3 de febrero de 2019. Domingo.
LA COSECHA
Racimo: plenitud del olivo. En La Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Domingo y luz, y
viento. Y misa, y lectura reposada, contemplativa, entre silencios y asombros.
Leo a Claudio Rodríguez, que, en su libro inacabado, Aventura, dice: «… el pensamiento se hace canto / porque es amor». Y
San Pablo, en su primera carta a los Corintios: «Ahora tenemos estas tres
virtudes: la fe, la esperanza y el amor; pero el amor es la mayor de las tres».
La fe es la que cree; la esperanza, la que, como la cría en el nido, aguarda;
el amor, el que se entrega. O sea: es «el secreto, lo sagrado…, la obra». (También
Claudio Rodríguez). En el amor, pues, ya no son necesarias ni la fe ni la
esperanza, pues en el amor han dado ya su fruto estas dos virtudes. Ambas han
conseguido aquello en lo que creían y esperaban: el amor. Y es que en el amor,
Diario, están la profecía y la palabra, la ofrenda y la donación: el gran
milagro de la cosecha hecha racimo o gavilla: plenitud (18:55:34).