TOCAR EL ABISMO
-Desde un cielo de cenizas, llovizna: un rocío de consolación. Más vale así. Que no nos arrastre el temporal como en los diluvios anteriores, sería de mal gusto. La lluvia siempre se agradece, pero más si es recatada y contenida, minuciosa. Si en vez de agua, llovieran letras, se escribirían libros casi perfectos, y libres. Sin embargo, prefiero los libros escritos por autores de carne y hueso; autores como Cervantes y Shakespeare, o Delibes y Cortázar. Viven y saben lo que cuesta ser y soñar, y, en bastantes casos, fracasar. El fracaso es un resbalón que nadie quiere, pero que, a veces, es necesario para tocar el abismo y la salida del mismo, con lucha. Sin llanto y sin dolor –sin cruz, dice San Pablo–, Diario, no hay vida. El Papa Francisco será operado esta tarde de una hernia abdominal: sufriendo (17:48:52).