6 de noviembre de 2022. Domingo.
LA GUADAÑA MALÉFICA DEL TIEMPO
LA GUADAÑA MALÉFICA DEL TIEMPO
-El viernes, en la Casa Sacerdotal, día de taller, en el que se han
activado las manos de un terapeuta tratando de reparar carrocerías viejas y
gastadas. En la Casa Sacerdotal se ha habilitado una especie de pequeño
gimnasio en el que remediar los achaques de los más vulnerables, de los
machacados por la guadaña maléfica del tiempo, ese anticuario que colecciona
ruinas. Pasa el tiempo, y, con la vida, crecen los achaques, se muere un poco
el cuerpo, aunque no dejen de volar los sueños y los recuerdos que reviven lo acaecido.
Cada día pienso más en los míos, los idos, los que se me aparecen en la mente
como espectros, sombras, y que, sin embargo, me hablan y señalan bellos
caminos, sendas innovadoras y originales: vida. El tiempo es un poema que la vida
va desentrañando hasta hallar en él la trascendencia y la belleza, el bien y de
la rosa y la luz y la libélula: la plenitud. En el libro El Principito, el Zorro dice al pequeño Príncipe: «El tiempo que
has pasado con la rosa es lo que la hace importante». El amor hace importante
aquello que es amado, y al que ama. La amistad ennoblece al que la recibe y al
que la da. Para eso se ha creado en la Casa Sacerdotal el taller de reparación
de la vida y los achaques que va dejando el tiempo, para poder seguir así valorando
y vistiendo de oro el amor y la amistad; es decir: la vida toda o el amor que
nace en Dios y florece o en la humilde hierba del campo o en el corazón del ser
amado, el que se desvive por hacerte feliz y seguro y al que llamamos
entrañablemente familia o amigo. El taller de rehabilitación, Diario, está en
marcha en la Casa Sacerdotal, para aliviarnos de dolores y pequeñas angustias o los cuidados paliativos que pedimos para enfermos y ancianos y que el gobierno
de turno se niega a ofrecer, prefiriendo la muerte a la vida (18:04:59).