno es un párpado que se cierra; la primavera, una
visión clara y luminosa que se abre. Ayer, en (o con) el nuevo rey Felipe VI,
pareció (no creo sea una efímera ilusión), pareció querer renacer España; ayer
se movió la primavera política y democrática, para sacar de su letargo invernal
(institucional y social) a España. España, que invernó en el deporte fútbol en
Maracaná (Brasil), volverá en breve (eso creo y espero) al fruto de sus éxitos recientes.
Siempre hay una España que muere (1898, 1936…) y, como el fuego de una brasa en
las cenizas, otra que renace (1978…) Se aviva el rescoldo y bulle el fuego, se
embravecen las llamas. Hay hogar. Los que sucumbieron en Maracaná, y que tantas
alegrías nos dieron durante años, volverán otra vez, envueltos en nuevos
impulsos y motivaciones, a la miel de los antiguos triunfos: es lo que creo y espero. Lo mismo esta España mía,
esta España nuestra, mi querida España, que, como cantara Cecilia, aquella
muchacha de la guitarra y una melena de noche negra y suelta, Diario, acabarán
despertando versos de poetas; de momento, sus versos (19:48:55).