18 de abril de 2018.
Miércoles.
ELLOS
TIENEN LA FLOR
Pájaros en el árbol, corcheas en el suelo. Mena. ABC: FotVi |
-En un
mes -abril- de justas poéticas, de maratones de lecturas, de hemorragias
culturales, me hago una pregunta: ¿qué queda al fin de todo esto? ¿Emoción,
locura, o el sentimiento de haber cruzado por un campo de hermosas lides
literarias, donde, al final, no queda nada o simplemente destrucción? ¿O
cadáveres, en los que, tras cruentas batallas, como en El Vizconde demediado, de Italo Calvino, se cebaban -a falta de
cuervos y buitres, muertos a causa de la peste- cigüeñas, flamencos y grullas? Todos
engullendo carne en estado de pudrición. Y los que más, sin duda, algún
político o afiliado, o amigo del comendador. No me extraña que no acudan a
estos actos de lumbre y letras, de canto y libertad, ninguno de los que lo
organizan. Esto es para el pueblo inculto, oveja que bala tantas veces, agradecido
enjambre que liba lo que le dejan de la flor. Ellos tienen la flor, y te la
dejan un poco para que tú bebas de su miel, la gustes, y luego les des el voto.
Pero no todos los políticos son iguales. Los hay, Diario, que sí asisten a la
presentación de libros o a cualquier otro acto cultural; tienen la humildad de
decir, con su actitud, que necesitan de la cultura para poder gobernar, para
ser personas honorables, para poder comentar: estoy donde está el pueblo, al que
me debo; y así poder hablar de dignidad (18:13:03).