29 de marzo de 2018. Jueves.
CON CANDELA
Luz entre nubes, en Murcia. F: FotVi |
-Vino
ayer Candela a casa, y la recibí con el corazón hecho niño. En ella veo la
claridad que ilumina cualquier noche o soledad, o vejez. Ella, cuando llega,
incendia el día, una original e inédita esperanza. Su llegada, me deslumbra,
seduciéndome. Y lo más bello de todo, que ella no lo sabe. Fascina, sin
saberlo, desconoce su poder de sugestión, y se dedica a hacer juegos con su
presencia, bellos malabares infantiles. Siempre anda jugando. Ayer, por unos
momentos, volví a mi niñez más hermosa, me desvestí de mi vejez y me ceñí el
niño que llevo dentro. Con la alegría y la espontaneidad del niño, como un paño
nuevo, sin dobleces, sin arrugas, ay. Ayer, Diario, con Candela, me cubrí de
origen, de principio, del germen de la iniciación, como cuando hacía de
monaguillo en Molina, donde fui infinitamente niño, en mis sueños, con ánimo de
ir más allá, pero quedándome, de niño, siempre (18:22:21).