lunes, 31 de mayo de 2021

31 de mayo de 2021. Lunes.
ALEGRÍA Y PROFECÍA

Alegría en en el cielo, luz en la tierra. C. Sacerdotal. F: FotVi

-Quien visita con amor, da amor y recibe amor. María, recién embarazada de Jesús, se echa al camino para visitar a su pariente Isabel, que, según el Ángel, está de seis meses. Visitar es hacer del recuerdo reencuentro, estancia, abrazo, y preparar el camino para otros bellos acontecimientos semejantes. Al final, la vida se hace de sueños: porvenir, futuro, tocar estrellas, y de recuerdos: fui feliz, desdichado, reí, lloré… María lleva a casa de Isabel el Espíritu Santo, que hace saltar de gozo en su vientre a Juan, y profetizar: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre». La alegría y la profecía son dones que se dan con el Espíritu. «Canal inmenso de Dios», llama San Bernardo de Claraval a María, que lleva consigo «gracias, dádivas y bendiciones». Hoy la iglesia celebra la festividad de la Visitación de la Virgen. Los pasos de la Virgen son los pasos, bendecidos, del apóstol, que llevan la paz. María camina con pasos de bendición, el Espíritu Santo los ilumina, los guía, los alienta. Portar a Cristo en la palabra y en las acciones –dar pan al hambriento, agua al sediento, vestir al desnudo, y decirlo– es ser custodia, porta viático de Dios, y credencial para la felicidad postrera. Porque al final de nuestra vida: «seremos examinados del amor». (San Juan de la Cruz). Tremenda afirmación, Diario, que nos hace volver a María y pedirle que nos visite y entre en nuestra casa y nos haga saltar de gozo y profecía, como ocurriera con Isabel, y podamos decir: «Bendita tú, María, entre todas las mujeres; bendita tú, porque has creído». Dilata nuestra fe, y hazla obra de Dios (13:17:01).

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