4 de marzo de 2023. Sábado.
UN SUSURRO AL CORAZÓN
UN SUSURRO AL CORAZÓN
-Leer la prensa cualquier día, es andar por la senda de la desesperanza, caer en el abismo de la desmoralización. No hay virtud o bien espiritual, que no se pisotee y mancille, que no se transgreda. Se vive en la inmoralidad constante de la prevaricación, en la indignidad más insolente y descarada, más cínica. Sólo se habla de robos, de políticos mangantes y aficionados a la coca y otras veleidades, de guerras frías y calientes, de universidades enfangadas ideológicamente en las que la ideología pesa más que la reflexión y el estudio; un feminismo delirante, que hace leyes protectoras del delincuente y que humilla a las víctimas; un parlamento en el que la palabra más usada es: «¡Y tú más!», sin elegancia, sin respeto, espejo de una mala y podrida verbena; hay tribunales de justicia, que, en vez justicia, imparten ideología; hay quienes se van de este país, porque en política y en gobernanza todo funciona como un reloj averiado, sin hora y sin visos de poder ser reparado, salvo en unas elecciones serias y honradas; los precios, las familias vulnerables, la tristeza de los silenciados; todo esto y más en un día soleado y azul, que invita a reír y a soñar, y hacer alabanza al Creador, te entristece y abate. Pero yo, con el Papa Francisco, digo: «No quiero ser una esperanza abortada», y sigo confiando y aguardando: llegará el día de la liberación: Dios no deja abandonados a los que creen y confían en su bondad, en su amor. Dios siempre responde, aunque sea con un susurro al corazón, sin ruido, pero apasionadamente (12:28:59).