15 de noviembre de 2019. Viernes.
LA LLUVIA, ESE DON
Ángeles voladores, fachada Catedral de Murcia. F: FotVi |
-Ayer, con el frío, llegó
la lluvia, sosegada, casi lírica, silenciosa. Una lluvia menuda, nítida, como
de bolitas de cristal, que daban en las hojas de los árboles y se rompían
salpicando. Yo alargué el brazo, cogí un poco de esta lluvia y me santigüé: siempre
creí que la lluvia es una bendición. Aunque haya veces que se desborde y
arrase. Como la última lluvia desbocada y rabiosa del septiembre pasado. La
lluvia, ese don que, como la claridad –que decía el poeta Claudio Rodríguez–,
siempre viene del cielo. Cuando siento alguna necesidad, miro al cielo, de
donde me llegan la luz y la vida, el consuelo y la gracia. Arriba está lo
trascendente, abajo lo caduco, lo que perece. Aunque cada día tengamos que
comer el pan del sudor, hecho de tierra y trabajo, y de lluvia. Otra vez la
lluvia, iluminando la espiga, dándole forma y esplendor. Y Candela, en Las Palmas,
celebrando su noveno cumpleaños, como algo maravilloso que empieza a tomar
forma de luz y sabiduría: algo tocado y alentado por Dios, que se complace en
ella y le regala su sonrisa y su gracia, Diario, y la edad (18:29:54).
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