10 de agosto de 2019. Sábado.
LA CHABOLA
En el principio, fue la cueva, o la chabola antigua. F: De los periódicos. |
-Después de una noche de
sueño hilvanado, sin sobresaltos, entro en otro día caluroso, sin piedad. El
aire viene como vaho caliente, más suave aquí, junto al mar, y más extremo en
la capital, donde estremece el silencio de las calles al mediodía, cuando
aplasta la canícula. Al mediodía las calles callan, y se detiene la
circulación, y solo un perro solitario se atreve con el silencio y con la
lengua fuera que alienta su jadeo, y su necesidad de compañía. El perro también
siente que la soledad lo aplasta. Como a esas 60 personas que viven bajo los
puentes de la M 30, en Madrid, sin luz y entre periódicos, como noticia que no
se escribe. Con la pobreza y la adversidad a cuestas, estas gentes viven el día
a día de lo que perciben por su trabajo de pedir –el pedir también es un
trabajo. «Mi vida es la chabola y pedir limosna. Llevo 3 años así», dice una
anciana de 70, a la que le asalta a los ojos la tristeza. Y así 59
personas más, con moscas y calor, y la desconsideración de la mayoría, que los
ven como unos intrusos sin moral, vagos, pedigüeños, y sin otro oficio, Diario,
que el de vagar. Tristemente, así los ven (10:27:30).