sábado, 12 de noviembre de 2022

12 de noviembre de 2022. Sábado.
CON UN VERSO BAJO EL SUEÑO

MI madre y su obra, en el recuerdo. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Ayer se oyeron versos en el Museo Ibérico de El Cigarralejo, en Mula, gracias a la invitación de Manolo Cuadrado. Entre ajuares de tumbas ibéricas –cerámicas, fíbulas, fragmentos de tejido de lino, granos de cebada y trigo, altorrelieves, esculturas femeninas y masculinas, cuentas de collar, anillos, agujas, manillas de escudo, puntas de lanza, caballitos, etcétera– mis poemas se dieron cita para entre unos y otros procurar aliento a lo que allí, porque hubo un tiempo en que vivió, aún vive. Lo vivo es lo que está, aun pareciendo haberse ido. O lo que está con lo que estuvo. Queda el labio virtual que bebió en un vaso (su recuerdo), o el dedo que adornó un anillo. Quedan la sed que calmó el vaso y el amor que cercó el anillo. Y las miradas. Yo recitaba versos y las sombras inmortales ibéricas ponían el oído para escuchar; con la veintena de personas que nos acompañaban en vivo. Había personas que se emocionaron, sus ojos las delataban. Y es que los versos tienen eso, que a veces emocionan. O siempre emocionan, porque en sí ellos son emoción: nacen de la emoción y la pasión. Con algún poema de los leídos, conté su circunstancia. No sé por qué la circunstancia, en estos casos, interesa y conmueve. La circunstancia en realidad es la que da luz y presencia al poema. Porque de la circunstancia que nos acompaña, nace o se modela nuestro ser. Ortega y Gasset tuvo la clarividencia de verlo y expresarlo, condensándolo en una fórmula (o grajea filosófica), que aún hoy se estima iluminadora y válida. «Yo soy yo y mi circunstancia», escribió en Meditaciones del Quijote. Para añadir: «Y si no me salvo con ella (con la circunstancia), no me salvo yo». De igual modo podría hablar el poema: «Yo soy yo y la circunstancia del poeta, de la que depende mi forma y contenido y mi ser». Dios anduvo danzando entre las palabras del poeta y las notas musicales del acompañante Juanma, flautista. Dios suele acompañar a quien lo invoca o lo dice, haciéndolo palabra y música, melodía, oleaje de asombro. Tras finalizar el recital –Palabras y alas en el aire– las sombras del Museo, Diario, se durmieron con un verso bajo la almohada de sus sueños, reconfortadas (12:45:15).

jueves, 10 de noviembre de 2022

10 de noviembre de 2022. Jueves.
RECITAL POÉTICO EN MULA

El mar y el poema, inspiración. Los Urrutias. Cartagena.

-El sol, con el otoño, se debilita, toca la suavidad, tanto, que podría decirse: «El sol, suave como la piel de un felino». Y, como un felino, se pasea por la casa, discreto, acogedor, brillando en las cosas. También en los libros. Mañana, recital poético en Mula. Presento mi nuevo libro Palabras y alas en el aire. Leer un poema es como acercarse agua a la boca con la mano en un desierto. Es algo así como hacer que se cumpla hoy la profecía de Isaías: «Convertiré el desierto en lagunas / y la tierra árida en hontanar de aguas». (Is 41, 18). ¿Y esto por qué? Porque los humildes y los pobres, dice, buscan agua, pero no hay nada. Leeré, pues, poemas, y trataré de ser enlace entre el agua y la boca. Beberé de ese manantial que es el libro. Este libro es el estanque, el pequeño lago –Mar Menor– de todo lo que he escrito, desde mi primera aparición en una antología, Poesía sacerdotal contemporánea (1957), hasta el último poemario, Me detuve y toqué el silencio. En Palabras y aves en el aire indago, meto los dedos y los ojos, el corazón y las palabras en el Gran Silencio del que se nutre toda la creación, el que siempre está presente en nuestras vidas, como un relámpago de gracia y de cercanía, y de alegría. Han sido muchos años, muchos libros, mucho amor. Mientras recite mis poemas, se oirá una flauta, como si a lo lejos se estuviera oyendo en un bosque el cantar de la pajarería. Con la satisfacción de una abeja que recuerda el sabor del polen de una rosa, te contaré, Diario, lo que pasó (17:38:57).

miércoles, 9 de noviembre de 2022

9 de noviembre de 2022. Miércoles.
EL MUNDO DEL MAR Y DEL LIBRO

En Dios siempre se hace la luz,. Torre de la Horadada. 

-Saco a pasear a Dios y lo llevo junto al mar, que contempla extasiado, luego le alargo un libro y lo hojea con fruición, para finalizar diciéndome: «¡Qué bello es el mundo en que te mueves!» Le he dicho que no, que aunque éste es mi mundo, hay otro que también lo es y en nada se parece a éste. Le he dicho que el mundo no es así, que ése era el mundo que él ideó y puso en marcha, el primer mundo: el del mar y el del Libro, el de «hágase la luz» y empiece la Escritura, el que sólo era una profecía de belleza. Aquella belleza, sin embargo, se agostó, y hoy el mundo también es Ucrania, Nigeria, Somalia, o el caos bíblico primigenio: «La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo». Y también lo es ahora. Apenas quedan valores, salvo en la Bolsa, que también anda en quiebra, dicen, como los poderes públicos en general y aun los privados, en particular. No hay poder (y aun esclavo del poder) que no ande en quiebra moral. Pero allí, entonces, en el principio, cuando todo era inocencia o alegría por lo inesperado: «un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas», y tu palabra se preparaba para decir: «¡Haya luz!», y, sorprendida, la luz se hizo y la luz aclaró las cosas, que se pusieron a ser cosas y a llenar el mundo con su belleza y movimiento; movimiento al que luego llamaron acontecimientos, o historia, y, a alguno, acontecimiento de libertad; como el de que el hombre comiera del árbol de la ciencia del bien y del mal, y quedara así mal entonces contigo, por desobediencia o por ejercicio de su libertad. Libertad que ha hecho al hombre ser unas veces Dios y otras, un dios equivocado. Quizá fuera esto. La libertad lleva y trae al éxito y al fracaso, a la belleza y al horror, al amor y a la soledad, en los que Dios siempre está, o amando o acompañando, y remediando. En Dios, Diario, siempre hay luz (17:26:08)

martes, 8 de noviembre de 2022

8 de noviembre de 2022. Martes.
EL GRAFITI

Grafiti del principio, según El Roto. El País.

-¿El grafiti de la calle es arte popular, simplemente arte, o una aberración ilógica y pedante? Creo que es una aberración ilógica y pedante. Ilógica, porque no me parece lógico pintar en la pulcritud e intimidad de las paredes, y más si son paredes, que, con una historia detrás, están pobladas de hadas y fantasmas y de los desconchados propios y bellos de su edad. Un grafiti deteriora y envejece una pared antigua o una ciudad, y, con sus tintes y afeites (todos curiosamente mimetizados), afea su historia. Y pedante, porque los hay que se creen (en su pequeña locura iconoclasta) ser o un Picasso o un Munch, o sencillamente ser. No son, pero creen estar. Y creer estar sin ser, es imposible. Chorrean los lienzos de pared de cualquier superficie (aunque se trate de un vagón de tren o el muro de un cementerio) y creen haber descubierto, si no la pintura, sí la libertad. Son ácratas de la convivencia y del buen gusto. Espiritualmente, se enfangan en su misma inmundicia. Y se enfervorizan en su labor. Altamira es arte y las pinturas rupestres de la cueva de Chauvet en el sur de Francia. El arte rupestre es plasmación del alma, del espíritu del que colorea unas paredes en una cueva, Diario, como si de un templo se tratara. Abre así su alma al misterio de la cueva. Para darse suerte o tentar al destino, o al dios (tótem) más próximo. Dios es arte y con solo decirlo ya has abierto un poema en tu boca. «¡Dios!»: «¡Poema!» (12:40:57).

lunes, 7 de noviembre de 2022

7 de noviembre de 2022. Lunes.
EL ÁNGEL AQUEL DE LAS LETRAS

Don Quijote vive, en el hierro. Torre de la Horadada. Alicante.

-Escribir con aquellas máquinas de entonces (la Olivetti 22) era un ejercicio más musical y romántico, más inspirador. Recuerdo que se confundían la música de la máquina y la de la lluvia, y la inspiración –el ángel de las letras– se hacía más insistente en los dedos, que ponía palabras de la máquina al papel, y puntos y comas, e historias y versos, y beatitudes y perversidades, con algún que otro descosido de la vida. De aquellas músicas –lluvia y Olivetti– nacieron obras mías como Introducción a una selva incipiente o El bosque apócrifo, libros de rebelión y guasas, y afanados siempre en conseguir, si es que la hay, una cierta perfección literaria. Porque ni El Quijote, ni Hamlet, ni La Ilíada… están libres de imperfecciones, como cualquier otra excelsa obra nacida de la naturaleza, aunque se llamen Aquiles y su tendón o Alonso Quijano viviendo sus hermosas y desquiciadas fantasías. En el prólogo a Las vidas privadas de Albert Einstein (César Nombela) se dice que la vida de Einstein «se construye siempre sobre lo imperfecto», pues de lo imperfecto (o de la búsqueda en lo imperfecto, como en un baúl de los recuerdos) surge, a veces, la genialidad. La genialidad de ser Cervantes o el autor de El Cantar de los Cantares. O la de ser Jesucristo, el diamante en el vértice de la pirámide en su dimensión humana. Aún recuerdo, Diario, el teclear metálico e inspirador, humilde y lírico, de la máquina de escribir que deletreaba letras como si fueran gotas de lluvia dando en los cristales, quedando grabadas en el papel para hablar y decir sabiduría y acabar siendo reflejo de una emoción vital, la vivida por mí o contemplada alrededor de mí (12:51:32). 

domingo, 6 de noviembre de 2022

 6 de noviembre de 2022. Domingo.
LA GUADAÑA MALÉFICA DEL TIEMPO

Mecánica es arte, en el gimnasio. Torre Eiffel. París.

-El viernes, en la Casa Sacerdotal, día de taller, en el que se han activado las manos de un terapeuta tratando de reparar carrocerías viejas y gastadas. En la Casa Sacerdotal se ha habilitado una especie de pequeño gimnasio en el que remediar los achaques de los más vulnerables, de los machacados por la guadaña maléfica del tiempo, ese anticuario que colecciona ruinas. Pasa el tiempo, y, con la vida, crecen los achaques, se muere un poco el cuerpo, aunque no dejen de volar los sueños y los recuerdos que reviven lo acaecido. Cada día pienso más en los míos, los idos, los que se me aparecen en la mente como espectros, sombras, y que, sin embargo, me hablan y señalan bellos caminos, sendas innovadoras y originales: vida. El tiempo es un poema que la vida va desentrañando hasta hallar en él la trascendencia y la belleza, el bien y de la rosa y la luz y la libélula: la plenitud. En el libro El Principito, el Zorro dice al pequeño Príncipe: «El tiempo que has pasado con la rosa es lo que la hace importante». El amor hace importante aquello que es amado, y al que ama. La amistad ennoblece al que la recibe y al que la da. Para eso se ha creado en la Casa Sacerdotal el taller de reparación de la vida y los achaques que va dejando el tiempo, para poder seguir así valorando y vistiendo de oro el amor y la amistad; es decir: la vida toda o el amor que nace en Dios y florece o en la humilde hierba del campo o en el corazón del ser amado, el que se desvive por hacerte feliz y seguro y al que llamamos entrañablemente familia o amigo. El taller de rehabilitación, Diario, está en marcha en la Casa Sacerdotal, para aliviarnos de dolores y pequeñas angustias o los cuidados paliativos que pedimos para enfermos y ancianos y que el gobierno de turno se niega a ofrecer, prefiriendo la muerte a la vida (18:04:59).

viernes, 4 de noviembre de 2022

4 de noviembre de 2022. Viernes.
SALMOS EN LA LENGUA DE LOS PÁJAROS

El coro y el director, cantando. Torre de la Horadada. 

-Un buen sol, no de justicia, sino suave y casi asustadizo, nos alegra la mañana. El sol palidece en otoño, pero es sol que pone vuelos en las alas, salmos en la lengua de los pájaros y optimismo en las almas; el alma, ese don que hace parpadear de asombros y ensoñaciones al ser humano y lo redime de ser animal, o solo homo erecto, sin vacilaciones ni dudas, sin fe por tanto y sin proyectos, sin vida interior. Si está alegre el alma, se nota en los ojos y en la boca y en las manos, que ofrecen paz, y hay menos arrugas en la frente, que son signo de extrañeza o de ansiedad,y también más claridad de ideas. Las ideas, las que habitan las palabras y las hacen ser, como diría Borges, «modesto misterio». El poeta domina el aire, al que exige un sitio para su canción; canción que él piensa y dice y la hace materia abarcable por el aire. El aire abraza la canción aunque «cantar no explica nada», ha dicho un poeta; o lo explica todo, digo yo, y es que una vez dicho y liberado, el cantar va y viene y llena el aire, y lo conmueve, lo asombra, y, dejándose amar, lo hace su presa, para hacerse eco en él y ser más cantar. Porque el poema es conmoción o no es nada; la nada, Diario, de tantos poemas, aun de Borges. Dios no puso palabras en el pico de los pájaros, pero les puso melodías, que, como salmos, hacen alabanza de su Creador. Oíd, oíd, oíd el salmodiar del pájaro (13:08:20).

jueves, 3 de noviembre de 2022

3 de noviembre de 2022. Jueves.
MANOS RECIENTES EN LA ROSA

Por la mañana, tus manos en la rosa. Torre de la Horadada. Alicante.

-Hace unos días, empezaba así la oración de la mañana: «Tus manos son recientes en la rosa», cantaba yo con el poeta, que ayudaba así a la oración a ser mística y dotada de hermosura, en Laudes. No se rezan palabras hueras y feas, sino poemas en los que Dios habita. Poemas de vida habitados por Dios. Allí donde Dios habita, reverbera la belleza; no hay belleza sin el hálito de Dios en la albañilería verbal de la oración gramatical, ya sea escrita o hablada. San Juan llenó el poema tierra de Palabra de Dios, «que se hizo carne»; la tierra era poema, pero faltaba la Palabra que lo dijera, y la Palabra, entonces, se hizo carne de labio, de lengua, de hombre total, para decirla. La debilidad del hombre, arcilla conducida, modelada, se ve así llena de Espíritu, que es fuego, incendio, fuerza; llena, pues, de Espíritu verbal, de la Palabra, que es vocabulario y dicción de Dios. La Palabra se hizo carne de labio humano, de lengua y paladar, y habitó entre nosotros, en Jesucristo. «Tus manos son recientes en la rosa», lo dije en la oración, y esa mañana miré una rosa, y me pareció que se hundían, como presionados, sus pétalos blancos. Algo se ha posado en ella, y no han sido ni la abeja ni la libélula de papel flotante, la mariposa, de otras veces; algo, con el rumor de un dedo, la ha rozado y se ha movido el blanco, para serlo más. Más blancor, por la acción de un dedo invisible, que no se ha llevado polen, como el insecto, sino que ha dejado blancura, más belleza, en la rosa. Como el pincel de un pintor invisible, Diario, algo se movió en el blanco y lo hizo más blanco, más luz: Dios ponía su mano en la rosa y la rosa se embellecía (13:06:43).

miércoles, 2 de noviembre de 2022

2 de noviembre de 2022. Miércoles.
HITOS HERMOSOS DE MI VIDA

Representación celeste, Catedral de Split. Croacia.

-Como en Navidad, tratándose de los pobres, esta vez, en el día de los difuntos, se podría decir aquello de siente un difunto a su mesa. Y que un Luis García-Berlanga, mansueto y lírico, y surrealista (es decir, cínico, por irónico) tradujera al celuloide el difunto que nadie sentaría a su mesa, salvo el día de todos los difuntos. Hoy, día de todos los difuntos, me acordé de mis difuntos; pero como todos los días. ¿Esperar al día de los santos para recordar a los difuntos? ¡Qué mezquindad! Es como dejar caer por el rico Epulón las migajas (o esquemas del pan) de la mesa para que las coma Lázaro y siga hartándose de hambre. Recordar a los muertos debiera ser siempre una asignatura (nunca pendiente) del amor. Una flor (crisantemo o clavel) para un muerto, un día, es como decir «¡hola!» al viento y que se lo lleve; el viento, que suele excitar y luego huir sin dejar rastro. ¡Hola!, en el viento, es la nada; como nada es (o casi) la flor-recuerdo en el cementerio el día de todos los santos. Este catolicismo nuestro confunde santo con muerto, aunque no muerto con santidad. Mis difuntos van siempre conmigo y conmigo ríen, y lloran, y saltan conmigo de sueño en sueño, y me llaman y les hablo, o callamos y llenamos así los silencios de recuerdos, de anécdotas, de vida. (¿Os acordáis, Javier, y tú, madre, de aquel día? ¿Os acordáis? ¿Y tú, papá, de aquel otro día de pesca? ¿Y vosotros, Consuelo y Alfonso, cuando jugaba a que jugarais, y todo quedaba en querer y no poder?) Ellos van conmigo, porque yo no me suelto de sus manos: de las de padre y madre para no perderme, y de las de Javi, de Consuelo y Alfonso para no perderlos, por haber sido siempre yo el mayor y habérseme confiado cuidar de ellos y no extraviarlos; aunque, al fin, los extravié. Murieron. Pero los encuentro en los recuerdos y en las veces que cada día pienso en ellos, y si es posible con un lúcido rezo en los labios, palabras por las que Dios pasa con ellos de la mano y me sonríen, y así, Diario, los encuentro en Él, como hitos hermosos de mi vida, y de mi fe (12:27:56

martes, 1 de noviembre de 2022

1 de noviembre de 2022.
UNA ESQUINA DE CIELO EN LA TIERRA

Atado a la pobreza, en Polonia

-Si hurgo un poco, me doy con Dios a cada paso en la vida de los hombres; sólo tengo que leer las bienaventuranzas y creerme que dan felicidad a quien las pone en práctica: las vive. Si contemplo la pobreza, por ejemplo, y la hago regocijo interior que me libera, estaré viviendo una bienaventuranza y pisando en suelo de santidad. Dios está en la pobreza porque es libertad, y no ajuar o caja de caudales bancaria como la riqueza, que esclaviza; y está también en el llanto, no por el llanto en sí, sino porque el llanto es signo –sacramento– de angustia, y Dios es como la madre que limpia las lágrimas del hijo que vislumbra un peligro y lo expresa con lágrimas: el fluir de su pena. La pena y el miedo y el desvalimiento se vierten en lágrimas, que son el escape de la angustia; por eso Dios está ahí, para consolar y limpiar, con el pañuelo de su amor, lágrimas. En las misas, hoy he leído con lentitud de deletreo las bienaventuranzas, las que san Mateo pone como cuerda floja por la que hacer equilibrios para irse de cielos. Es el legado de Jesús de Nazaret, el que desde Galilea a Jerusalén pasó haciendo el bien. Las bienaventuranzas son el esquema de lo que el mundo ve como absurdo y Dios (su Hijo) como reglón torcido para escribir bien y rectamente la palabra felicidad. El mundo escribe felicidad con renglones que parecen rectos (dinero, salud, cierto amor) y, al fin, en vez de felicidad salen desencanto y chasco; sin embargo Dios escribe felicidad con los renglones torcidos de las bienaventuranzas y, quien los experimenta, encuentra una felicidad que no da este mundo. Yo, Diario, voy a ver si me embarco una vez más en las bienaventuranzas y sigo estando así en la felicidad continua, que es casi como lograrse una esquina de cielo en la tierra (12:47:38).

lunes, 31 de octubre de 2022

31 de octubre de 2022. Lunes.
SIN RESPUESTAS

Mirando con ojos de vacío, en Cartagena, Ruinas.

-Halloween, o fiesta de la muerte. O si se quiere, el antónimo de fiesta: tristeza de muerte. En la era de la técnica y la ciencia, y el salto a las estrellas, y la alta ilustración, se recuperan fiestas paganas que recuerdan lo más oscuro y lúgubre de tiempos pasados. Tiempos de demonios y brujas, y esoterismos bárbaros. Se estigmatizan costumbres irracionales de antaño, y, sin embargo, se recuperan otras que son brutales y groseras. Las primeras celebraciones de Halloween se hacían para honrar a un tal Samhain, o «señor de la muerte». Es, como se ve, una especie de humor negro. Festejar la muerte. O quizá Halloween sólo sea una excusa, otra más, para la diversión ilusa y desesperada de una sociedad enferma. En esta sociedad del exceso y la incontinencia, todo vale con tal de salirse de la norma y establecer la arbitrariedad como ley. La ley de la sinrazón, que diría Ortega. ¿Diversión? En estas fiestas, se salta, se vocea, se bebe, se suda. Y, en algún caso, como arácnido vigilante, la droga. El olor de estos locales donde se celebra el Halloween debe ser agrio, abrupto, de urinario de cervecería sucia, abandonada. El olor y el sabor. Saborear, masticándola, la acidez del sudor, el propio y el del vecino. La nueva filosofía. Y, de pronto, la tragedia. Sin la grandeza de las clásicas, que aquellas enseñaban humanismo; es decir, comportamientos dignos. De pronto, el chispazo (cualquier cosa), y la avalancha, el sálvese quien pueda. 151 personas caen sin remedio, en Corea del Sur. Y el «señor de la muerte», al que se festejaba, se cobra unas muertes más. Mejor, unas vidas más. Y en una tragedia terrible, por inútil. Yo he rezado por estas muertes en Corea; pero más por los padres, que, como cualquiera, Diario, se preguntarán el porqué, sin hallar respuesta, quizá; o sí, la respuesta –diría un psicólogo– de la locura (17:58:19)

sábado, 29 de octubre de 2022

29 de octubre de 2022. Sábado.
HALAGO DEL OÍDO

Tristeza de las hojas, alegría del árbol. Torre de la Horadada.

-¿Es fresco o es desgana del calor? Uno no sabe si es una u otra cosa. Pero lo cierto es que el otoño ya empieza a dar  muestras de ser la antesala del invierno. Se está vistiendo de jersey y de versos sentimentales. Se está enfriando, como el sol o la mano que saluda desnuda. En los saludos, ya se nota que es otoño: se nota el frío del apretón, del contacto. Aunque arda el cumplido. Antes los poetas cantaban el otoño; ahora, no. ¿Por qué? Juan Ramón Jiménez lo llegó a llamar «encantamiento de oro» y «decadencia de hermosura». El otoño siempre ha tenido un cierto aire melancólico, romántico, que ha procurado la atención y la tensión del poeta. «Por mi vida se va el otoño», dice otro poeta. Pero es el caso que los poetas de ahora se han despreocupado del otoño, y de Dios, y tal vez sea o porque no hay poetas o porque les cae grande la estación de la añoranza, o el infinito de Dios. No cabe en sus versos. Sin embargo, yo sigo creyendo en J. R. Jiménez y en Leopoldo Panero («Porque es como la rama donde la savia nace, / mi corazón, Dios mío, sueña que tú lo ves»), y menos en la poesía de ahora mismo, ésa que apenas nadie lee porque apenas dice, y que ha dejado de ser, Diario, halago del oído y gozo para el espíritu, convirtiéndose en prosa vulgar y oscura, apagada (17:37:07).

viernes, 28 de octubre de 2022

28 de octubre de 2022. Viernes.
EL SOL, PISAPAPELES

Río Segura, reflejando a Murcia. Pasarela Vistabella.

-El sol entra por la ventana y hace, sobre la mesa, de pisapapeles. Días de mucho sol y poco otoño. Los papeles de la mesa, inmovilizados, aplastados por el sol. El otoño es apenas unas hojas caídas del árbol, cuyas raíces piensan en ser ya raíces monacales, enclaustradas, vegetales en dormición, para despertar en primavera, pero que no se lo permite el anticiclón de las Azores. Las Azores son unas islas que montan anticiclones como el circo su carpa, en un santiamén meteorológico. Al anticiclón acompañan el desierto, y dunas, y bellos cuentos de las mil y una noches; pero con ríos raquíticos, apenas ríos de Belén, como de papel de plata, que entristecen los cuentos. El río Segura, en Murcia, es un río de Belén, sin apenas agua, pero con huerta que fuera ubérrima. Huerta que se va muriendo de sed, y de cansancio, y de exterminio urbanístico. La col y el calabacín, y la lechuga, y la acequia, y el brazal, y la aceña, y el azahar, el azur de la Contraparada, y el rumor del agua, y el sudor del huertano, sus manos callosas, los aros color hueso del gusano de la seda, la morera, el capullo y su geometría de artilugio aerostático, todo empieza a ser estampa antigua o triste objeto de museo. El Bando de la Huerta, en Murcia, es una representación inicua de la mentira. Ya no hay huerta, sólo intereses creados regionales y especulativos, obscenidad bursátil. Por eso el sol, el que preside este otoño, me aterra: engaña al árbol y agosta la tierra, y empieza a alentar el desierto, que se viste de duna y de reptil, y de suaves declives, y de espejismos de oasis rojos, pero que son, Diario, muerte emboscada, o infinita soledad de tuareg, desierto, con Dios –al que no oímos–, llamando a nuestras conciencias, sordas (12:41:06).

jueves, 27 de octubre de 2022

27 de octubre de 2022. Jueves.
REZAR A DIOS SIN PALABRAS

Rezar es poner voz a lo que no la tiene. 

-Salgo al balcón y me lavo el rostro con el sol de entre tules del otoño. Más tarde se enfurecerá un poco, pero es un sol amable, sin agujas que puncen, sin demasiados lobos, como los del verano, que muerdan. Yo digo con George Eliot –seudónimo de Mary Ann Evans– que si fuera pájaro volaría sobre la tierra buscando otoños sucesivos. En primavera, se abren flores y hojas en los árboles, mas como diría Albert Camus, el otoño es una segunda primavera, en la que cada hoja es una flor. Mañana, pues, de luz y azul luminosos, fervoroso rezo de amor de la naturaleza a Dios. Las cosas, con solo su presencia, rezan a Dios. Es posible rezar a Dios sin palabras, con solo dejarse ver. Mi oración, cuando de las cosas pasa a Dios, es oración de las cosas. Yo les pongo las palabras que a ellas les faltan, interpretando sus silencios. Como cualquiera que ora. Los silencios de la rosa, de la cumbre nevada, del canto de las aves, del manantial que corre ladera abajo con la bella melodía de su música. Toda esa belleza proclama la belleza de Dios, de la que participa. La naturaleza no es Dios, pero habla de la belleza de Dios. Fue lo que hicieron San Francisco de Asís con su Cántico de las Criaturas: «Alabado seas, Señor, en todas tus Criaturas»; o el cántico de los tres jóvenes Ananías, Azarías y Misael, en el libro de Daniel: «Criaturas del Señor, bendecid al Señor…» En esta mañana de otoño, Diario, yo digo con el salmo 150: «Todo ser que alienta, bendiga al Señor», y de este modo celebro yo, con las cosas, a Dios (17:58:58).

miércoles, 26 de octubre de 2022

26 de octubre de 2022. Miércoles.
TRASTO VERBAL

Hombre con un trasto entre las manos, pescando. Lo Pagán. San Pedro del Pinatar

-A las cosas inútiles, lastimadas, viejas o que estorban se les llama trastos. Puede ser un trasto, por ejemplo, un piano de cola sin cola; o un lírico sin lírica; o un ataúd sin muerto. También puede serlo un etcétera sin nada que añadir a lo ya dicho. El etcétera puede significar que en una disertación se callan cosas o porque supondrían sobreabundancia o porque no interesa decirlas; pero también, porque el orador o maestro o predicador, luego de lo expuesto, no sabe que decir más, aunque hubiese cosas que pudieran ser dichas. Esto último sería un etcétera fulero o de tahúr del Misisipi. Es el etcétera de la ignorancia. En el póker se le llama farol. Y mentira, en confesión. Aunque trasto, la palabra, en su significación, puede ser también una metáfora. E incluso un elemento arrojadizo virtual: como el tirarse los trastos a la cabeza, de un político a otro, que suele ocurrir casi todos los días. La metáfora es un mundo dentro de otro mundo, que casi siempre causa asombro y hace que la imaginación salte en vuelos, o se haga vuelos. El volar de la metáfora. Así como se ha dicho «la imaginación al poder» (Marcuse), también podría decirse el trasto, o lo que se acuerde, a la cabeza. Es el «y tú más» del arrabal. Es, en todo caso, un gesto de mala educación, que se suele usar frecuentemente en esta España nuestra –«mi querida España, esta España mía», de Cecilia–. Ay, Diario, en esta hora de nuestras vidas, la mala educación está a la orden del día, como una plaga maligna (12:48:01)

martes, 25 de octubre de 2022

25 de octubre de 2022. Martes.
CUMPLIR  AÑOS

Belleza de lo viejo, junto al Rin. Alemania.

-Ayer día de alegrías, con aleluya de Haendel al final. Pero, como todo en la vida, las alegrías pasan y queda el sedimento, lo que pesa. Y lo que pesa son los años cumplidos, tantos, que me da pudor decirlos. Podía haber cumplido Ilíadas, Antártidas, o naranjas de la China, pero ayer cumplí años. Siempre me ha gustado cumplir años, para, al momento, “descumplirlos”. A cada año que cumplía, recuerdo, quitaba uno, desde los dieciocho. Y, así, sin mentir, no pasaba de los 18 años cumplidos. Sin embargo, lo de cumplir años es maravilloso: hay quien se acuerda de ti (y más si andas por las redes sociales) y además puedes desactivar el cumple y activar el quita. En vez de un “quita y pon”, es un “pon y quita”. O tratándose de determinados políticos, sátrapas, enloquecidos mercaderes financieros, bueyes almizcleros, etcétera, los hay que quitan y no ponen. O, con el tiempo –y si los cazan–, ponen un poco de lo que han quitado. Es decir, se lo llevan crudo. De 30, según filosofía matemática de Cantinflas, me llevo tres; me llevo tres y restan veintisiete, los que quedan. Como diría Borges, no es una metáfora: «Quizá la historia universal –escribe en La esfera de Pascal– es la historia de unas cuantas metáforas». No. Es la tersa y terca realidad. Buen, decir que ayer cumplí años y me sentí feliz, porque te das cuenta entonces de la cantidad de amigos que tienes, de su cercanía y calidad humana, de su cariño desinteresado. Esas son los gozos y aleluyas por los que –pienso– debe andar Dios. Luego, Diario, caigo en una alicaída añoranza: los años que pasan, me digo, y no volverán, y esto me llena de tristeza, o el poso del café; para, al momento, respirar hondo y decir: «¡Pero son años que he vivido, míos!», y, con gozo, vuelvo a los aleluyas, sin complejos, con vuelos en los ojos (17:39:55).

lunes, 24 de octubre de 2022

24 de octubre de 2022. Lunes.
DIOS SE RÍE CON LA BURLA

Iluminando la oscuridad, el misterio. Torre de la Horadada. 

 -Lo he dicho alguna otra vez: Me dan cierta pena los ateos: sin pretenderlo, siempre tienen a Dios en la boca. De sus dudas y negaciones les brota Dios en los labios como en el prado, tras la lluvia, la hierba. Con amapolas, además, que es su dolor, y su cruz. Dios sobrevolando la duda, poniendo inquietud en sus sombras. Dios desearía salir del no del ateo, evadirse de ese Gulag de la incomprensión; pero no le dejan. Dios, así, sigue en el Gulag del no, en ese acrónimo de la desesperanza. Niegan, y, al negarlo, dicen a Dios; y si es con saña, con saña lo proclaman; es decir, con más signos de admiración que cualquier otra cosa que puedan decir. Si se hace burla de él, también se dice, y la burla, entonces, se hace teología inopinada. Dios, así, llena la burla, e, impensadamente, ésta se hace apología de Dios, entre risas. Aunque con ella se le quiera zaherir, Dios existe en la burla, y aletea sobre el caos de la chanza, como el funámbulo sobre el alambre, sin caerse. Dios se ríe con la burla –es Padre–, y permite que siga el circo, la farándula. Dios, protagonista y espectador. De este modo, Dios, da de comer (científicamente) a la filosofía y al títere. Qué serían la filosofía y el títere sin Dios. Dios, pues, en el no y en la broma, sin dejar de serlo, armonizando el no y la pulla con la duda, que es la fe. Cuando creo reírme de Dios, me río con Dios. En el teatro del mundo, se pregunta el filósofo: ¿Dios es deseo o realidad? Y el que pregunta se da a sí mismo la respuesta: lo que el ser humano echa de menos, eso es Dios. Me quedo, sin embargo, no con el Dios que no deseo, sino con el que tengo. Y lo tengo en mi alegría y en mi llanto, en la mano que doy y en la que me niegan, en el absurdo de la guerra y en la otra mejilla que pongo, que es la paz, y en la que no pongo, que es egoísmo, y en el ir, y en el venir, y en el estar, y en el soñar que sueño, y en el despertarme sin soñar, y en el amén que digo y en el que callo, y en la duda, que es la fe, y en el amor, que nunca es duda, porque es la certeza de dar a cambio de no recibir; y eso quizá cree dudas en el ser amado, pero nunca en el que ama. Me dan pena los ateos, porque sin Dios, sólo se poseen a ellos, removiendo sombras y avernos terrenales, y subjetivos, Diario, como Dante removía infiernos y se miraba en ellos, absorto, confuso (13:01:40).

sábado, 22 de octubre de 2022

 22 de octubre de 2022. Sábado.
LAS AGUAS TURBULENTAS DEL CORAZÓN

Huerto de olivos, Jerusalén. Israel. 

-«Hablar con sosiego y en paz, es el primer paso para entenderse», con Dios y los hombres, y aun con la naturaleza. Y es que como dice San Juan de la Cruz: «En la quietud interior a la que conduce la meditación, el Espíritu unge en secreto el alma y sana nuestras heridas más profundas». Sosegarse es amansar las aguas turbulentas del corazón, y ponerlas al servicio de la vida, con la alegría y la sorpresa de vivirla sin grandes oleajes. La meditación es el arma de la quietud interior, la que va cerrando heridas y pasiones, y abre cielos nuevos, con vuelos nuevos. Volar en el interior del silencio, para poder hablar con Dios, es el milagro de la contemplación. «El silencio –sigue el santo–  es el lenguaje de Dios». Dice el evangelio que Jesús se retiraba a espacios libres de ruidos y de palabras para orar, y, en el silencio, se unía a su Padre Dios. A Jesús le era grato rezar en cualquier lugar, sobre todo en lugares solitarios. Le atraía la naturaleza, como templo sin bóveda, de su oración. El huerto de los olivos y el monte eran los espacios libres donde Él oraba: necesitaba estrellas y paz que le inspiraran. Jesús disfrutaba en la oración de su comunión con el Padre, Diario, y en él nos revelaba la vida que agrada al Padre, la de la intimidad (12:38:09).

viernes, 21 de octubre de 2022

 

21 de octubre de 2022. Viernes.
LOCURA Y ESTULTICIA

Enredo en el jardín. Torre de la Horadada, Alicante.

-Y hubo un país en el que se instauró la locura. La locura puede que no sea una enfermedad; o quizá lo sea; pero es más un continuo estado de asombro. El asombro que, según Aristóteles, hace posible la filosofía, también hace posible la poesía, y la locura. El asombro por la raza aria modeló a un Hitler cruel y paranoico. Cuando Erasmo de Rotterdam escribe su Elogio de la locura, le añade de inmediato: o encomio de la estulticia. O sea, viene a decir que locura y estulticia se complementan, se amigan. Él, que es un racionalista, emplea sin embargo la locura como metáfora didáctica e insolente para describir y hacer burla del mundo que le rodea. Así como en la Escritura la Sabiduría, como si tuviera personalidad propia en Dios, habla por sí misma, Erasmo hace hablar a la locura porque ve que la razón apenas tiene ya voz, ni fuerza, y es considerada como mucho un espasmo de la antigüedad. Erasmo había visto una Europa (y una Iglesia) enlodadas, en pura y frenética decadencia. Los príncipes se destruyen unos a otros; la Iglesia es todo menos evangelio: el lujo y el placer, y la misma guerra (Julio II). La Iglesia no era la voz que clamaba en el desierto: era el mismo desierto, sin voz que la hiciera clamar. Mientras, el pueblo estaba en la más absoluta orfandad espiritual, y la miseria era su vestimenta y su pan, su taparrabos y su mesa. Como ahora, se alababan la ignorancia, el error, la holgazanería, el ir de corrupto listo y guapo por el mundo; es decir, de pijo caviar. Erasmo, con su elogio de la locura, intentó despertar conciencias en una sociedad ebria de hedonismo y estupidez. ¿No es ésta quizá una descripción aproximada (o exacta, no entro en matices) del mundo actual? Una España –dentro de una Europa–, en las que la locura se ha hecho asignatura de universidades sin grados (degradadas), de políticas correctas (totalitarias) y de una sociedad asilvestrada en general (miseria del espíritu). Pero luego de la locura, Diario, viene la destrucción. Advertía Eurípides que los dioses eran así: daban la locura a los hombres para luego destruirlos (18:00:05).

jueves, 20 de octubre de 2022

20 de octubre de 2022. Jueves.
SI ABRO LA MANO

Luna mirando dónde hay un charco para meterse. Casa sacerdotal.Muecia

-Si abro la mano y sale un pájaro, es que se está formando un poema en el aire, como se forma una nube que luego será charco de agua en la tierra, y lugar de lunas reflejadas; pero si abro la mano y sale un saludo, el poema ya está hecho, poema que se dice en la paz y se escribe, sin letras, en los ojos, donde descansan el tiempo y los secretos, y las palabras que se callan, y el Dios de la cruz y la misericordia. Dijo un sabio: «Miré el bosque y ardió, tanto lo amaba»; y nunca supieron que fui yo –excelso amante de la naturaleza– el que, con la mirada, lo había calcinado. Miré el bosque y ardió, y, con él, mi mirada, ceniza enamorada desde entonces. Por eso dicen que hay amores que matan; ¡y tanto que matan!, Diario, pero amando (17:45:12).