12 de noviembre de
2022. Sábado.
CON UN VERSO BAJO EL SUEÑO
CON UN VERSO BAJO EL SUEÑO
-Ayer se oyeron versos en el Museo Ibérico de El Cigarralejo, en Mula,
gracias a la invitación de Manolo Cuadrado. Entre ajuares de tumbas ibéricas –cerámicas,
fíbulas, fragmentos de tejido de lino, granos de cebada y trigo, altorrelieves,
esculturas femeninas y masculinas, cuentas de collar, anillos, agujas, manillas
de escudo, puntas de lanza, caballitos, etcétera– mis poemas se dieron cita
para entre unos y otros procurar aliento a lo que allí, porque hubo un tiempo
en que vivió, aún vive. Lo vivo es lo que está, aun pareciendo haberse ido. O
lo que está con lo que estuvo. Queda el labio virtual que bebió en un vaso (su
recuerdo), o el dedo que adornó un anillo. Quedan la sed que calmó el vaso y el
amor que cercó el anillo. Y las miradas. Yo recitaba versos y las sombras
inmortales ibéricas ponían el oído para escuchar; con la veintena de personas
que nos acompañaban en vivo. Había personas que se emocionaron, sus ojos las
delataban. Y es que los versos tienen eso, que a veces emocionan. O siempre emocionan,
porque en sí ellos son emoción: nacen de la emoción y la pasión. Con algún
poema de los leídos, conté su circunstancia. No sé por qué la circunstancia, en
estos casos, interesa y conmueve. La circunstancia en realidad es la que da luz
y presencia al poema. Porque de la circunstancia que nos acompaña, nace o se
modela nuestro ser. Ortega y Gasset tuvo la clarividencia de verlo y
expresarlo, condensándolo en una fórmula (o grajea filosófica), que aún hoy se
estima iluminadora y válida. «Yo soy yo y mi circunstancia», escribió en Meditaciones del Quijote. Para añadir:
«Y si no me salvo con ella (con la circunstancia), no me salvo yo». De igual
modo podría hablar el poema: «Yo soy yo y la circunstancia del poeta, de la que
depende mi forma y contenido y mi ser». Dios anduvo danzando entre las palabras
del poeta y las notas musicales del acompañante Juanma, flautista. Dios suele
acompañar a quien lo invoca o lo dice, haciéndolo palabra y música, melodía,
oleaje de asombro. Tras finalizar el recital –Palabras y alas en el aire– las sombras del Museo, Diario, se
durmieron con un verso bajo la almohada de sus sueños, reconfortadas
(12:45:15).