5 de junio de 2019. Miércoles.
LA MUERTE NO RÍE
Contemplando la vida, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi |
-Esta noche he soñado que unos copos de nieve se
desprendían de la altura y me caían en los ojos. Miraba al cielo. Siempre que
puedo, miro hacia lo alto; el cielo a veces gotea pureza. Y revuelo de pájaros,
y azul. E infinitud. Luego he comprobado que lo que hacía era calor, un calor
denso, todavía no nocivo, pero sí pesado, que no deja dormir. Hacía calor y,
sin embargo, soñaba que la nieve me daba en los ojos. Es decir, sentía un gesto
maternal del sueño, una caricia de la noche. Y me he dicho: «Nunca estás solo».
En el sueño, siempre hay algún detalle bondadoso que te libra de las
pesadillas. Aunque la pesadilla, a veces, se haga cruel, y acose hasta que te
despierta el grito. El grito es el remedio que te libra a veces de la
oscuridad, y que te abre una vez más a la vida. Se nace, y se llora, para que
llegue el aire de la vida a los pulmones. Del mismo modo, si te ves enviscado
por la saliva viscosa del miedo, gritas, y, al salir del grito, te ves salvado.
La tierra está gritando, se muere de tanto dar vida. Si no despierta de la
pesadilla de la contaminación, morirá. Hoy, día del Medio Ambiente, pido,
Diario, respetar el aire que respiramos y la tierra que nos sostiene: saquémosla
de esa pesadilla de plásticos, pesticidas, y demás despojos humanos que la están
haciendo inhabitable, fría, despoblada de ternura, sin una sonrisa que darnos: la muerte no ríe (19:04:27).