21 de noviembre de 2019. Jueves.
LAS MANOS
Jugando con las manos, en Torre de la Horadada. F. FotVi |
-«¡Qué frío!», digo, y
me soplo las manos, para aliviarlas. El frío entra por las manos y, si lo
dejas, inverna en el corazón. Las manos son los conductos, la fontanería, por donde se entrega
el corazón. Se entrega o se cierra. De las manos nace el amor o la guerra, el poema o la espada. Las manos hablan al tocar: cada roce, leve o ardiente de las
manos, es una letra sacada del abecedario del tacto, que a veces dice más que
las palabras. El lenguaje de las manos, no solo para el silente, sino también
para el hablador. Solo los ojos pueden
hacerle competencia al abecedario de las manos. Decía el Cardenal Tonini, que, para él, el paraíso era poder estrecharle la mano a Dios. Hacía uso de la
poesía, que es sentimiento y ensoñación, e imaginación. Y, para el que ama, Diario, hermosa y
cercana verdad (18:51:24).