25 de octubre de 2016. Martes.
CUMPLÍ VIDA
Cumpliendo vida, en iglesia de San Blas. F: FotVi |
-Me despierto a las siete y oigo que me dice el día
(lunes), feliz cumpleaños. Cuando en la soledad no tienes quien te hable, te
habla el día, que hace de las horas sílabas y de las sílabas palabras. Pero un
poco más tarde, me acuden como abejas con polen en las patas felicitaciones y buenos
deseos. Y es que ayer cumplí años. Cumplí sueños. Cumplí atascos. Cumplí irme
de nubes y volver hecho lluvia. Cumplí quedarme en la tierra. Cumplí quebrar la
luna en un charco y, al momento, recomponerla. Cumplí estar y no estar (algo
así como ser y no ser). Cumplí fe y silencios, y secretas escuchas, profecía. Cumplí
tiempo, si es que el tiempo convive con uno. Cumplí deterioro. Cumplí alegrías,
sin detenerme a pensar en lutos. Cumplí tristezas. Cumplí viajes a la utopía y
vueltas a la realidad, nunca derrotado. Cumplí amistades, preciosas casi todas.
Cumplí desafíos, sin olvidar sus contrapartidas. Cumplí llantos y euforias. Cumplí
bellas y rotas palabras, poesía. Cumplí libros, uno detrás de otro, como un caminar
de hormigas que van dejando huella. Cumplí muertes de seres queridos. Cumplí
niñez y juegos, y pesados estudios. Cumplí padres y hermanos, éstos más fugaces
que aquellos. (Éstos, fugaces como un pensamiento furioso). Cumplí sonetos y
versos libres, y deseos sin culminar. Cumplí años, días, horas, minutos, y
ahora estoy cumpliendo este segundo de evasión, o de afirmación. Cumplí encuentros,
y derrotas. Cumplí Candela, hermosa luz. Cumplí amor a Dios, y cruces con Dios.
Amé y defraudé a Dios. Cumplí juventud y ancianidad; es decir, cumplí fuerza y
debilidad, ese bello quehacer humano. Diario, cumplí vida (18:05:57)