5 de diciembre de 2024. Jueves.
SIGO CON LA FIESTA DE LA CASA SACERDOTAL.
SIGO CON LA FIESTA DE LA CASA SACERDOTAL.
«Y la hacemos –dije– en el
día de la conmemoración de San Francisco Javier, misionero incansable, que,
surcando mares llegó a la India y las islas del Japón. Y antes de tocar China,
murió en la isla de Sancián. San Francisco murió, pero dejó la semilla que aún
hoy, en estos países lejanos, sigue dando fruto; fruto que hoy recogen los
misioneros que llegan de otros mundos, con la misma fe y la misma pasión de San
Francisco Javier, y el mismo dedo de Jesús, señalándoles el camino.
Gracias,
Señor Obispo, por estar entre nosotros, recordándonos que su báculo y su
palabra son guías y orientación para nuestras vidas ya cansadas, pero aún
fértiles, creo. Y gracias a todos los que, con vuestra presencia, engrandecéis
esta Casa y la llenáis de alegría y esperanza.
Comienza la eucaristía, en la
que Cristo se hace comida, bocado que salva y nutre nuestra vida espiritual.
Celebremos con veneración este misterio, en el que, como decía San Francisco de
Asís, se unen el cielo con la tierra, del cielo desciende la gracia; de la
tierra suben, como lluvia al revés, la oración y la alabanza, y la alegría de
poderlas hacer».
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