1 de abril de 2015. Miércoles.
UN CURA
«HIPSTER»
En La Voz, la voz del padre Damián. F: Mediaset |
-Hoy he visto y oído a un cura «hipster» (inconformista: «¿De qué?», pregunto) cantar en el concurso La Voz 3 de Telecinco. Bella música revestida
de furia y sangre por una bella voz de clérigo desenvuelto y joven; y misionero,
por más señas; misionero, o clérigo portador casi insolente y desatado de
buenas noticias, también en el canto. (Buena noticia o evangelio, o verdad; y
verdad cantada, en esta ocasión). Aportar un «clergyman» a un escenario de la
frivolidad es apostar por el éxito, dado que propicia el morbo de ver a un clérigo
extraño que, por hacer cosas inusuales, fascina. Si debajo de un «clergyman»
(sotana antes), hay un individuo misterioso, que canta, y ríe, además, con una risa
clara de dentífrico angelical, y hace aspavientos de consumado vendedor de lo
que no es salmo ni rezo, sino una canción pop, Angels, de Robbie Willians, y que dice algo así como «cuando el amor
está muerto, / entonces amo a los ángeles», el éxito está asegurado. Su nombre
es Damián (Padre Damián), y es misionero redentorista, y desde pequeño, confiesa,
deseaba «cantar el amor universal». A mí, que un joven con «clergyman» y desde
un púlpito de la frivolidad (tabla de salvación a veces para una vocación, quizá),
haya triunfado cantando al amor, aunque sea el amor de Robbie Willians, me ha
gustado. Y, más, en esta semana del Amor por excelencia. Es decir, en la semana
de la cruz, o el signo de todo Amor. Porque, al final, Diario, todo amor, es el
Amor (19:24:06).
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