20 de abril de 2022. Miércoles.
GOZO POR LA VICTORIA
GOZO POR LA VICTORIA
-Este domingo me admiraba Pedro –el Santo– llenándosele la boca con la victoria de Jesús. Pedro es el aleluya –la exultación – que predica y cura. Y este gozo por la victoria de Jesús en su boca, se hacía aleluya y curación en un paralítico que pedía limosna en la puerta Hermosa del templo. Nos lo cuentan los Hechos de los Apóstoles. Como Pedro no tiene ni oro ni plata que darle, le da lo que tiene: su fe en Jesús resucitado, fe que, además de alegrar a Pedro, hace andar al paralítico. La fe no sólo salva al que la tiene, sino también al que está cerca del que la posee. Pedro, en la noche de las negaciones, era un simple amigo, vencido, de Jesús. Ahora, sin dejar de ser el amigo, es un creyente en Jesús. Y esta fe en Jesús le hace ser lo que no fue aquella noche: un testigo fiel de Jesús, que cura en su nombre. Es lo que tiene la fe: que hace al amigo más de fiar. Jesús aquella noche de negaciones y gallo miró a Pedro y el amigo entendió la mirada y se fue a llorar su pecado. Ahora, con la fe, Pedro no sólo es amigo que ríe sino que hace reír al paralítico. Jesús, que es victoria, lo es también en los que creen en él: y en esta ocasión lo es en Pedro y en el paralítico. Jesús es la victoria, el aleluya, el que es ensalzado en la misma muerte; pues su muerte, Diario, es el umbral, el pórtico de su glorificación, de su aleluya celeste, infinito, coral (12:14:23).