21 de abril de 2019. Domingo.
ALELUYA Y VIDA
Vuelo de la fragilidad, aleluya. Torre de la Horadada. F: FotVi |
-Hoy, a pesar del atentado en Sri Lanka (207 muertos), hay una palabra que lo explica y lo dice todo. Todas las alegrías del día –la Resurrección de Jesús, la lluvia, la amistad, el amor, la tierra regada, el árbol florecido, el mar encrespado, el odio perdonado…–, todas las alegrías (y tristezas) se hallan resumidas, definidas, libres, en una sola palabra: ¡Aleluya! Palabra esta que va de boca en boca, de llanto en llanto, como una resurrección de la vida y una negación de la muerte, como canto a la existencia, al espíritu y un desafío a la intolerancia, al fanatismo, a la saña. Lo oscuro y perverso, en esta palabra, se hacen luz y bondad, piedad y ternura, gozo con lágrimas y liberación. ¿El origen de esta gran crucifixión de cristianos en Sri Lanka? Aún no se sabe. Pero siempre proviene esta barbarie de mentes enfermizas, radicales, extremas. Da igual que sean budistas o musulmanes. Lo que realmente no se pueden llamar, es «amigos de Dios». Nunca Dios se ha prestado a la muerte ni al odio. Ni a la crueldad. Esperemos, Diario, que en estos lugares donde se vive la cultura de la muerte, abra el vuelo algún día la paloma de la paz, de la reconciliación, del amor. La paloma del ¡aleluya! más pleno (18:57:23).