4 de diciembre de 2013. Miércoles.
CRIMEN EN LA TORRE DE MONTIJO
Libro, para ser abierto. F: FotVi |
-Anoche, en
Molina, tuvo lugar la presentación de Crimen
en la Torre de Montijo, la nueva novela (nivola) de José María López
Conesa. Contra lo que es habitual, hubo bastante gente; es decir, bastantes
amigos de lo que no es suyo, que en eso consiste leer o escuchar literatura
ajena; es decir, con tus ojos o tus oídos robas algo del trabajo de otro; pero robo hermoso,
sin embargo.
Aunque
algunas ausencias no las entendí. No entendí (ni he entendido nunca) las
ausencias del Alcalde en estos eventos de molinenses que, sin ayudas y movidos sólo
por una vocación inusual por la literatura, editan libros, revistas y se reúnen
(ganando así su tiempo) a recitar versos o a leer historias que ellos mismos crean,
y regalan. No sucede lo mismo, cuando el evento lo protagoniza algún escritor
(las más de las veces mediocre) llegado de las afueras de las Españas. Entonces
tintinea el papanatismo, la candidez provinciana, y, por una importante
cantidad, el escritor venido de fuera es nombrado Escritor en su tinta, que, como toda tinta, mancha y cuesta una
pasta. Eso, sí, al igual que París, la foto bien vale una misa. Luego, alguno
de estos genios de la tinta se mofa y despotrica de los mismos que les han
cepillado los faldones de la levita, partiéndose de la risa. Pues, para estos
(y al no considerarse ninguno de ellos -todavía- Enrique IV de Francia): París bien
vale una risa.
Sólo
que la foto queda sublime.
Lo
dicho: presentación anoche en Molina de un nuevo libro de José María López
Conesa, el noveno, que lo acredita como un autor con una extensa e importante obra
literaria. (Me dolió su decepción por la ausencia incluso de la Concejala de
Cultura, que suele acudir a todo, también a la foto de la tinta, del calamar). Fue
amena la velada y, sobre todo, ejemplar en la figura de José María, que escribe
desde la humildad y sin grandes aspavientos literarios; pero con una intuición
extraordinaria de lo que es (o debe ser) la literatura. Porque la literatura es
(o debiera ser), ante todo, comunicación y comunión con el lector, con un estilo propio que distinga, a quien
logra este prodigio de dar la noticia y hacerla afín al que la recibe, del
resto de escritores.
El
estilo define y protege, y da excelencia.
Y decirte, Diario, que si en algo ofendo porque me he excedido o no he
dicho verdad, ya de antemano pido disculpas, y felicito por su nuevo libro a
José María López Conesa, amigo (18:51:41).
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