lunes, 12 de diciembre de 2022

12 de diciembre de 2022. Lunes.
REY MIDAS DE SUEÑOS

Oro vegetal en el jardín. Torre de la Horadada. 

-He estado un poco resfriado: con tos de carraspeo, una leve llovizna en la nariz, y torpeza en la cabeza; pero ya empiezo a estar normal, que en mí es una especie de maravillosa anormalidad. Y es que esperar me va más que poseer, porque siempre sueño imposibles, que me hacen estar alerta –y feliz– en todo momento. Estar alerta por si de pronto viene otro rey Midas distinto, que convierta en oro la pobreza, en amistad la discordia, y en paz la guerra. Un rey Midas para el que valgan más los sueños que los deseos, y más la mirada de un niño que todos los paisajes que pudieran caber en ella. ¡Siempre con el asombro en su mirada! En las miradas de los niños siempre hay alguna libélula que es hada o un enanito que besa a Blancanieves y que, sin que tenga que intervenir el príncipe, la despierta de su mal sueño. ¿Os imagináis al enanito el Tímido recibiendo, luego de su letargo, el beso de Blancanieves? ¿O al Mudito? Lo dicho: empiezo a estar normal, que, en mí, es entrar –sin dármelas de nada– en una maravillosa anormalidad: la de esperar contra toda esperanza, la de no irritarme por –casi– nada, ver partículas de bondad en lo que el mundo me dice que está podrido; es decir, poner evangelio allí donde solo hay corazones cerrados, egoístas, torpes y cegados: y, con todo trasformado, Diario, ver si puedo tocar la paz (12:59:05).

sábado, 10 de diciembre de 2022

10 de diciembre de 2022. Sábado.
HOGARES DEL FRÍO

 La calle, hogar del frío. F Prensa

-Decimos dos millones y según de qué se trate nos alarma –inquieta–, o no. Si se habla de dos millones de euros, se encienden de luz los ojos y ponemos la mano por si nos cae algo. Con burbujas de luz en los ojos, decimos. «¡Dos millones de euros!» Pero si por el contrario leemos en la prensa: «La pobreza energética severa ha empeorado de una manera extrema: dos millones de hogares no pueden calentar sus hogares». Se nos apaga la luz de los ojos y miramos para otra parte, apesadumbrados. Decimos «pobreza energética» y pensamos en cuerpos desnudos, echados a la calle del frío, con humo de carencia de calor en la boca. Dos millones de hogares sin la posibilidad de vaciarlos de frío y llenarlos de calidez: ponerle un abrigo al frío. Ayer el Papa Francisco lloró ante el monumento a la Inmaculada en Roma, al referirse a los niños que afrontan el invierno de la nieve y los obuses en Ucrania. Llorar de ternura por otros en el túnel sin fin del invierno sin posibilidades de calentarlo es un gesto evangélico de enorme trascendencia y ejemplaridad. Jesús llora con el Papa Francisco, por el frío de tanto niño que morirá este invierno debido a la guerra o a la pobreza energética, debido al egoísmo de unos y la indiferencia de la mayoría, como un alud gélido de desgracias. Y hay que pensar en las palabras de Unamuno, para poder entrar en la trascendencia del momento: «El ser humano muere de frío, no de oscuridad». Así es: la oscuridad puede crear fantasmas, espectros, pero el frío conduce a la muerte. Y Dios, Diario, está, no en el frío, sino en el niño que lo sufre, llorando sus llantos, maldiciendo la injusticia, clamando por la equidad (12:25:33).

viernes, 9 de diciembre de 2022

9 de diciembre de 2022. Viernes.
LA COPA DE LA BURLA

Belleza natural, el agua y la roca. F: P. Illán.

-¿La mujer es don, gracia, lugar de vida, o simplemente objeto? ¿O llama que atrae a los insectos, para chamuscarlos y luego extinguirse? Para mí la mujer (pido perdón al feminismo) es don, gracia y lugar de vida; nunca objeto. Y centelleo, quizá, que ilumina y reconforta, y deleita, sin chamuscar. Pero hay veces que la mujer misma se hace objeto; es decir, cosa que vende, o que se vende, como prima de riesgo. Y el feminismo no dice nada: carga con esta profanidad de la mujer en el mercado persa de la oferta y la demanda, sin un mal velo que lo tape o disimule, y con toda la arrogancia y perversidad del mercado. El ojo clínico del tasador justiprecia la mercancía y la compra, o la vende. Y no es ya el antro –que tampoco–, sino la élite: «las mujeres más bellas muestran sus encantos», leía en una nota de prensa, sobre el contenido de un famoso calendario. Tal vez se trate de aquel paganismo laico del que, al tratar de la mujer actual, escribía Umbral: paganismo «que sólo encuentra espacio en los desfiles, en las playas nudistas, y en la que pasa por la calle», y en los calendarios para espacios de humos o talleres grasientos. Y la mujer, así, no es más que objeto vendible, por un precio. Y si se pone precio a la mujer, mal asunto, pues todo es entonces feminismo profano, fanatismo mercantil, o champán convertido en burbujas, que se desbordan luego por el borde de la copa, ebria, sin contención. Hervor ficticio y espuma en el borde de la copa de la burla y la indignidad, para oprobio de la mujer, y de los mercaderes. Pese a todo, yo apuesto, Diario, por la mujer don, gracia, lugar de vida; dejando que se me llene, así, la apuesta (y la boca) de belleza material y espiritual (17:44:50).

jueves, 8 de diciembre de 2022

 

8 de diciembre de 2022. Jueves.
DIOS LLENÓ A MARÍA DE GRACIA

Coronación de la Virgen, de Velázquez. Museo del Prado. Madrid

-Escribía ayer que Dios se adelantó al tiempo y llenó a María de gracia; gracia que florecería más tarde en el árbol de la cruz. El seno de María debía ser una digna morada, palacio y limpia carne, casa santísima donde el Espíritu dejara su germen: el amor de Dios hecho carne en el Hijo. El amor de Dios se hizo carne en María; y así fue Hijo de Dios e Hijo del Hombre, floreció Palabra de Dios acampada entre los hombres. María, porque Dios lo quiso, fue agraciada con la santidad del Hijo que ella misma había concebido y dado al mundo. Ella concibió a Jesús que luego moriría en la cruz; y las salpicaduras de la gracia de esa cruz se adelantarían para que dieran en ella y fuera concebida sin mancha la que había de dar casa y calor en su seno al que nunca habría de ser manchado. El Hijo, pues, en la casa adornada con la sangre del Cordero, la que lavaría errores y horrores, y pecados. Y yo, Diario, quiero seguir bebiendo pureza y paz en ese poema pensado por Dios que es la Inmaculada Concepción de María, aquella muchacha de Nazaret, sencilla y llena de músicas interiores, librada no solo del pecado, sino adornada con la plenitud de la gracia, y preferida de Dios (11:42:09).

miércoles, 7 de diciembre de 2022

 

7 de diciembre de 2022. Miércoles.
EL DIOS LÍRICO Y ROMÁNTICO

Virgen y Madre, milagro del Amor de Dios. Au: Zacarías Cerezo.

-La de la Inmaculada es una fiesta lírica, y aun con destellos de acontecimiento romántico. El amor anda de por medio. Y el amor, que lo es todo, también es poesía y ternura, o más poesía y ternura que cualquier otra cosa. Dios se hace lírico y romántico en María. Dios es amor; pero es amor que hace versos y envía mensajes de enamorado a María, la muchacha con ojos de gota de aceite que estuvieran siempre cayendo, por humildes. De pronto se le aparece un verso de Dios a María, verso o copla (el Ángel) que la llama:  «Llena de gracia». El verso es así de corto, pero también así de intenso, solemne, sobrenatural. Dios la llama «llena de gracia», porque lo sabe: él la llenó de gracia hasta desbordar ésta el vaso precioso de su ser, el cuenco de su alma, su seno de alborozo y melodías. Y la llenó en el instante mismo de su concepción. Hubo que trastocar todo; Dios pensó en la gracia que manaría torrencial y sangrante de su Hijo en la cruz, un diluvio de gracia salpicando todos los espacios y el tiempo y las cloacas del desamor, para mudarlo todo en amor. Pensó en este acontecer de gracia y, antes de que ocurriera, Diario, se la donó a María, la muchacha de los ojos en brasas y el alma a la espera, en expectativa, en oración y asombro siempre; siempre hecha amor de Dios, dándose (17:19:40).

martes, 6 de diciembre de 2022

 

6 de diciembre de 2022. Martes.
DIOS HABLABA

Dios está en todo, hablando. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Hoy ha muerto un escritor, que, desde siempre, ha sido uno de mis guías más preciados. Guía es el que marcha a la cabeza y abaja alturas y eleva valles. Su nombre es Christian Bobin y escribe con un ángel y espigas de trigo en la pluma. Dice: «He quitado de mi vida cosas inútiles y Dios se ha acercado a ver qué pasaba». Le gustaba la soledad: soledad que es fecunda y una perfecta compañera, que nunca se cansa de uno e inspira cosas bellas, como intentar oír el lenguaje de una flor o, antes de elegirlas para decir algo, escuchar bullir las palabras en la cabeza, como si te rozaran plumas de ala de paloma. En esto coincidimos: la soledad siempre me ha prestado impagables servicios. No la soledad en que te dejan tirado en el olvido las personas que más quieres, sino la soledad que elige uno como protectora de su intimidad, de su  claustro interior, al que solo se asoma el cielo. Bobin, que amaba el silencio y la soledad, escribía en una habitación sin otros rumores que los del bosque. Y escribió: «Mi mesa de trabajo está frente al abedul y el abedul está frente a Dios». Coincidencia: mi mesa de trabajo está frente a los casuarinas de la calle, árboles enhiestos como espadas, y los casuarinas están frente a Dios. Y es que Bobin siempre andaba a la caza de cualquier destello o débil vibración de la divinidad, en cualquier cosa, desde la hoja del abedul al rumor musical del bosque. Bobin, como escritor, fue un evangelista de la presencia de Dios en las cosas sencillas del día a día, como en el café de la mañana o en el temblor o raspear de la pluma al escribir. Bobin fue el silencio –¡chis, Diario, no digas nada!– en el que Dios hablaba (11:23:40).

lunes, 5 de diciembre de 2022

5 de diciembre de 2022. Domingo.
ESTAR AL ACECHO

Esperando la maduración, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Adviento es la respuesta a la profecía de Isaías, que se proclamaba este domingo en la misa: «En aquel día: Brotará un renuevo del tronco de Jesé, un vástago florecerá de su raíz». Desde entonces todo es adviento, expectación: dos palabras para la esperanza. Entre los sinónimos de expectación se hallan los de curiosidad, atención, interés, preocupación. Además de otras, como expectativa, deseo, afán… O sea: estar al acecho, porque se intuye que algo va a ocurrir. Adviento, pues, es curiosidad por ver lo que va a pasar. Pero es también atención para no perderse detalle en el momento en que pase. E interés, porque se intuye que lo que va a pasar es importante. Y preocupación, además, por si no ocurriera lo que parece que va a ocurrir. Es esperar con un deseo afanoso, de cierto nerviosismo e inquietud, ansiedad. Hasta que nace Jesús en Belén, todo el Antiguo Testamento es un adviento, una espera: curiosidad, atención, interés, preocupación, por cosas que pasarían. Y lo es desde el primer capítulo del Génesis. Tras el pecado de Adán y Eva, Dios anuncia un adviento y empieza a ser todo expectativa y deseo, afán de cumplimiento. «Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje, él te pisará la cabeza», dice Dios; y, desde entonces, patriarcas y profetas, reyes e imperios, filosofías y sabiduría, tiempos y espacios, poesía, todo, se hace angustiosa pero ilusionada expectativa; es decir, se hace adviento, esperanza. Todo aguarda a que se haga realidad en la Historia, que el aquél «Él», pise la cabeza del reptil, del provocador de la ruptura entre Dios y el hombre, y renazca, Diario, la felicidad y la paz, y la Amistad (13:15:31).

sábado, 3 de diciembre de 2022

3 de diciembre de 2022. Sábado.
TREINTA Y SEIS ANIVERSARIO

Humilde foto de la fiesta de ayer, en Casa Sacerdotal. Murcia

-La fiesta viene de dentro, como el amor. Se enciende una chispa en el alma y brota en los ojos, en las manos, en el abrazo. Hay fiestas que son solo estruendo, fanfarria, cohetería vana. La fiesta nunca te puede venir dada, tienes que crearla tú en tu corazón. Ayer, en la Casa Sacerdotal, hubo fiesta y reconocimientos. Como alguien dijo: «Yo no voy a la fiesta, yo soy la fiesta». La fiesta no se hace, la fiesta se lleva y se da. Ayer celebramos el treinta y seis aniversario de la inauguración de la Casa Sacerdotal: hubo obispo –dos–, misa y comida de hermandad. A causa de la pandemia, hacía dos años que no podíamos sacar la fiesta de nuestro corazón a pasear, y teníamos mucha fiesta guardada en él. Ayer fue especial, con poco aparato exterior –la casa vestida de estrellas y luces para la Navidad solo–, vivimos una bella y abundante fiesta, llena de destellos, saludos, abrazos. La juventud se fusionó con la ancianidad y ambas de la mano repartieron sus risas y recuerdos. En los recuerdos reíamos lo vivido, para regocijo de la juventud. Al final de la comida, hubo diplomas para el personal que sirve y nos hace llevadera la vida en la Casa, con notas de alegría y cercanía. El Obispo les entregó un diploma enmarcado en madera. Yo, agradecido, pensé: «Si el marco fuera de oro no pagaríamos sus abnegados y, no obstante, alegres y benéficos servicios». Contemplando a las señoras que nos sirven, Diario, pensé en mi madre, que siempre sirvió, dentro y fuera de casa, y nunca le oí una sola queja; como cualquier madre, que lo sea de verdad, supongo. Sólo pido una cosa: que el año próximo nos volvamos a encontrar en una fiesta parecida, o similar, amén (11:09:22).

viernes, 2 de diciembre de 2022

2 de diciembre de 2022. Viernes.
EL ROSTRO DEL FRÍO

El frío que llega, y la pobreza desnuda. F: Prensa

-Esta noche, ha lloviznado un poco, como una aspersión del cielo sobre un otoño tardío. Hoy he visto el rostro del frío; nunca pensé que el frío pudiera tener rostro, y hoy lo he visto en el harapo de un indigente echado, en forma de ovillo, en un soportal. Era un sin-techo en la cuneta del frío; un necesitado de calor. De vez en vez se celebra un día (Caritas) para recordar a los sin-techo, se les conmemora en las iglesias, y, más tarde, al calor del hogar (de nuestro hogar), y hacemos un lamento entonces, montamos un drama, pero nada más: los sin-techo se quedan fuera, sin techo, y nosotros dentro, bajo techado. El techo de Dios –el cielo– para ellos y para nosotros, el menos hermoso del hogar, pero más seguro. ¡Hace tanto frío en las estrellas y en el plumaje del pájaro que vuela! Y, si Dios y unas elecciones no lo remedian, habrá más rostros del frío en las cunetas, y en las conciencias: el paro y la pobreza que aumentan, la nieve que se anuncia ardiente de tan fría y, aunque blanca, cruel, blanca para el esquiador, cruel para el desheredado. Hoy he visto el rostro del frío y me he quedado helado, Diario, es un rostro que denuncia injusticias de las que tal vez yo –¿y por qué no?– sea copartícipe, y Dios con el pobre en el portal, tratando –en sus huesos– de calentar el frío (17:45:18).

jueves, 1 de diciembre de 2022

1 de diciembre de 2022. Jueves.
MELANCOLÍA

Sombras melancólicas de otoño, en el jardín. Torre de la Horadada.

-El tiempo se viste con tinte otoñal y me invade la melancolía. La melancolía es un don del que sólo dispone el melancólico; es decir, aquél que, al ir a beber un vaso de agua, termina por no hacerlo, porque se imagina que en el fondo del vaso hay un tipo ahogado, y se lo cree; melancólico o hipocondríaco (¡caray!) es el que ve todo “negro”, con el añadido de una secreción de “bilis” de un hígado destrozado. El melancólico es el que se viste de abatimiento y, por algo tan insustancial como un desamor mal digerido, termina por abatirse con un tiro, como Larra. Los hay que digieren un desamor (o mal trago amoroso) con güisqui y un poco de melancolía; Larra no supo, y prefirió la melancolía y un tiro (era lo romántico) a un güisqui. El romanticismo era así: dispuesto a verlo todo negro y a excretar bilis, a revolucionarlo todo, desde las letras a las artes; excita tanto la imaginación con respecto al modo de morir que prefiere la muerte del tiro en la sien, a la muerte en cama, con el llanto de los deudos y el unte del aceite de la extremaunción en los ojos, la frente y las extremidades: el consuelo espiritual. Larra, pasional y emotivo, características del romanticismo, desecha para su último tránsito la cama y la cruz y se embarca en las alas de un tiro en la sien por el que irse al otro mundo, tan derecho y tan volando. Tal vez Rousseau y Goethe, precursores del romanticismo, no lo hubieran visto bien; ni yo que, aunque envuelto por el otoño en lo negro y lo triste de la melancolía, opto por el güisqui con soda (es un decir, no bebo güisqui), antes que por el tiro en la sien. En todo caso, Diario, es mejor (es mi recomendación) beber el bálsamo de la paz de Dios y dormirse en su amor, mucho mejor (13:09:12).

miércoles, 30 de noviembre de 2022

30 de noviembre de 2022. Miércoles.
ASOMBROS

Asombrado por la grandeza de la creeación. Zacarías Cerezo. Murcia

-Toda poesía nace de un asombro, decía Aristóteles: es el asombro de quien se maravilla de algo y lo escribe; correspondido por otro asombro: el de quien lee lo escrito y se vuelve a asombrar. Desde el asombro de Dios tras la creación –«Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien»– (Génesis), es una cadena ininterrumpida de asombros, hasta hoy. Es decir: Dios se asombró de su obra y ahí sigue, añadiéndole pinceladas de belleza cada día. Con el fin de noviembre, se abre la puerta al mes de los misterios, que hace que sigamos asombrándonos de maravillas insospechadas. Es la poesía de Dios, que un buen día nos asombró enviando un ángel para decirle a una muchacha de Nazaret que sería madre de su Hijo. Se inventó un poema y, por medio del ángel, se lo dijo a María. «Dios te salve, llena de gracia», y el ángel, iluminado en sus labios, se volvió paladeando la belleza del poema. Poema, Diario, que se hizo realidad con el Nacimiento de Jesús, en Belén: el poema más hermoso y trascendente que Dios haya escrito para la historia, porque como diría Aristóteles: «Toda poesía nace de un asombro», y Dios es poesía y asombro, y belleza (12:30:09). 

martes, 29 de noviembre de 2022

29 de noviembre de 2022. Martes.
LOS DEDOS COMO SUEÑO

Escribiendo su ADN en la rosa, en el jardín. Torre de la Horadada.

-Me miro los dedos y se me hacen baile (un bailable) ante los ojos: son dedos de magia y prestidigitación, o eso veo yo, y de sombreros de copa, en circos infantiles, de los que salen chorros de palomas imposibles y conejos con orejas alertas; me miro los dedos y se me hacen músicas de Johann S. Bach en fuga por las teclas del órgano, acorralando a la armonía para que, escapada del artilugio de tubos y fuelles, se haga, por inabarcable, cosa excepcional en el mundo de los sonidos, como las utopías: las utopías suenan siempre más allá de la realidad, en el más lejos todavía de todas las cosas. El dedo, los dedos, los que modelan y señalan, fueron sueño en la mente de Steve Jobs y se hicieron realidad en su Apple Iphone, el teléfono móvil. Bach creó música para ser dicha con los dedos; Jobs, valiéndose de los dedos, creó comunicación, redujo la esfera terráquea del saber, la comprimió e hizo que se pudiera remover el mundo de la información en el frágil rectángulo del Iphone, con la sencilla palanca de un dedo, que esta vez sí fue suficiente para mover el mundo. Se da la dedada y se abre el saber que encierra el ser de todas las cosas, y sus contornos, con sus notas de sociedad y sus músicas, y sus risas y sus llantos, la vida toda, aun la de los arrabales. Tener el mundo de la comunicación y la sabiduría, todo, en un artilugio que cabe en una mano, con un dedo artífice de ensueños, que hace las delicias de los sentidos, es, Diario, un milagro de la técnica y de los sueños del hombre. Aunque algo habrá de Dios en ese milagro, como el gran soñador que él es: Él soñó y realizó –y compuso– la creación, con solo decirla, decía la palabra «Hágase» y surgía la luz y todo lo que ella ilumina, los infinitos mundos grandes y pequeños, bellos y feos, todo, hasta el bosón de Higgs, todo (12:48:35). 

lunes, 28 de noviembre de 2022

28 de noviembre de 2022. Lunes.
UN DÁTIL DE NUNCA ACABAR

Charlot componiendo risas, en su película El Chico. F: Prensa

-Para darle qué hacer a las piernas (y al corazón, según dicen), he salido a pasear. Y me he cansado. He descubierto que los años se notan al andar y en el hecho de darle más importancia a los recuerdos que a los proyectos. La vejez omite pasos y acrecienta recuerdos. El corazón se alimenta, dicen, de los pasos que se dan. Pasos y corazón van unidos. Como los recuerdos y los años. Con todo, yo intento que los proyectos superen a los años, y es así como logro quitarme años de encima. ¿Cuántos años tienes?, me preguntan. Menos que proyectos, contesto, y quedo como el que prepara una oposición o proyecta un viaje a las estrellas; es decir, a punto de ser siempre joven. En perspectiva tengo un libro de poemas, un libro de cuentos y el Diario en mi blog; y no detengo la fábrica de los sueños que es el leer. Ahora releo La Eneida y no cejo con la Biblia, y me apresuro con Ortega, etcétera. Rezar, andar y leer son tres antídotos contra la vejez. Me gusta el anciano Joseph Ratzinger (el papa emérito Benedicto XVI), porque siempre tiene un libro que ofrecer. Ratzinger cumple más libros que años. Como digo, una vez más estoy releyendo La Eneida, libro que, aunque escrito por Virgilio, es, según Paul Valéry, poeta, el mejor libro de Homero. Parece que esta vez el alumno superó al maestro. Se piensa que Homero es más porque abrió caminos; pero Virgilio lo supera, dicen, porque los define y los ensancha. Da la sensación de ser más mar el mar de Virgilio que el de Homero y más precisos y excitantes los personajes que delinea en su libro. Es un novelista excepcional de la antigüedad más moderna. Releer a Virgilio es como ponerse un dátil en la boca y paladearlo sin fin: un dátil –ocurre con cualquier libro excelso– de nunca acabar. Al caer la tarde, Diario, salgo a pasear y veo mi pequeño mundo de la araña y el mirlo, de la tórtola y la hoja que cae y de la hormiga que aún resiste al otoño que agoniza, y veo a Dios moverse en esta altísima belleza de su creación: «Dios miró y vio que todo lo que había hecho era bueno», dice la Escritura (17:18:12).

domingo, 27 de noviembre de 2022

 

27 de noviembre de 2022. Domingo.
DEJAR VIVIR

Esta mañana la paz en mi balcón, invitándome a convivir. Casa Sacerdotal. Mu5cia

-Vivir y dejar vivir: amando. Es mi lema por el que lucho y con el que trato de ordenar mi vida. Ha ocurrido que a veces he vivido sin dejar vivir y lo he lamentado, ha sido mi decepción, el fiasco de mi vida, mi fundido en negro. Y es que como decía el dramaturgo Bernard Shaw: «La vida no es encontrarse a sí mismo; la vida es crearse a sí mismo». Y esto, como el crecimiento, es lento y laborioso, lleno de dificultades; pero, si se consigue, es el éxtasis de la vida, tocar aquí el más allá de la bienaventuranza, el origen de la paz y la total liberación, la verdad que calma y hace reír, es abrirse al gran Amor, al Dios que ama y se da amando (18:06:00).

sábado, 26 de noviembre de 2022

26 de noviembre de 2022. Sábado.
ADVIENTO: APRENDIZAJE DE AMOR

Adviento, luz adelantada de Navidad. F: El Debate.

-La liturgia es un protocolo o regla ceremonial que ordena para el cristiano los tiempos de la oración y sus ritmos. Y en este ir y venir de tiempos y ritmos, ha tocado celebrar la oración en adviento; es decir, en expectación, en inquieta esperanza, en mirada hacia el porvenir, que acabará en una llegada, un advenimiento, un arribo. La Navidad es eso: el arribo de Dios a nuestra tierra: vendrá y acampará entre nosotros, se empadronará como uno de los nuestros. Vivirá puerta con puerta con el hombre. San Juan lo dice: «acampar»: poner su Morada entre nosotros, encarnarse, revestirse de carne frágil, de humanidad, tomar la debilidad como su ser y aoarecer como indigente que alarga la mano y pide a tu puerta (Jn 1, 14). ¿Y para qué? Para enseñarnos a amar desde la debilidad. Sólo se puede amar desde la debilidad. Todo «te amo» es un himno a la rendición o docilidad libre de la voluntad. Es un gozoso decir: «¡Dispón de mí!». El cristiano, pues, se prepara para este acontecimiento: nada menos que para dejarse ilustrar en el aprendizaje del amor. Dios, que es amor, nos quiere advertir: esto es el amor y así se ama. Y pone su vida como enseñanza. Mañana, primer domingo de adviento, se nos indica el primer paso a dar. El paso de la vigilancia. «Mirad, vigilad, no sabéis cuándo». Es decir: cuándo es o llega el amor: «si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer». Porque puede que llegue «de improviso, y nos encuentre dormidos» (Mc 13, 33-35). Vivir en adviento es hacerlo en vigilancia, sin el descuido del letargo, del entumecimiento, con la atención como brasa encendida, quemándonos. Porque llegan tiempos de amor, Diario, y es necesario estar preparados, como la hormiga que el otro día adivinó un rayo de sol (otoñal) y salió a ver qué hallaba para la despensa del hormiguero: nosotros, de igual modo, esperando el rayo de sol, del amor, del Emmanuel: del «Dios con nosotros». ¡Oh, adviento! (12:39:27).

viernes, 25 de noviembre de 2022

25 de noviembre de 2022. Viernes.
MI ESPERANZA

Iglesia de Jana Góra, donde es venerada la Virgen de Czestochowa. Polonia.

-No es culpa de la democracia, sino de los que se aprovechan y se nutren de ella. Como el buitre de la carroña. Los hay vestidos de democracia, pero desnudos de pudor. Si en democracia no se cumplen las leyes, ¿dónde está la razón de ser del invento? ¿La democracia es un río revuelto con ganancias de ciertos pescadores o un río canalizado por el que a cualquiera le es posible navegar con los mínimos sobresaltos posibles, si respeta las leyes? Pues un señor llamado Sánchez dice que no, que la democracia es él. Nada parará su proceso de descomposición del estado. Las Leyes que ayer aprobaron el sanchismo, independentistas y filo etarras van en esa dirección. Como se ve, para los que viven y trepan por la política, quizá haya leyes, pero no «ética”. Golpe al poder legal del estado. La ley la cumple el plebeyo, pero no el sátrapa, que impone sus veleidades. Pero desempolvando a Aristóteles y ante este desvarío político del presidente y sus ariscos conmilitones, ¿en qué categoría entrarían estas irresponsables carcomas de la Constitución, en la de bestias o la de dioses? Es la calificación que él da a los que, saltándose las leyes a la torera en una sociedad democrática y civilizada, son incapaces de participar en proyectos comunes y solidarios, sin iras y sin furias. No saben convivir. La bestia y el dios pagano viven aislados: no son sociables. Se bastan a sí mismos con sus arrogancias y sus miedos, dice. Menos mal, Diario, que Dios, el trino, el familiar, el que ama y es amado («Dios es amor», dice san Juan), no se cansa de ser providencia; es decir, Esperanza (17:36:02).

jueves, 24 de noviembre de 2022

 24 de noviembre de 2022. Jueves.
¡ESCRIBIR, QUÉ SUEÑO!

Inscripción cristiana en unas ruinas de Capadocia. Turquía.

-Hoy que no sé sobre qué escribir, escribiré sobre qué escribir. Escribir sobre qué escribir te lleva a escribir sobre el Gobierno y el desgobierno, sobre los descontentos y los contentos, sobre el qué dirán o sobre lo que no se dice o lo que podrías haber dicho. El Gobierno, como el desgobierno, es una gaviota mojada (no se sabe con qué aguas), llena de escalofríos y muy desmejorada. Ahora que todo se está desmadejando. Se desmadejan la Patria, el Rey, la Familia, y hasta Los santos inocentes de Miguel Delibes. Los santos inocentes ya no son ni tan inocentes ni tan santos; ahora son mileuristas y de copago sanitario en la atención médica. No saber sobre qué escribir, tiene estas malas consecuencias, porque te pones y escribes de todo, sin detenerte en nada en concreto, como la mariposa que revolotea sobre la flor o el perro que olisquea frenético, y que al fin se van sin polen y sin hueso. La impaciencia mata la reflexión y la pausa, que, como diría Voltaire, son, Diario, las que al escritor le hacen escribir palabras sencillas y cada una puesta en su lugar. Escribir, ¡qué sueño más bello y casi siempre inalcanzable! (12:27:50).

miércoles, 23 de noviembre de 2022

23 de noviembre de 2022. Miércoles.
PERDIDO Y HALLADO

Hallado en mi "Diario", como alguien perdido. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Hay veces que creo no estar y me pierdo. Y, perdido, no me encuentro. Busco y no doy conmigo: ni en el jardín de abajo donde la araña gigante teje sus redes, ni en el libro que acabo de cerrar, ni en la pirámide de Keops. En nada. Busco a tientas, porque todo es oscuridad, o así lo parece. El pájaro que salta en el jardín no me lleva en su pico, por lo que no me considero parte o corchea de su canto. No estoy en la cortina que sacudo, ni en el polvillo que salta de ella. Esta vez no estoy ni en el lápiz, donde viven todas las historias. Miro, y no estoy en la carpeta, ni en el cortaplumas, ni en el altavoz del compacto. ¡Ni en el espejo! Y doy mi palabra de que no soy vampiro. No estoy en la luz; es decir, en sus ondas electromagnéticas. Podría estar en la teoría de la relatividad, pero Einstein me ha dejado sin espacio y el tiempo no me llega. Ya no sé dónde buscar, y no sé qué hacer perdido. «¿Y si estuviera en mi Diario?», me digo. Miro, ¡y, efectivamente, ahí estoy, en ti, Diario!, al que le cuento el día a día de mi longeva vejez, cuando rezo y cuando sueño, cuando vivo la alegría de existir y a veces la tristeza de tener que morir, y, sobre todo, el gozo de estar en Dios, al que creo amar y me doy a Él en todo, también en mis defectos, que Él borra y pone en ellos el temblor de su gracia, como un ascua que no se apaga y con solo un soplo vuelve a encenderse (12:30:00).

martes, 22 de noviembre de 2022

22 de noviembre de 2022. Martes.
CANSANCIO EN EL SUELO

Hojas doradas, esperando caer: es otoño. Torre de la Horadada. 

-La lluvia, si no es torrencial, es lirismo, rumor, tecla que se hace música en las hojas, cansancio en el suelo. Machado saca su verso a pasear y lo hace otoño, con nubes cenicientas que ensombrecen el campo de Castilla; al igual que Juan Ramón que hace que por el jardín ande el otoño: «La vida –el árbol, el jardín… ¡la muerte!– / está de luto bajo el cielo blanco». Todo verso tiene un jardín y una hoja caída, quizá, con los que hablar. Yo, de mañana, miro el jardín desde mi balcón y lo hago lugar de rezos, y de confidencias con las plantas. Hablo –así suelo– a Dios y a su obra; o sea, hablo al Moisés de Miguel Ángel para que me oiga Miguel Ángel: así el uno me lleva al otro: la obra, a su autor. Le hablo al Moisés, y se me aparece Miguel Ángel; o a Dios en la rosa, si le hablo a ésta de Dios. La palabra que regalo a la rosa es oída por el Dios que creó la rosa, y así me oyen la rosa y Dios, su hacedor, y mi oración se hace palabra encarnada en Dios. Si Dios, en su Hijo, se hizo Palabra encarnada en la naturaleza humana, mi palabra, en la rosa, se hace palabra encarnada en Dios. El objeto de mi palabra dada a la rosa, no es la rosa, sino Dios. San Francisco hacía esto: hablando al sol, a la luna, al viento, a la lluvia, a la madre tierra, hacía alabanza a Dios. Yo hablo a la rosa, a la aceituna en el olivo, o a la lluvia en el jardín, y me oye Dios. Yo hablo a las cosas, Diario, y percibo el oído de Dios oyéndome en ellas: así lo creo y así lo escribo (17:14:46).

lunes, 21 de noviembre de 2022

21 de noviembre de 2022. Lunes.
RUINAS QUE HABLAN 

Oyendo música en el odeón de Éfeso. Turquía. 

-Mañana esta, en la que el sol juega al escondite: ahora estoy y luego no estoy. Es un modo de decirnos que andamos en otoño, donde el sol se hace de cendal, velo que no tapa, solo esconde. Viendo al sol irse y volver, me he dicho: «Igual que los recuerdos, que van y vienen». Hoy, no sé por qué, me han venido a la memoria el recuerdo de las ruinas de Éfeso, donde san Pablo evangelizó a gentiles. Éfeso es la monumentalidad humillada; o mejor: la humillación enaltecida. Al fin, todo monumento es más sublime en la ruina que en el instante de su funcionalidad. La funcionalidad oscurece el monumento; la ruina, lo ensalza. No es lo mismo decir «aquí hay», que «aquí hubo»; el «aquí hubo» es más ensoñador. Te lleva a ver lo que quizá no existió. O existió de otro modo, más maravilloso, si así se lo imagina uno. La realidad, que es vulgar en sí misma, con el paso del tiempo se hace fantasía en los restos que va dejando. Es imposible un palacio nuevo con fantasmas; los fantasmas nacen de la vejez y telarañas, y de la alucinación que causa una tela de araña con polvo y moscas allí atrapadas, en un pasadizo secreto. Éfeso es un monumento al esplendor de la decadencia. Cuando Androklo, hijo del rey Codros, fundó la ciudad, jamás pensaría que Éfeso sería ruina y ruina eminente, gloriosa ruina, tal vez con más fama ahora que en sus días de pompa y trasiego. La gloria pasa, la ruina queda. En Éfeso, lugar de mercaderes, ahora se vende la ruina. En el inmenso teatro de Éfeso, ahora se representa la desolación. Lo que fue, ya no es; y lo que ahora es, ya no está en los libros; sólo se encuentra en la piedra y en las agencias de viajes. Como el sol de otoño. Sin embargo, el Espíritu de san Pablo aún sigue allí. En el Ágora, donde, durante dos años, se oyó su voz-evangelio: o buena noticia. El Espíritu de Pablo y también el de Juan, con el de la Virgen María Estos lugares, Diario, desde la fe, todavía exhalan su presencia de buen olor, suave y libre: el de la verdad (17:08:39).