24 de noviembre de 2022. Jueves.
¡ESCRIBIR, QUÉ SUEÑO!
¡ESCRIBIR, QUÉ SUEÑO!
-Hoy que no sé sobre qué escribir, escribiré sobre qué escribir.
Escribir sobre qué escribir te lleva a escribir sobre el Gobierno y el
desgobierno, sobre los descontentos y los contentos, sobre el qué dirán o sobre
lo que no se dice o lo que podrías haber dicho. El Gobierno, como el desgobierno,
es una gaviota mojada (no se sabe con qué aguas), llena de escalofríos y muy
desmejorada. Ahora que todo se está desmadejando. Se desmadejan la Patria, el
Rey, la Familia, y hasta Los santos
inocentes de Miguel Delibes. Los santos inocentes ya no son ni tan
inocentes ni tan santos; ahora son mileuristas y de copago sanitario en la
atención médica. No saber sobre qué escribir,
tiene estas malas consecuencias, porque te pones y escribes de todo, sin detenerte en nada en concreto, como la mariposa que revolotea sobre la flor o el perro
que olisquea frenético, y que al fin se van sin polen y sin hueso. La
impaciencia mata la reflexión y la pausa, que, como diría Voltaire, son,
Diario, las que al escritor le hacen escribir palabras sencillas y cada una
puesta en su lugar. Escribir, ¡qué sueño más bello y casi siempre inalcanzable!
(12:27:50).
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