31 de diciembre de 2024. Martes.
CENA DE FIN DE AÑO
Flor llorosa: acaba el año. Torre de la Horadada. Alicante. |
-Esta noche, cena de fin de año. Nos desbordará la alegría. Es una manía perversa celebrar el tiempo que pasa. Cumpleaños, Nochevieja, Año Nuevo, todo aniversario..., tantas celebraciones del tiempo que pasa y no vuelve.
Aunque quizá sea una
reminiscencia cristiana celebrar el paso del tiempo: «Cuanto más rápido pase el
tiempo, más cercano tengo a Dios, que espera en la otra vida», debe pensar el
creyente. Es lo que se me ocurre.
San Agustín unía la existencia del tiempo a
la acción creadora de Dios. El tiempo no existía: «comienza –dice el santo– con
el “hágase” creador de Dios». Dios nos ha creado para la eternidad, y mientras
recorremos el presente, nos hacemos merecedores o no de compartir con él, ese
instante sin tiempo, que es la eternidad.
Quizá sea esta la razón, Diario, por
la que vestimos de fiesta el paso acelerado del tiempo: nos acerca a Dios.
(12:11:31)
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