6 de diciembre de 2024. Viernes.
LA LUZ DE UNA CERILLA
LA LUZ DE UNA CERILLA
Amo toda luz, cualquier luz. Casa Sacerdotal. Murcia. |
-Amo la luz; toda luz, física o espiritual. Tanto la luz que destella al amanecer o la luz de la palabra, la de una sonrisa, la luz de los silencios, o la luz de la música. Y sobre todo, la Luz que, aun con los ojos cerrados, te hace ver.
Me conmueve de
un modo especial, la luz de una cerilla en un estadio de fútbol abarrotado: es
luz de esperanza. Ahí se adivina la luz inmarcesible, perenne, del primer mandamiento:
Amarás a Dios y al prójimo como a ti mismo. Es la luz de las palabras que te
dan o te niegan el poder andar por caminos torcidos o de rectitud.
Qué verdad
la del salmo 119: «Tu palabra, Señor, es una lámpara a mis pies; es una luz en
mi sendero».
Luz esta, Diario, que se guarda en la mente e ilumina el corazón:
el que va delante de ti, guiando tus pasos, como una melodía que sonara,
desbrozando caminos, volando cielos abiertos, fortaleciendo tus pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario