17 de abril de 2024. Miércoles.
CIELO DESCENDIDO
CIELO DESCENDIDO
-Miércoles, y el verano cercando ya nuestros cuerpos, como una llamada al baño. Si abraza el calor, se le hace la guerra, dejándote asediar por el agua. ¿La piscina o el mar? Siempre el mar, en el que hay más cielo azul y más paz, y, con tanta tranquilidad, se puede pensar. Pensar en el mar, donde se abren horizontes, es un lujo, es un ir más allá, sin fronteras. En el mar el color predominante es el azul, donde el agua se hace cielo descendido. Bañarse en ese cielo descendido, es ser algo de tierra y cielo a la vez: todo unido por la brazada del bañista. Y es que como dijera Julia Verne, el autor de nuestra juventud, el de los sueños imposibles: «El mar es la encarnación de una existencia supernatural y maravillosa». En el mar se vislumbra, se adivina la grandeza de Dios y de su obra la creación, su poesía. Qué hermoso, Diario, sentirse llevado y traído por la marea de Dios, el mar, que es, con la Escritura, su gran poema.