15 de mayo de 2015. Viernes.
TOCAR LA
TIERRA
Poema de tierra, en el jardín. Día de San Isidro. F: FotVi |
-Coges la tierra, la palpas, y seduce su tacto. Tocar la tierra es tocar
algo de mí mismo, te dices; en la tierra, toco la arcilla que soy y me
reinvento creación, suceso prodigioso, vara de nardo con inteligencia. Vuela de
mí un pájaro, una idea, parecidos acontecimientos; ambos dicen, ambos hablan. Me
muevo en el ámbito de la maravilla, digo, y me extasío contemplando la caída de
una hoja del árbol, porque en ella caigo yo, intento un vuelo, un sueño; caigo,
dices, pero vuelo. Los sueños vuelan. Dijo el poeta: «Anoche un fresno / a
punto de decirme / algo -callóse». (Ladera Este). Era un sueño de Octavio
Paz; un sueño venido del lodo, y que se hace poesía en el poeta, en su alfar de
la palabra. Es el fresno con la palabra en la punta de su lengua vegetal, que
va a decir, y calla; aunque ya esté dicha la relación entre fresno y poeta, en
el poema. Isidro era labrador, y santo, por amante de la tierra. Amando la
tierra, se diría, me amo a mí mismo y al Dios que la forjó. Isidro araba la
tierra, la abría, para encintarla. La encandilaba de sol y lluvia, y así la
hacía dar fruto, parir. Hoy, en su día, felicito a la tierra y al santo, y
pido, Diario, amar la tierra como amamos el cielo, donde las estrellas, donde
los sueños, o fresnos (19:51:12).