4 de mayo de 2018. Viernes.
DOS
KILÓMETROS
Contraluz, en mi paseo. Murcia. F: FotVi |
-Me
santiguo y salgo a pasear. Luego, vuelvo y me santiguo de nuevo. Es como entrar
en un paréntesis de claridad que guarda mis pasos. Mis pasos torpes y lentos ya,
mis pasos que no andan, que solo avanzan dudando. «Protegido -me digo- por dos
signos, que hablan de muerte, de derrota, y que, para mí, sin embargo, son de protección».
Una protección que quizá solo esté en mi cabeza (Nietzsche), pero que me ayuda
a dar un paso tras otro, como hormigas que se sucedieran en una larga fila,
hasta rendirse en los dos kilómetros. Ahí me detengo, respiro, y cierro el paréntesis
en mi habitación. Paréntesis, Diario, con el que acaba mi aventura de andar
veinte minutos cada día, y que, al fin, vienen a ser dos kilómetros -más,
menos- de vida, o de ilusión de vida (20:32:07).