domingo, 15 de abril de 2018

15 de abril de 2018. Domingo.
VIVO Y DEJO VIVIR

Abundancia primaveral, en el jardín. Murcia. F: FotVi 

-Hoy, domingo, vivo y dejo vivir: que, en los tiempos en que vivimos, no es poco. Salgo a caminar y -perdón- no miro a las personas. Pueden pensar lo que no es. Están los sentimientos tan a flor de piel, tan desatados. Miro a los árboles, al río, a los pescadores, a esa paloma que picotea sin importarle lo que pasa a su alrededor; por precaución, miro al semáforo, para no caerme bajo un vehículo y desparramarme como una manzana rota. En el parterre, todas las rosas están abriendo: al principio, recogidas, con pudor de novicia; luego, en todo su esplendor, estallando, encendidas. Las jacarandas, en primavera, pierden las hojas, y en otoño, reverdecen y se pueblan de su flor azul, virginal. Pisas las hojas caídas y parece que pisaras sangre azul, tan carnales son. Cada día suelo andar dos kilómetros, o un poco menos. O algo más. Pero sobre todo, miro al cielo, donde las nubes y las fantasías, y una cierta esperanza de redención. Hoy domingo, Diario, he vivido y he dejado vivir, por lo que me considero, a pesar de mis años y mis cansancios, una persona feliz, y todavía con algún sueño, o burbuja, que atrapar (19:13:40).

sábado, 14 de abril de 2018

13 de abril de 2018. Viernes.
NO TENGO UN MÁSTER

Cielo cubierto de másteres, en Murcia. F: FotVi

-Yo no tengo un máster, ¿qué puedo hacer? ¿Quién me puede vender uno? ¿Me dirijo a la Universidad para que le ponga precio al máster que necesito? ¡Luciría tanto en mi currículum, me daría tanta vida intelectual, lírica y emocional, adornada de fantasía! No duermo, pensando en el máster que no tengo. Antes se decía: «Escribe un libro, planta un árbol y ten un hijo»; ahora debiera decirse: «No escribas, planta un árbol y ten un máster». Es la verdad líquida de la nueva sociedad, que no le importa bañarse en fuentes de aguas virtuales con tal de decir que nada y guarda la ropa, o que todo acaba siendo ficticio. El mundo de lo relativo en el que parece que cualquiera puede nadar sin ahogarse, aunque no sepa nadar. Ahora que todo político –y personajillo- que se precie borra de su currículum másteres y títulos que no ha hecho, yo deseo hacerme con uno que diga que soy alto y joven, y que sé catalán. Y lo deseo, porque me interesa entrar en la Sinfónica de las Islas Baleares, que precisa a un cuentista que recite relatos en los intermedios de cada concierto, mientras los violines arrastran las notas de la primavera de Vivaldi. Permíteme, Diario, conseguir un máster, sea como sea, aunque tenga que morder un melocotón y llegar hasta el hueso, y saborearlo, y, lamida a lamida, desgastarlo; hasta lograr morder el gajo, con su deleitoso sabor a almendra (18:39:39).

jueves, 12 de abril de 2018

12 de abril de 2018. Jueves.
EL LIBRO IMPRESO

Herejes santos, en libro impreso. F: FotVi 

-Salí a caminar y me entretuve mirando, ante una librería de textos viejos, cómo sobreviven los libros. En un pequeño cajón habría unos veinte libros, todos a un euro el ejemplar. Pobre, pero feliz final de libros en otro tiempo celebrados y vendidos -según las editoriales- por cientos de miles. «Ya serán menos», me suelo decir, escéptico, y siento acertar, porque los libros no son –para muchos- objeto de deseo. Entré y me hice con dos: El Napoleón de Notting Hill, de Chesterton y Cuentos completos de Alejo Carpentier. Dos autores que manejan el idioma como orfebres de la perfección y el asombro; el uno desde la sátira y la ironía, el otro, desde «lo real maravilloso», como rasgo iluminador de la historia de la literatura de América. Me dijo la señorita que si quería una bolsa y le dije que no: me gusta tocar, sentir, oler el papel de aquello que adoro y sirvo, el libro impreso. Nunca aceptaré una tableta electrónica para leer un libro; la razón: no emite olor de libro, no alegra el tacto, no gime al pasar sus hojas. Es este un silencioso acontecer técnico, sin alma ni sabor, híbrido, impuro, sin estética literaria, y tan frío, que, al tocarlo, hiela los dedos y la mente, y el corazón. Se congela, Diario, el hecho mismo de leer; sería algo así como morder una manzana virtual, aparente, o en sueños: te quedas sin bocado y sin el crujir excitante y virtuoso del fruto en la boca (17:55:32).

martes, 10 de abril de 2018

10 de abril de 2018. Martes.
EL AMOR FUE TAN ALTO

Dándole a la caza alcance, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Me acosté lunes y me levanto martes: un aleteo más. Y me digo: «La vida sigue, y es hermoso». Y se me ve en los ojos, encendidos, que digo la verdad. No creo en el nihilismo de Nietzsche, y sí en lo que dice Carlos Marzal de los aforismos en La arquitectura del aire: «Los aforismos hay que morderlos, como las monedas, para saber si son falsos o no». Él habla de aforismos (sentencia breve y doctrinal), yo hablo de la vida. La vida hay que morderla, gustarla, chuparla como un hueso de melocotón, y luego acariciarla, mimarla, hasta dormirla en brazos de la ensoñación. La vida que sueña es más larga –quizá no en el tiempo, pero sí en la intensidad-, que la vida simplemente dormida, acomodada, hecha objeto aburrido de la costumbre. Instalarte en la vida es un mal asunto, Diario; es más fértil y noble dejarse llevar por la utopía, aunque sepas que nunca podrás darle a esta caza alcance; o, sí, como San Juan de la Cruz a aquel lance divino que él perseguía, y que, al fin, «el amor fue tan alto / que le di a la caza alcance», dice, llenándose así del otro Amor que él buscaba y en el que se sentía liberado y redimido, admitido (18:40:06).

lunes, 9 de abril de 2018

9 de abril de 2018. Lunes.
EL LIBRO

Llegó la primavera de las letras, a Molina de Segura. F: FotVi

-Digo domingo y salta una paloma de mi boca, como una agitación (o emoción) con alas. Digo lunes y pierde sus plumas la paloma: se queda varada, sin vuelos: mirando todo sin entender nada. O mirando al futuro. Es el sino de los días. Unos alegran y otros son como un borrón en una bella pintura; pintura que habla, sin embargo, de esperanza. Porque al decir lunes, nada se cierra, sino que en el horizonte se abre el martes, y el miércoles, y así, hasta llegar de nuevo al domingo, del que salta libre una nueva y turbadora paloma. La bella y sufrida paloma de la vida. Hoy he visitado, con Toñy y Paco Illán, Molina de Segura. Se presentaba el programa -Primavera del Libro 2018- de actividades poéticas y narrativas para estos días de floración y renacimiento de la naturaleza y de la creación literaria. Del 10 de abril al 10 de mayo, martillearán, en el corazón cultural de Molina, la poesía y la novela, y el relato; es decir, el brote de aquello que, naciendo en la mente, se traslada a la palabra, y de ahí al libro, donde se agitan la sabiduría y la libertad, y todos los inverosímiles sueños que en el mundo han sido, o puedan ser. Dios mediante, Diario, ahí estaremos, entre otros autores, Paco Illán, con su libro Versos envenenados, y un servidor, con Y atrapé el viento, que queda en el pelo jadeante de Candela (19:59:08).

sábado, 7 de abril de 2018

7 de abril de 2018. Sábado.
ANIMALICIAS

Animalicias, en la librería. F: FotVi

-Cuando pienso con mente del mal agüero, casi siempre pienso lo peor, y acierto. El pensar peor me lleva a pensar mal de casi todas las cosas. Y si digo casi, es por no herir mi fe, que se fundamenta en la roca que son las palabras graníticas del evangelio. Casi, para mi fe; pero quizá no tanto para mi razón, que, sin embargo, hay veces que se identifica con mi fe. Hoy me he levantado con mente de buen agüero y ha salido a Murcia, una Murcia festiva, ditirámbica, de cerveza y parranda. Murcia de pito y sardina. Y en esta Murcia de bullicio y fandango, la presentación de un libro, Animalicias, de Katy Parra. Un poemario sencillo, de octosílabos iluminados, con gatos dormilones y familias orquesta, con hormigas y números con vida -«el 1 siempre firme, / el 2 arrodillado, / el 3 como una m / que se hubiera volcado»-, y mucha sabiduría. Yo, que apenas asisto a eventos como éste -mis años, Diario-, he pasado un buen rato, oyéndola decir, sosegada y hermosamente, estos versos para niños, y para mayores con corazón de niño; versos de romance y jitanjáfora -figura retórica- de un gato-gordo y un perro-flaco, que, al final, resulta que sus dos corazones son un solo corazón, con un mismo latido musical y mimoso, y aventurero (19:44:15).

viernes, 6 de abril de 2018

6 de abril de 2018. Viernes.
DELIRO

Una pequeña luz, en la noche. F: FotVi

-Me pongo a pensar y no pienso, solo deliro. Hoy he escrito estos versos tensos y rebeldes, amargos: «Cuídate de ti mismo, oh Dios, / y de los que te hacen ofensa con boca de alabanza». Es este un canto a la nada, a la caverna, de la que dice el poeta José Emilio Pacheco, mexicano: «Todo está muerto. / En esta cueva ni siquiera vive la muerte». A veces, Diario, un poema te desnuda, o te viste (19:44:48).

jueves, 5 de abril de 2018

5 de abril de 2018. Jueves.
EN LA RETINA

Todas queriendo salir en la foto, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Ayer visité la Torre y me esperaba el mirlo, devoto y cínico, cantando. Cantaba sus viejos aires de primavera, sus ritmos amorosos, sus coqueteos líricos. Los mirlos corren como una niña gótica, siempre con prisas. El pico rojo y vestido todo él de negro, parece que al andar fuera a pisarse la falda. Pero, cuando no se le ve, como cualquier persona que se precie, se la ordena, su falda y plumaje de charol. Ah, y todavía llevo en la retina la chilena de Ronaldo, y la cara de lazo amarillo de Guardiola tras perder 3-0 ante el Liverpool, y el máster que Cifuentes hizo en el reino infinito de su fantasía, y los lances de capa y espada de doña Letizia con doña Sofía. Ah, Diario, en este mundo tan perdulario, tan desaliñado: ¡exquisita doña Sofía! (18:24:17).

martes, 3 de abril de 2018

3 de abril de 2018. Martes.
LIBRE EL GOZO

Platero habla, en el libro. F: FotVi

-Ayer, día del libro infantil; o el día en que los libros se ponen a hacer señas al niño para que acuda y los abra, y los hojee, y los lea. Y se asombre. El libro -también el infantil- anda, haciendo señales de que existe, por las librerías. Se viste de colores y tiene las letras muy grandes, no porque dude de la capacidad visual de los niños, sino para de este modo llamar su atención. Los libros infantiles se llenan de genios, de monstruos, de hadas, de príncipes, de coches que conversan, de magos que hacen hablar a las piedras, de brujas perversas, de osos sensibles, de castillos encantados, de árboles que se mueven, de burros peludos y suaves, de lápices que siempre tienen una historia que contar, o que callar. El libro infantil tiene tanto color como belleza en sus historias, y sus hojas son tan gruesas, porque han de sostener un castillo de fantasmas o una montaña que habla, y eso no es cosa fácil: necesitan mucha solidez, suelo firme. El libro, en la mente y el corazón del niño que lee, crea, en el país de la fantasía, mundos nuevos, paisajes vivos, personajes inverosímiles. El libro infantil, desde la portada a su interior festivo, hace guiños de colores al niño, con personajes desternillantes o muy tristes, o simplemente humanos. Pensaba yo en estas cosas en una librería de antiguo, cuando oigo a un niño decir: «¡Mami, este!», con ojos iluminados. Miro, y veo que señalaba a un pequeño volumen en el que se leía: Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez. En la portada, Platero anda por la cima de un verde montículo, rodeado de florecillas y mariposas frágiles, sus amigos -con el poeta- más íntimos. Y, entonces, me embarga el recuerdo: «Platero es pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera…». Miro al niño y a la madre con complicidad feliz, y les sonrío. «¡Los niños leen!», me digo, y salgo a la calle con el corazón agradecido, y libre el gozo (11:11:43).

domingo, 1 de abril de 2018

1 de abril de 2018. Domingo.
COMO UNA NARANJA

Y se abrió la primavera, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Y resucitó; como cuando se abre una naranja: con todo su sabor brotando de los gajos abiertos, criptas de gozo y efusión, de esperanza y luminosidad nuevas. Con Jesús resucitado, resucitan el amor, la mirada limpia, la mano que se alarga, el saludo que se ofrece, el pan que se da al hambriento, el perdón, las bienaventuranzas, la dignidad. Y, sobre todo, como el que muerde un gajo y -felizmente sabroso y claro- le estalla en la boca, así se agranda la fe. La fe, que empieza en la muerte -el sepulcro- y se vigoriza en la resurrección, llegando así a inundar de vida todo lo que toca: como las palabras, los gestos, la luz en los ojos, la ligereza en los pies, y, Diario, la piedad -¡aleluya!- en el corazón (19:27:10).

sábado, 31 de marzo de 2018

31 de marzo de 2018. Sábado.
EL SEPULCRO

Sepulcro, en Nájera. La Rioja. F: FotVi

-Estoy con Jesús en el sepulcro, y, desde aquí, miro y veo el negror como si fuera una cárcel enrejada de miedos. Desde aquí, todo es oscuro, desesperada noche, silencio que ensordece. Desde aquí, me duele la noche en los ojos, que no ven, y en las manos, que tantean. Tantean y solo tocan sombra, angustia, espanto. Pues aquí me quedo, Diario: oculto con Jesús en el sepulcro, hasta que diga: «Se ha cumplido el tercer día. Vamos», y me lleve a su resurrección, a su retorno definitivo, a su aleluya concluyente (11:11:29).
29 de marzo de 2018. Jueves.
CON CANDELA

Luz entre nubes, en Murcia. F: FotVi

-Vino ayer Candela a casa, y la recibí con el corazón hecho niño. En ella veo la claridad que ilumina cualquier noche o soledad, o vejez. Ella, cuando llega, incendia el día, una original e inédita esperanza. Su llegada, me deslumbra, seduciéndome. Y lo más bello de todo, que ella no lo sabe. Fascina, sin saberlo, desconoce su poder de sugestión, y se dedica a hacer juegos con su presencia, bellos malabares infantiles. Siempre anda jugando. Ayer, por unos momentos, volví a mi niñez más hermosa, me desvestí de mi vejez y me ceñí el niño que llevo dentro. Con la alegría y la espontaneidad del niño, como un paño nuevo, sin dobleces, sin arrugas, ay. Ayer, Diario, con Candela, me cubrí de origen, de principio, del germen de la iniciación, como cuando hacía de monaguillo en Molina, donde fui infinitamente niño, en mis sueños, con ánimo de ir más allá, pero quedándome, de niño, siempre (18:22:21).

miércoles, 28 de marzo de 2018

28 de marzo de 2018. Miércoles.
ACEITE CONSAGRADO

Iluminando la oscuridad, en Tallín. Estonia. F: FotVi

-Ayer se celebró la fiesta del aceite consagrado. El aceite, ese don lento y verdoso, y que a veces ilumina, se embellece en el fervor cuaresmal. La semana santa, que hace santas tantas cosas, eleva al aceite a la categoría de cosa de Dios. Sobre él, se dijeron preces y oraciones con las manos extendidas del Obispo y del Presbiterio, que hicieron que el aceite fuera, místicamente, tocado por Dios y dado a los hombres para su consuelo. Se bendijeron el óleo (aceite) llamado de Catecúmenos (o el que escucha) y el de Enfermos. Y se consagraron el Santo Crisma (aceite y bálsamo mezclados) con el que se ungirá a los que se bauticen, ordenen, o confirmen. Santo Crisma, o aceite de Cristo. Estos son los tres aceites que ayer se bendijeron y consagraron en la Catedral, con el obispo como celebrante mayor, y, a su lado, los sacerdotes, formando el Presbiterio, o la luz y la palabra de la iglesia, su columna vertebral. En los santos óleos se nos acerca el Espíritu Santo, que trata de santificarnos. Siempre se dan con un dedo mojado en el óleo que unta la frente, o las manos, o el pecho de aquel que desea ser redimido. Y fortalecen, medicinan, agilizan y dan buen olor. El olor de la santidad, o el de las buenas obras, que confirman dónde llamea la fe. Ayer, Diario, el obispo y sus sacerdotes bendijeron y consagraron estos santos óleos, que ayudan a revitalizar en el creyente lo que aparece maltrecho y fatigado, desfallecido, o a punto de oscurecerse (19:13:34).

lunes, 26 de marzo de 2018

26 de marzo de 2018. Lunes.
VIDA

Sepulcro de Jesús, en Jerusalén. Israel. F: FotVi

-Lunes, y santo; pero no todos los lunes, sino este. Y no por méritos propios, sino por ser el primer lunes, tras el veintiuno de marzo, que precede al domingo de resurrección. Para el cristiano, los días que van delante de este domingo, son días santos. Hasta el domingo, en el que la luz se hace vida en el sepulcro, aleteo imperceptible, existencia glorificada. La resurrección, Diario, santifica todo lo que le antecede: los días y las horas, los silencios y las plegarias, y sobre todo, la fe que le sigue; en los mártires, en los lavados en la sangre del sacrificado (18:21:57).

domingo, 25 de marzo de 2018

25 de marzo de 2018. Domingo.
EL RAMO DE OLIVO

Se anuncia la vida, en el jardín. Murcia. F: FotVi

-La palma y el ramo de olivo, agitándose, haciendo alabanza, y sin palabras. O solo con la palabra de su presencia. El simple hecho de estar, ya es habla, lenguaje, silabeo. Silabear silencios, que diría el poeta. El movimiento de la palma y el ramo de olivo vienen de la mano, y, en la raíz de la mano, anda el corazón, donde hablan los afectos, las convicciones, la fe, que saltan a la mano y de esta al ramo, y en él se celebran acontecimientos: que Jesús entró solemnemente en Jerusalén, aclamado por la multitud. Y se agitan, para expresar el gozo o la exultación. Hoy, cuatro ancianos -cargados de hombros y con ojos pesados- hemos celebrado el ¡hosanna! del domingo, para, como ha dicho el Papa, «no caer en el ¡crucifícale! del viernes». Hosanna, palabra hebrea, que significa «salva ahora». Así que, cuando agitamos en nuestras manos la palma o el ramo de olivo, y clamamos ¡hosanna!, estamos gritando: «¡Sálvanos ahora, Señor!». De una vez, pues, aclamamos, adoramos y pedimos -todo en racimo-, aquello que necesitamos. ¿Y qué necesitamos? Ser salvados; en primer lugar, de nosotros mismos; y en lo sucesivo, de todo lo demás: como del pecado de la injusticia, la altanería, el narcisismo, la avaricia, el engreimiento, el relativismo… De tantas cosas. Hoy, domingo de palmas y ramos, ha dado comienzo, Diario, la subida al calvario de la iglesia, para así, poder atisbar, desde él, el despuntar de la vida, de la resurrección, de la liberación definitiva (20:34:21).

sábado, 24 de marzo de 2018

24 de marzo de 2018. Sábado.
TODAVÍA ES INVIERNO

Se asoma la primavera, en Murcia. F: FotVi

-Me despertaba esta mañana y oía al viento restallar en los árboles y dar avisos de rebeldía en los cristales del balcón. Fuera de mi habitación, todo parecía crujir, estremecerse, vociferar. «Son -me he dicho- los últimos lamentos del invierno», o «sus postreros exabruptos, sus últimos sollozos». Y aunque es hermoso el invierno -sus nevadas, sus lluvias, su fría soledad, sus aullidos de lobos-, me cautivan más el otoño y la primavera; el uno porque es nostalgia y la otra porque despierta la vida en hojas nuevas y pajarillos incipientes. Pero, hoy, aunque el almanaque diga lo contrario, todavía es invierno. Un invierno tocado por la luz de la primavera, pero muy negro en Cataluña. Los mandamientos de la santa democracia o se cumplen o vas a los infiernos de la cárcel, a Estremera. Donde dicen que se vive bien, pero menos. No acompaña la libertad, esa virtud que tanto aman los peces y las aves, y el ciervo y el león. Y tú y yo. Las democracias no las hacen los votos, sino las personas, que, a veces, se rebelan contra los votos, si estos son falseados o hipócritas. La democracia, aunque sea imperfecta, tiene la ventaja de que antes de obedecer las leyes puedes votarlas. Primero votas y luego respetas las leyes. Es un juego de prioridades. Si no te gustan las leyes, la próxima vez votas lo contrario que la última, hasta que des con el quid de la cuestión democrática. Pero una vez que has votado, no te queda otra salida que obedecer lo que tú, con tu voto, has querido. Y esto es lo que no ha ocurrido, parece, en el país de las maravillas modernistas, y donde Dios, Diario, puso juntos -según Umbral- el trabajo y el amor (19:10:37).

viernes, 23 de marzo de 2018

23 de marzo de 2018. Viernes.
DÍA DE LAS MADRES QUE LLORAN

Piedad en Sibenik, Costa Dálmata, Croacia. F: FotVi

-En cualquier dolor, casi siempre hay una madre que llora. Hoy es el día de las madres que lloran. De las madres que pierden a un ser querido: un hijo crucificado, echado sobre el madero del pavor, objeto de todos los odios, mutilado de libertad. La madre contempla y llora, pero de pie; contempla al hijo desparramado en la arena de una playa, o al que deja su vida hecha pedazos en una explosión, al hijo que fue de sus entrañas, ensangrentado, muerto. «De pie la madre dolorosa / junto a la cruz, llorosa». Llorosa, Diario, como una lluvia fina de amor en sus ojos, como un dolor infinito que clama y pregunta: «¿Por qué?», y la respuesta o queda en su corazón, o no hay respuesta, o ante tanto clamor dolorido, no se oye la respuesta, solo las lágrimas se oyen (19:14:57).

jueves, 22 de marzo de 2018

22 de marzo de 2018. Jueves.
OÍ EL MAR

Oyendo el mar, en la rosa. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Cuando moría de sed, me salvó una gota de agua caída en mis labios. «Una gota de agua, como un latido del mar, en mi boca», me dije. Y allí oí el mar; en ella, en la gota, me vi zarandeado por el mar, me sentí abrazado por toda la enorme pujanza del mar. La gota de agua es un espacio pequeño donde, sin embargo, se adivina, se sospecha, toda la inmensidad del universo. La gota de agua: o ese «segundo de agua», como, en su libro Perito en lunas, la llamaba Miguel Hernández. En el día del agua, pido que se haga un pacto del agua, con la gota de agua como protagonista del pacto, para resaltar su importancia desde el embrión, desde que en la rama es pequeño ojo de gorrión mirando; observando, Diario, cómo se humedece la vida, cómo se moja (y se calma) la sed, acallándola (19:19:05).

miércoles, 21 de marzo de 2018

21 de marzo de 2018. Miércoles.
CORAZÓN RENDIDO

Cuidado, Cándido, con el arco del violín. Mena. ABC. F: FotVi

-Ayer, no sé a qué hora, entró, con artilugios de poeta -un lápiz y un bloc- y calcetines blancos de nieve, la primavera; llegó invernal y ventosa, y con pequeñas hojas palpitantes en la morera y flores de azahar en el naranjo. Hoy, cogido del brazo de la primavera, he salido a ver el mundo: y he visto el cielo encapotado y, en el río, ánades y palomas que se amaban; y en las ramas de los árboles, brotes de hojas nuevas y flores temblorosas. Ayer, Diario, vino la primavera, y yo, diligente, la he acogido en mi corazón rendido y gozoso, y asombrado (17:46:36)

martes, 20 de marzo de 2018

19 de marzo de 2018. Lunes.
BESÁNDOTE LA MANO

La oscuridad de lo anciano, en Murcia. F: FotVi

-Y el día del padre –como el de la madre-, se comercializó. Se hizo recaudación, caja. Porque parece que ya no hay amor sin regalo, ni regalo sin puerta a la que llamar y entregar. Si el regalo es muy bueno, amas mucho; si no, eres un pobre mal nacido sin amor y sin sensatez. Amar al padre ¡y decírselo!, ese es el gran regalo. Los padres están hambrientos de palabras, de miradas, de gestos, y no de una mezquina dádiva material, que nada dice. O solo dice un «te quiero», sin convicción y con el aparentemente regalo de un beso en el papel de envolver del obsequio, mezquindad. Yo prefiero un beso sin el papel de envolver de lo que se esfuma, un beso fiel y que suene a beso en el rostro, en las manos, de corazón a corazón, como un estallido de agradecimiento hacia lo que es la paternidad, o la donación desprendida. Yo, padre, hoy, día del Padre, beso tus manos agrietadas por manipular cal en el crudo invierno, por ser un albañil que, sin estudios especiales, concebía y construía casas de paredes aplomadas con balcones abiertos a la aventura. Padre, perdona sin en algún momento no te valoré lo suficiente; ahora te recuerdo como señor de mi vida, erguido ante mí, y besándote la mano. En el día del padre, Diario, este es mi regalo, que nunca olvido (11:10:12).