4 de noviembre de 2022. Viernes.
SALMOS EN LA LENGUA DE LOS PÁJAROS
SALMOS EN LA LENGUA DE LOS PÁJAROS
-Un buen sol, no de justicia, sino suave y casi asustadizo, nos alegra
la mañana. El sol palidece en otoño, pero es sol que pone vuelos en las alas, salmos en la lengua de los pájaros y optimismo en las almas; el alma, ese don
que hace parpadear de asombros y ensoñaciones al ser humano y lo redime de ser
animal, o solo homo erecto, sin vacilaciones ni dudas, sin fe por tanto y sin
proyectos, sin vida interior. Si está alegre el alma, se nota en los ojos y en
la boca y en las manos, que ofrecen paz, y hay menos arrugas en la frente, que
son signo de extrañeza o de ansiedad,y también más claridad de ideas. Las
ideas, las que habitan las palabras y las hacen ser, como diría Borges,
«modesto misterio». El poeta domina el aire, al que exige un sitio para su
canción; canción que él piensa y dice y la hace materia abarcable por el aire.
El aire abraza la canción aunque «cantar no explica nada», ha dicho un poeta; o
lo explica todo, digo yo, y es que una vez dicho y liberado, el cantar va y
viene y llena el aire, y lo conmueve, lo asombra, y, dejándose amar, lo hace su
presa, para hacerse eco en él y ser más cantar. Porque el poema es conmoción o
no es nada; la nada, Diario, de tantos poemas, aun de Borges. Dios no puso
palabras en el pico de los pájaros, pero les puso melodías, que, como salmos,
hacen alabanza de su Creador. Oíd, oíd, oíd el salmodiar del pájaro (13:08:20).
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