2 de junio de 2021. Miércoles.
VIVIRÁS EL ÉXTASIS
VIVIRÁS EL ÉXTASIS
-Cada segundo es eterno, y, sin embargo, los días son fugaces, como un
destello luminoso. Así es, o así nos lo parece. En la ansiedad, los segundos
son eternos; en el día a día, son un suspiro. En la espera, el tiempo se
alarga; en el total de la vida, se contrae. Dice el salmo: «Somos como las
ilusiones: desaparecemos como las sombras». Recuerdo de joven, cuando pensaba
que tenía todo el tiempo del mundo a mi servicio, que, a veces, lo dilapidaba,
lo perdía; hasta que, con los años, me aferré a él y lo hice protagonista,
conmigo, de cualquier instante de mi vida. Decía Sartre: «No perdamos ni un segundo
de nuestro tiempo, quizá los hubo más bellos, pero este de ahora es el
nuestro». Éste, el de ahora en que abres los ojos, que das el primer paso, que
rezas, que muerdes el pan del desayuno, ¡ahora!, el ahora de empezar a hacer
cosas, recreándolas. Nuestra vida es el instante –ese relámpago, esa exhalación–
que vivimos a cada parpadeo; lo pasado es recuerdo, evocación, quizá hermosa
melancolía; el porvenir es el ensueño, intentar poder tocar el más allá, andar por
fantasías irrealizables, pero que ves posibles, «¿y si rozara la eternidad?», pensamos.
Sueña, sí, pero sin dejar de estar en el soplo –santiamén– en el que vives. Si
llega el instante de reír, ríe; si el de llorar, llora; si el de amar, ama. Llena
tus instantes de vida, respira hondo y di: «¡Vivo!», y, como el río, Diario,
déjate llevar, nadando, al sueño que hayas elegido; si lo logras, vivirás el éxtasis,
te habrás salvado (17:49:24).
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