jueves, 16 de abril de 2015


16 de abril de 2015. Jueves.
400
 
Primavera inaugurada, en ABC. Dibujo de Izquierdo. Año 1970. F: FotVi
 
-Sol y pájaros: buen comienzo del día, con lírica de primavera. En esta mañana es audible la música de lo primaveral, tan de Vivaldi. Música en MI mayor, con un Allegro final (o Danza pastorale) que sublima el día. En esta mañana de gozos, yo rezo un aleluya y hay pájaros y cosas que me contestan con otro aleluya, o con un renacer de luz. Pablo Neruda, en unos versos descriptivos y blancos, apacibles, dijo: «El pájaro ha venido / a dar la luz: / de cada trino suyo / nace el agua. / Y entre agua y luz que el aire desarrollan / ya está la primavera inaugurada…». La primavera y el terror; el tiempo se amolda a la emigración desesperada. Sol y pájaros, y emigrantes con niños, además, que mueren en el mar. Diluyen sus esperanzas en el líquido que los ahoga. El buen tiempo les atrae: el sol, la luz, y, como el pájaro, cantan su himno de libertad y de ensoñación, imaginando que Europa es un paraíso, y se precipitan a lograrlo. El sol y la luz les hacen soñar paraísos, que luego resultan ser su tragedia. 400 desaparecidos en las costas italianas, con niños que tal vez no conocían el mar y les emocionó verlo por vez primera, hasta que, meciéndolos en su furia seca y terrible, los durmió en su regazo para siempre. Venían de una tragedia y caen en otra, definitiva. Europa, con llanto en los ojos (o sin él, quizá), mira hacia otro lado, y eso a pesar de que, salvo en el infierno de las mafias, Europa empieza a notar la falta de niños. Europa sin niños; es decir, sin mañana, vieja. Hoy, día mundial contra la esclavitud infantil, el lamento es doble; pero sin soluciones. No basta con llorar, Diario, hay que ponerle amor a las lágrimas, como voz al silencio del poema, para que suene y diga su bondad, su belleza (20:21:18).

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