12 de abril de 2015. Domingo.
PAVOR
Bella ancianidad (no obstante), en el jardín. F: FotVi |
-Anoche, se me hizo cuesta arriba la noche. Un ir y venir, insensato y
sombrío, de la cama al baño, y de éste, al espasmo y la punzada en la tripa. La
tripa ardía y de vez en vez había que remediar su ardor, vaciándolo. La
soledad, en estos casos, pesa; e incita al pavor. Eso, sí, cuando sucede esto (tener
miedo), y glosando a Descartes, suelo decir: «Tengo miedo; luego existo». Eso
digo, y me animo. Como puede verse, Diario, la filosofía no siempre es inútil (21:26:05).
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