24 de septiembre de
2017. Domingo.
LA
MANO Y LA ROSA
Latiendo, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Abro los ojos, doy la
luz y miro mis manos, que como dice el poeta, son las «avanzadillas del corazón».
Como la hoja del árbol, que también es avanzadilla de sus raíces. En las manos están
la caricia o la agresión, el gesto de abrir un libro o de cerrarlo, el de
lanzar un dardo u ofrecer una rosa. ¡Qué hermoso llevar una rosa en la mano, viviendo
ambos -la mano y la rosa- en el mismo suceso de amor! Leo la prensa y veo que
hay más agresiones que caricias, más libros cerrados que abiertos, más dardos
-guerras, desastres naturales, injusticias, niños perdidos, niños envenenados
de ira, ancianos descartados, derechos violados- que rosas. Más dardos que rosas,
Diario. Sin embargo, abogo por que haya más rosas que dardos. Rosas en el jardín
y en las manos, y en el corazón del mundo, latiendo ahí, todavía, como una
esperanza nueva y viva, bellamente aclamada (19:02:36).