10 de junio de 2021. Jueves.
PENTECOSTÉS LAICO
PENTECOSTÉS LAICO
-¿Ha habido un pentecostés
laico, luminoso, llameante que ha inspirado la mente de Sánchez? Que seamos «magnánimos»,
nos pide el «visionario» interesado. Desde Argentina. El lunes, pedía yo en
Laudes: «Danos, Señor, la abundancia de los dones del Espíritu: la comprensión,
la servicialidad, la amabilidad». Se lo pedía como dones universales, ecuménicos,
tanto para el que pide limosna como para el que la da, para el sabio como para
el indocto, para el niño que llora como para la madre que lo consuela. Todos,
incluyéndome a mí, hemos de ser tolerantes, solícitos, gentiles, atentos –miro
al sol, miro al río, miro al árbol, dándose–, es una merced, una dádiva, que el
creyente agradece, y que, al recibirla del Espíritu de Dios, le eleva. Los
dones del Espíritu no humillan, al contrario, exaltan. El ser magnánimos de
Sánchez, ofende, porque pide la generosidad a los otros, para seguir él en el Falcon
–zarandeado y sin tren de aterrizaje– del poder. Pedir gracia para el díscolo
catalán Junqueras, es darse indulgencia a sí mismo, y verse protegido de la
tormenta que se le avecina. Dijo Giovanni Boccaccio, el sabio florentino: «La
magnanimidad es belleza, y ornato de las demás virtudes». Y la belleza no se
puede empañar con el aceite de la mentira, que unta, ni con el utillaje de la
confrontación, que hiere la paz. Sé tú magnánimo, Sánchez, con lo que es tuyo, y
no con lo que es de todos. Sin embargo le avanzo a Sánchez, que, cuando caiga en desgracia y
se vea desnudo, le vestiremos y le haremos un hueco en el corro de los niños,
donde se juega a ser libres y a tener piedad: éstos, sí son, Diario, dones del
Espíritu Santo (13:26:46).