23 de abril de 2015. Jueves.
EL LIBRO
Día del Libro, en mi Biblioteca, que no es la de Alejandría. F : FotVi |
-Vino el Libro y me dijo: «Ven,
ayúdame a leerme». El Libro, que no sabía leer, me lo decía con letras en
los ojos, letras como de lágrimas heladas dejadas sobre el papel. Que así son
las letras, como lágrimas heladas de las cosas, de la vida, del mundo, lágrimas
que se hacen libro. No son nada de mosca; es decir, excrementitos de insecto; sino
lágrimas. Leer un libro es recuperarlo de sí mismo, de su pesadilla de libro
enclaustrado en una biblioteca, quizá, aunque sea la de Alejandría, o la de
Babel. Hoy, Día del Libro, comprar un libro es darle una alegría al librero y
al autor del libro. A la Industria del Libro. Tantos euros y lo compras; y
reluce en tus manos el libro entonces, como el agua del mar o la plata de la
luna, o la belleza y el bien, y sus antítesis lo feo y lo malo. Todo lo que es
vida y ensoñación, y miles de pájaros volando. Pero, si lo compras o lo posees,
haz un silencio y óyelo, oye lo que te dice el libro, ese libro que tienes en
las manos y te mira; quizá te diga lo que a mí: «Ayúdame a leerme». No lo dejes, Diario, ayúdale a leerse, te
revelará cosas, hermosas, te dirá sus silencios, donde andan todas las verdades
(21:09:53).
No hay comentarios:
Publicar un comentario