sábado, 11 de mayo de 2019

11 de mayo de 2019. Sábado.
RUBALCABA

Y llegó el ocaso, en Murcia. Casa Sacerdotal. F: FotVi

-Y Rubalcaba ya está en el más allá, donde se aclaran las verdades. Y las mentiras. Ahora, en la hora de la muerte, todos son elogios, nadie se atreve a decir que fue hombre y que tuvo momentos de luz y de sombra. Como el árbol, como la ley o el derecho, como la monja o el progre. Todos caminamos por la vida apartando sombras y descubriendo luces. Como el que anda por la selva. Unas veces acertamos y otras nos equivocamos. Desbrozamos maleza, hasta que damos con el camino. Pero mientras damos con la salida, recibimos heridas y contratiempos, que nos hacen unas veces dudar y otras llenarnos de nueva energía. La fe es noche oscura, decía San Juan de la Cruz. En ese día a día de la fe, vas tanteando, tropiezas, caes, te levantas; tocas la luz, te deslumbra, y la dejas caer, la pierdes, pero sigues desbrozando bosque. Hasta que, de pronto, y sin aviso previo, te desplomas y caes. Se acabaron las dudas. Llega el más allá, donde tal vez se encuentre nuestra salida. Y ahí está Rubalcaba, solo, con su conciencia y sus actos, y su debilidad, y su grandeza de persona. Yo, por si acaso la necesita, Diario, le voy a dar lo que nadie le ha ofrecido: una oración; quizá, en el más allá, le dé claridad para ver la Luz, la que se percibe –dicen– sin deslumbrar, y sin herir (19:00:04).

viernes, 10 de mayo de 2019

10 de mayo de 2019. Viernes.
SIN RESPETO Y ALEVOSÍA

Democracia, todas las florecillas iguales. En Vistabella. Murcia. F: FotVi

-Salimos de una y nos meten en otra. Estos chicos no tienen hartura. Una fue el 28 de abril y otra, el 26 de mayo. Elecciones. Qué hermoso fue la primera vez: fue como abrir la mano y que te saltara una paloma. Y saltó la paloma: la libertad. La emoción iba de los ojos a las papeletas, y de estas a las urnas. Y, al depositar la papeleta, nos mirábamos y reíamos. Recuerdo la fiesta: como un rito sagrado. Mi madre y yo: un poco temblorosos. Al echar la papeleta dijo mi madre: «Por un voto, se pierde o se gana». Había vivido la tragedia de la guerra y el hambre de la posguerra. Y echar la papeleta le parecía beber un trago de agua con una sed extrema. Estábamos bebiendo el agua de la democracia. Dijo adiós a la mesa y salimos del colegio electoral. Y hasta hoy. Que, en pocos días, nos llaman a dos votaciones, sin respeto, con alevosía. Ahora bien, Diario, como diría Albert Einstein, que nadie, en democracia, se sienta divinizado, que el orgullo y el despotismo son las malas hierbas de la democracia, y el principio de su (posible) destrucción (19:24:18).

jueves, 9 de mayo de 2019

9 de mayo de 2019. Jueves.
SU CONCHA

Mirando el misterio, en Salinas de San Pedro del Pinatar. F: FotVi

-Miré y me pareció vislumbrar el infinito, aunque no logré verlo. Insistí en mirar, pero siempre veía un más allá. Luego descubrí que, más que en la mirada, el infinito está en los sueños, donde vive agazapada y temblorosa la utopía. Como esa gatita que maúlla y roza, y te hace amarla. El infinito, que si lo auscultas un poco, te abre al misterio. Y una vez hallado el misterio, si te adentras en él, te vuelves a sorprender, pues caes en la cuenta que estás tocando lo divino. Y entonces cierro los ojos e intuyo que Alguien, desde dentro de lo inefable, Diario, me da la mano y me saluda, y, alargo yo mi mano para devolverle el saludo, y ya no está, o está construyendo el misterio, su modo de esconderse, su concha donde existe (19:14:13).

miércoles, 8 de mayo de 2019

8 de mayo de 2019. Miércoles.
CREAR MITOS

Dioses caídos, en Viena. F: FotVi

-La soberbia casi siempre se paga con una degradante humillación. La semana pasada, a un simple futbolista con habilidades propias (y aunque geniales) de su profesión, le llamaban el inmortal, el único, el excelso, el messi…as. Es el periodismo glotón, voraz, deformador. Que crea mitos, y luego los deja caer para que se rompan. Hoy, después de Anfield, al messi…as ya le llaman el derrotado, el abatido, el andrajoso. A él y a todo su equipo. Lo mismo que el año pasado en Roma. «¡César, los que van a morir te saludan!». Dicen los gladiadores en el circo. «¡Oh, caído, levántate si puedes!», dicen los del anfiteatro, cantando su himno de guerra: «Yo´ull never walk alone» («Nunca caminarás solo»). Y el caído, lleno de sudor y sangre, y barro, ve al César, con el dedo pulgar hacia abajo, hacer la señal del desprestigio y el bochorno. La humildad, Diario, siempre se cobra su tributo; y más, si vas vestido de amarillo, que es color gafe, esquivo a la suerte. A mis amigos del Barҫa, yo les diría con Unamuno: «Empezaré de nuevo desde la humildad», sin dioses de arcilla y sin dependencia excesiva y determinante de los mismos: son dioses que si caen se hacen pedazos (12:27:31).

martes, 7 de mayo de 2019

7 de mayo de 2019. Martes.
LAVARSE EN LA LUZ

Bañándose en luz, en Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi 

-Esta mañana me he lavado las manos en la luz. Las manos y la cara, como un rito sagrado. Lavarse en la luz es un modo de tocar la pureza, dice el poeta. «En la luz he tocado la pureza, / y la pureza a mí, donde el amor. / Tacto». Los poetas dicen locuras. A veces, se hacen inalcanzables. La poesía no es negocio: lo es más la pereza, la mentira, la política hecha banana, por eso hay tanto indigente intelectual dedicado a estudiar la carrera de la verborrea y la baladronada. ¡Qué tristeza! Dice Joan Margarit, poeta, que «un viejo sabio se puede mantener, pero un viejo idiota es insufrible». Y estamos, Diario, salvo alguna soportable excepción, votando y alimentando a avispados, que no a sabios. O el pesebre de la política (19:47:28).

lunes, 6 de mayo de 2019

6 de mayo de 2019. Lunes.
TOPARSE CON EL AMOR

Amanecer brumoso, desde el 5º. Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi
-Amanecer triste, con niebla. Pero reverdece el sol y despeja la bruma, que se viste de azul. Metamorfosis del día: el desánimo se convierte en júbilo. Ayer estuve en Molina: firmando libros. Para Cáritas. En el Paseo de Rosales, donde a la entrada sigue la palmera, pero en el que se han multiplicado las alturas de las casas. Como enanitos que han dejado de serlo en un cuento de hadas. Crecen las casas y menguan las personas. Como le ocurriera a Gulliver en el país de Brobdingnag, que se encontró con gigantes. Desconozco el paisaje, y a la gente que pasa por delante de la caseta. Solo una persona se detuvo, miró, y dijo: «¡Pero si es Vicente!», y se acercó y me dio un abrazo. Me dijo ser de Javalí Viejo. Feliz, compró un libro y se lo entregó a su señora. Pensé: «Por el día de la madre». Luego vinieron otros compradores, pero desconocidos para mí, que también se hicieron con algún libro. Pepe León, el párroco de la Asunción, se llevó cuatro. Los necesitados de Cáritas se lo pagarán. Fue una tarde incómoda: los años, Diario; pero, al fin, tarde agradecida; cuando te topas con el amor, te haces paciente, sensible, perceptivo, y la alegría te invade. Un don (18:36:45).

domingo, 5 de mayo de 2019

5 de mayo de 2019. Domingo.
MADRE, COMO ENTONCES

Para ti, si eres madre. Murcia. F: FotVi

-Digo Madre, y la boca se me llena de Dios. Y de acción de gracias. Cada vez que digo Madre, sin prisa y lamiendo la palabra, me sucede algo extraordinario en la boca, como si celebrara una eucaristía. Decir Madre es pedir perdón, y dar gracias, y recordar sus pasos y sus palabras, y sus manos. ¡Pero, sobre todo, sus miradas! En su mirada, vivían la alabanza y la condena, la bendición y la recriminación. De chaval, cuando hacía algo que me parecía importante o no concorde con lo que me habían enseñado, miraba a los ojos de mi Madre, donde de inmediato hallaba la felicitación o el reproche. Sin palabras, con solo sus ojos, que me miraban y sabían, y celebraban o lamentaban. Anoche soñé que tenía fiebre; vino la mano de mi Madre y se posó en mi fiebre. En ese momento despertaba, y, algún tiempo después, aún me parecía sentir la mano insistiendo sobre la frente, como si un roce de alivio se posara en ella y la calmara: hoy, día de la Madre, Diario. Hoy, como entonces (12:31:56).

sábado, 4 de mayo de 2019

4 de mayo de 2019. Sábado.
EL FILÓSOFO QUE RÍE

Las cruces de la injusticia, en Lituania. F: Juan.

-Heráclito y Demócrito, ambos filósofos griegos, pero el uno lloraba y el otro reía. A Heráclito se le llama «el filósofo que llora» y a Demócrito «el filósofo que ríe». ¿Razón? Quizá fuera porque Demócrito postulaba como aspiración natural de todo individuo, no tanto el placer, la voluptuosidad, el deleite, sino «la tranquilidad de espíritu». Es decir, la paz, la armonía, el equilibrio del alma. O sus silencios, tan fructíferos siempre. Heráclito quizá llorara por aquello que escribió: «Todo fluye y nada permanece», o como lamento por la futilidad e insignificancia del ser. En todo caso, dos filósofos que nos deben hacer pensar. El uno, Demócrito, para iluminarnos en el camino hacia la virtud, hacia lo honesto, lo limpio; y el otro, Heráclito, para valorar en poco la realidad de lo que nos sucede en este mundo, ya que se trata de una realidad frágil y escurridiza, sin consistencia, como la arena que escapa entre los dedos. Un servidor, pensando en el filósofo que ríe, mañana, en Molina, me uniré al grupo de escritores, que con motivo de la Primavera del Libro, están firmando ejemplares de sus obras en la Caseta de Cáritas. Será de las 18 a las 21 horas. Lo recaudado, Diario, quedará como ayuda para la obra social de la Iglesia, que alarga la mano de Dios hasta el pobre y el descartado de esta sociedad, narcisista e ensimismada en sus cosas, y que apenas contempla el dolor y la indigencia del hermano herido de al lado. Pasa y no ve (18:39:54).

viernes, 3 de mayo de 2019

3 de mayo de 2019. Viernes.
VIVIR MAL

Sombras que viven, parásitas. Sevilla. F: FotVi

-Pienso: ningún político vive mal. Sin embargo, hay muchos que alimentan la política –el pueblo–, que viven peor. Ejemplo: Los que andan un día y otro por la fila tenebrosa del paro; los indigentes que en la calle piden una limosna a mano alzada: la misma mano con la que luego dan su voto, quizá, a este o a aquel partido; los del trabajo precario y humillante, de sol a sol, y por un sueldo de indignidad, negros y blancos, y de los Andes; la juventud –dejada y olvidada– que, año tras año, prepara oposiciones, para cuando las haya; el padre y la madre de familia que apenas llegan a fin de mes, con los hijos creciendo y llenos de sueños, que no cumplen; los que en un hospital ven irse los días entre la amabilidad del médico y el suero dándole vida por el canal de las venas. ¡Dios! Sabemos que cada vez que nos piden el voto nos mienten, pero hay que votar. Y lo hacemos: con una pinza en las narices o con el entusiasmo del que vive la fe sublime en las consignas, o en la ideología. Pero ellos –los políticos– viven mejor, ellos que también votan, pero por interés, y, aunque hayan perdido, Diario, no dejan la sonrisa, como un Mefistófeles triunfador, pues se saben ganadores, de una buena soldada (12:27:33).

jueves, 2 de mayo de 2019

2 de mayo de 2019. Jueves.
LA ORQUÍDEA

Humilde y volátil, la orquídea. F: FotVi
-Dos de mayo y la orquídea. Tengo en el estudio una orquídea que, sutilmente, va abriendo sus flores, sin ruido, con pereza. Es como un pequeño milagro vegetal. Es la planta de la luz; sin luz, se muere. Como el poeta sin palabras. Pero ha de ser una luz discreta, no una luz exuberante; no la luz del sol directo, sino una luz matizada, luz que no arda y queme, que roce simplemente. Y ha de estar siempre húmeda, pero sin que la ahogue el agua. Es la planta de la discreción, del recato. Como la santidad, Diario, con una belleza de trazo suave de pincel, sin grandes manchurrones, humilde y volátil, lírica (18:55:08).

miércoles, 1 de mayo de 2019

1 de mayo de 2019. Miércoles.
GRITO DE PUÑO CERRADO

Columpios, de Rosetta Bonatti. F: Google

-Hoy, día de San José obrero, es la fiesta del trabajo en la que, sin embargo, no se trabaja. Es fiesta de reivindicación, de manifestaciones con el puño en alto, puño que habla más de rabia que de fiesta. Pero habla. Se trata de que se oiga al trabajador, que, cercado por el capital, se ve en demasiados casos humillado, preterido, silenciado. Es fácil silenciar las manos del obrero, que solo construyen, sin dar gritos. Las manos del albañil, del carpintero, del orfebre, del músico, del escritor, del campesino, o el lenguaje de las manos que conforman la belleza del mundo, calladamente, con sudor y lágrimas, dando golpes en el mármol hasta que aparece la obra de arte, hasta que surge o la Piedad de Miguel Ángel o Notre Dame de París. O Las Meninas de Velázquez. Es el clamor de la belleza, que, sin palabras, habla, brota del interior del obrero, lo expone a la contemplación del mundo, y maravilla. Es la vibración interior que da en las manos del artista y hace que, estas, con diversos elementos –el mármol, los colores, la plomada, el cincel, las letras– embellezcan y hagan espíritu aquello que es pura materia, y lo que era imperfecto lo conviertan en delicadeza, gracia, suavidad, cultura. Hoy, día del trabajo, Diario, es el día de las manos agrietadas de mi padre, albañil, y las endurecidas de mi madre, lavandera, que gritan con el grito de las manifestaciones, para que se las oiga, y se haga justicia y se las llene de la dignidad y el reconocimiento que merecen, grito de puño cerrado (20:05:34).

martes, 30 de abril de 2019

30 de abril de 2019. Martes.
EL TIEMPO ES SINFÓNICO

La verdad es sinfónica, en la vida. F: Google

-Treinta de abril ya, como un alud del tiempo. ¿No habéis visto esta cascada del tiempo cómo se despeña? Y me da a mí, y te da a ti, y a todos nos destruye un poco. Nos destruye y nos reconstruye; nos reconstruye en experiencia, que es un modo de sabiduría, y nos destruye físicamente, como el traje que se desgasta y acaba por desecharse. El tiempo es nuestro patrimonio, nuestra caudal. Es lo único que nos pertenece, «incluso el que no tiene nada más, lo posee». Dice Gracián. Pero me pongo el tiempo como reloj de pulsera y a cada instante que lo miro, el instante anterior ya no está, ha pasado, se ha esfumado. Y se instala en la pantalla el siguiente, que es un poquito más viejo, pero que, comparándolos, luce tanto como el anterior. Es el paso del tiempo el que hace que envejezcan los miles de instantes que componen un año, esos instantes de dolor o de amor, de sueños o de pesadillas, de paz o de guerra. Y parafraseando a H. U. von Balthasar, el teólogo de la estética y belleza divinas, digo que el tiempo es sinfónico, como él dice de la verdad. Y como toda sinfonía, la oyes, la gozas, la sientes, la vives, momento a momento, hasta que llega el gran acorde –o el suave silencio– final, cuando surgen los aplausos, que ya no escuchas, porque se ha acabado el tiempo de la armonía, que sin duda surgirá en otro sitio, pero no en ti, Diario, que ya estás en manos de la Trascendencia, donde da comienzo otra sinfonía de vida, de amor, de contemplación, infinitos, eternos (19:16:14).

lunes, 29 de abril de 2019

29 de abril de 2019. Lunes.
ROJO ARRECIFE

La paloma aún sobrevive en el bosque, en Murcia. F. FotVi

-Amanece un nuevo día y el paisaje, de un rojo arrecife, rojo desteñido, nos anuncia, no obstante la euforia de muchos, tiempos no muy gratos. Yo no quiero llorar antes de que se muera el muerto; pero anuncio que, si no se aclara el paisaje, lloraré. El bosque de la política es complicado, y más cuando se fundamenta no en el respeto sino en el odio al contrario. El odio nunca es buena cabalgadura. En política nunca se ejercita el consejo evangélico: si te pegan en una mejilla, pon la otra. Porque si pones la otra, también te la rompen. Es la razón por la que los se dedican a la política deben tener varias caras, y una sola verdad: la de engañar; o, en todo caso, hablar y prometer con eufemismos, para no pillarse los dedos. El eufemismo es un modo de mentira, pero disimulada, sinuosa, acicalada. Las palomas de la paz vuelan los cielos, eufóricas, pero no ven a los cazadores furtivos que acechan camuflados en el bosque. Tengo miedo de este color rojo de arrecife que pinta el paisaje. Es un paisaje de brujos y lobos, de falsos anacoretas, dispuestos a acabar con el despojo de sus enemigos. Dice Gabriel Albiac hoy en un artículo en ABC, que: «dejarse entusiasmar por la política es cosa de necios». Pero hay un poeta que, a pesar del peligroso vuelo de las palomas, no obstante, dice: «Es hora de esperar en la esperanza»; como un rescoldo vivo que arde entre cenizas, allá en el hogar de antaño, mientras el invierno lloraba fuera (19:04:01).

domingo, 28 de abril de 2019

28 de abril de 2019. Domingo.
DESCORAZONAR

Asoman nubes, y no de tormenta. Murcia. F: FotVi

-Ayer, en un día de luz y sol magníficos, viajé a San Javier, para apadrinar en la confirmación a un monaguillo de mi época en San Blas, donde fui tan feliz. Los casi dos metros de Mario, con mi mano, desde abajo, puesta en su hombro, se han arrodillado y han recibido la cruz del crisma en la frente, comprometiéndose a ser testigo de la fe, que, como don, recibiera en el bautismo. A mí, emocionado, no me ha quedado otro remedio que decir: «Amén», con él, recordar mi bautismo y mi confirmación, y despedirme de Mario y de su familia, a la que quiero, por su fidelidad durante todo el tiempo de mi estancia en San Blas. Cuando vuelvo a Murcia, me encuentro con el Entierro de la Sardina, esa excusa para beber, reír, celebrar el fuego, y, durante los desfiles, contonearse a ritmo de samba. Murcia, estos días, es un festival de ruido y desmadre. El río, entretanto, pasa lento, abstraído, como si llevara a la mar sus pensamientos, en silencio, mientras la ciudad alegre y confiada (Benavente dixit) se divierte. Y hoy, elecciones; con lo que salga de las urnas, se formará gobierno; en cualquier caso, un gobierno para temblar. Como dice el escritor (y pensador) Juan Eduardo Zúñiga, que acaba de cumplir 100 años: «Sigo la actualidad con interés, pero ¿a quién no le descorazona?» ¿Y a quién no, Diario? Si descorazonar significa: «Desanimar, acobardar, amilanar», ¿a quién no le duele que le arranquen el corazón? (19:20:44).

viernes, 26 de abril de 2019

26 de abril de 2019. Viernes.
SOLTAR LOS SUEÑOS

Amanece un día más, desde Casa Sacerdotal. Murcia. F: FotVi

-Veo salir el sol y respiro: «Un nuevo día», digo; y, luego, lo veo irse y dejo sueltos los sueños. «¿Adónde irá?», me pregunto. «¿Qué encontrará al otro lado del horizonte donde se cae? ¿Paz, guerra?; ¿desiertos, bosques?; ¿pobreza, abundancia?» Y dejo que las preguntas me invadan, que toquen mi conciencia, donde el corazón se cobija. Y así,  hasta que lleguen a las manos, que, por ser el otro lado del corazón, obedientes, siempre hacen, Diario, lo que él les dicta (19:12:10).

jueves, 25 de abril de 2019

25 de abril de 2019. Jueves.
LA HERMOSA SOLEDAD

Aprendí a hablar a la lluvia, en Torre de la Horadada. F: FotVi

-Si mueres en soledad, lo más probable es que te acompañe el olvido. El olvido tiene forma de sudario, que tapa tus andrajos de cadáver, en silencio. Como decía Bécquer: «La soledad es muy hermosa…, cuando tienes a alguien a quien decírselo». Yo, en mis nueve años de vivir en soledad, aprendí a hablarle a la plantas, al cielo, a la lluvia, al silencio, al mar. En el silencio hallaba la Trascendencia, y le decía mis cuitas. Claro, que yo hablaba al silencio y el silencio me respondía también en silencio, silencio que yo entendía. El silencio es clamoroso cuando aprendes a oírlo. Pero el silencio no te toma la fiebre, ni te alivia la tos, ni te dice: «Hola», cuando sientes necesidad de oír la voz humana. Aunque lo entiendas, no lo oyes. Está a tu lado, pero no lo ves. Te toca, pero no te hace estremecer. En Madrid han encontrado a una mujer de 83 años, que murió hace cinco, sola. Murió en la cocina de su casa, sin molestar al silencio, que la cubrió con su discreción y su velo. Al encontrarla, estaba momificada. Menos mal que no olió; a un servidor, lo que más le martirizaba, de morir solo y sin más testigo que el silencio, era, cuando lo descubrieran, oler mal, oler a difunto, que es –desde el difunto– el peor olor que se puede ofrecer a los invitados a levantarte. Esa fue la razón de mi marcha a Murcia, Diario; es decir, vivir en hermosa soledad, pero teniendo a alguien a quien decírselo; y ahí estoy, contando mi soledad, a quien la quiera oír -si hay alguien que desee oírme (18:30:19).

miércoles, 24 de abril de 2019

24 de abril de 2019. Miércoles.
NO SÉ

La abeja ha sabido elegir, en el jardín. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Miro al cielo y me lleno los ojos de azul, un azul vivo y aún con polvo de estrellas de la noche. Es decir –como el mar o el jazmín añil–, me baño en azul. Y no es milagro. Es que, si miras al cielo intensamente, deshaces el azul y, como lluvia con pintura, te cae en los ojos, y te llena de claridad. Claridad que no me impide ver en negro el porvenir que nos espera. Unos mediocres –políticos de tres al cuarto– el día 28 nos darán a beber la pócima de la mediocridad. Y nosotros nos la tomaremos sin rechistar. Mediocres los políticos y mediocres –muchos– quienes les votamos. Se ha visto en los debates: ha ganado la pequeñez, la insignificancia, el desdén, la bronca, la mentira. El día 28, Diario, miraré al cielo por ver qué papeleta me cae, si azul, roja, naranja, lila…; tal vez me caiga la papeleta de la sensatez, y, al ir a votar, me lo piense…, y no vote; o, sí… No sé  (19:10:59).

martes, 23 de abril de 2019

23 de abril de 2019. Martes.
LOS LIBROS VEN Y OYEN

El Santuario de los libros, en Madrid. F: FotVi 

-Me he acercado a la pequeña biblioteca que preside mi estudio y, con la humildad y la reverencia del lector, he ido tocando y saludando uno por uno a mis amigos los libros. Desde El Quijote a Platero, desde el Diccionario Latino-Español a La Eneida, desde Los Evangelios Apócrifos al ¿Existe Dios? de H. Küng. Y de todos he recibido la misma respuesta: «Gracias por recordarme que existo». Porque los libros, en una estantería, si no se lo visita alguna vez, se mueren de soledad, como el anciano en una de esas residencias de descarte. Amar los libros, hasta contarle tus preocupaciones y tus sueños. Los libros, además de decir, escuchan, sienten. He ahí la almendra de la cuestión. El libro no es algo hermético, no es clausura, sino algo abierto y con vuelos. Como el gallo de la veleta del pueblo de Alfanhuí, que una noche se bajó del tejado y se fue a las piedras a cazar lagartos y los ponía a secar al sol. Desnudos y muertos de vergüenza. Pero más muertos que desnudos. Esta mañana, despacio, con mucho amor en mis dedos, con delicadeza de nieve, he ido tocando todos mis libros, solo tocarlos, y he sentido que respiraban, y, en su lenguaje de libro de estantería, con polvo en su voz, he oído que me decían: «Gracias». Y yo, volviéndome, les he respondido: «Gracias a vosotros, mis amigos». Y, de este modo tan sencillo y verdadero, he celebrado yo, Diario, el día del libro. También he escuchado a Ida Vitale, poeta, decir su hermoso discurso en el día en que recogía el Premio Cervantes de Literatura. Un bello día, Diario: para enmarcar (18:57:41).

lunes, 22 de abril de 2019

22 de abril de 2019. Lunes.
SRI LANKA: 290 MÁRTIRES

Una oración por los caídos en Sri Lanka. F: Google

-Se quema Notre Dame de París y el mundo se estremece, y con razón; mueren 290 personas en Sri Lanka y el mundo se estremece, pero menos, solo un poco. Si allí lloraron con los dos ojos, aquí solo con uno. Me duele Notre Dame de París, que se puede reconstruir; pero me duelen más, hasta el llanto, las víctimas causadas por el terror en Sri Lanka, liquidadas a cuerpo limpio, y con alevosía. Me conmueve más la muerte que el fuego, aunque se trate del fuego que destruye una joya del medievo. Recuerdo, cuando la matanza en el local de la revista Charlie Hebdo, que todos decían «¡Yo soy Charlie Hebdo!». Ahora, miramos, nos conmovemos quizá, pero no he oído a nadie decir: «¡Yo soy los 290 mártires de Sri Lanka!». Mártires, aunque los que han muerto, solo tuvieran fe en la vida. Que no es poco. La vida, ese don que va unido al hecho de nacer, al de vivir –con derechos y libertades–, y al de morir en paz, sin el sobresalto del estallido vandálico que te lleva por delante. La vida, lo más valioso que me pueden dar y que me pueden arrebatar. Si ya es hermoso que me den la vida, no lo es menos que me la respeten, desde la concepción a la dormición. Es decir, cuando la enfermedad, o la vejez, o Dios quieran; pero después de haber vivido y usado la libertad, la familia, el trabajo, el amor. Entonces es hora de morir; no antes. Pues yo, ¡sí soy los 290 mártires de Sri Lanka!, porque con ellos, y con otros perseguidos y aniquilados en tantas partes del mundo, a mí, y a ti, y a la humanidad nos han matado un poco. Y todo, Diario, porque, como dejó dicho Stephen Hawking: "compartimos el mismo espíritu humano", el mismo espíritu creador y libre, y que toca las estrellas (19:25:58).

domingo, 21 de abril de 2019

21 de abril de 2019. Domingo.
ALELUYA Y VIDA

Vuelo de la fragilidad, aleluya. Torre de la Horadada. F: FotVi

-Hoy, a pesar del atentado en Sri Lanka (207 muertos), hay una palabra que lo explica y lo dice todo. Todas las alegrías del día –la Resurrección de Jesús, la lluvia, la amistad, el amor, la tierra regada, el árbol florecido, el mar encrespado, el odio perdonado…–, todas las alegrías (y tristezas) se hallan resumidas, definidas, libres, en una sola palabra: ¡Aleluya! Palabra esta que va de boca en boca, de llanto en llanto, como una resurrección de la vida y una negación de la muerte, como canto a la existencia, al espíritu  y un desafío a la intolerancia, al fanatismo, a la saña. Lo oscuro y perverso, en esta palabra, se hacen luz y bondad, piedad y ternura, gozo con lágrimas y liberación. ¿El origen de esta gran crucifixión de cristianos en Sri Lanka? Aún no se sabe. Pero siempre proviene esta barbarie de mentes enfermizas, radicales, extremas. Da igual que sean budistas o musulmanes. Lo que realmente no se pueden llamar, es «amigos de Dios». Nunca Dios se ha prestado a la muerte ni al odio. Ni a la crueldad. Esperemos, Diario, que en estos lugares donde se vive la cultura de la muerte, abra el vuelo algún día la paloma de la paz, de la reconciliación, del amor. La paloma del ¡aleluya! más pleno (18:57:23).