6 de febrero de 2020. Jueves.
CONTEMPLACIÓN
Belleza, tras la lluvia, en el olivo. Torre de la Horadada. F. FotVi |
-Me pongo manos a la
obra y, después de mucho pensar y darle vueltas al tema, por fin hallo la
palabra y la escribo: contemplación. Y ya de paso, observo los sinónimos que
acumula esta singular vocablo: reflexión, embeleso, mirada, ensimismamiento,
acecho… Sinónimos que siempre miran hacia el éxtasis, hacia el vértigo
espiritual. Hasta que te das con la Trascendencia. En la que, si caminas por ella con
espíritu avisado, puedes dar con Dios. Es decir, contemplar y, en la
contemplación, hallar al que está «sin parecer estar». Dios se encuentra en tus
manos, si se dan; en tus ojos, si miran con piedad; en tus pasos, si acompañas
al necesitado; en tus pensamientos, si miras todo con amor. «Amo todo por ver
si me sale un verso», decía el poeta. Pues yo digo: «Amo todo por ver si toco a
Dios». Y, así, dejo el campo abierto a la fe para que dé con Él, y, si
lo encuentra, lo ame en cada cosa; cosa que, aunque pequeña, Diario, comunique belleza (19:01:03).