9 de diciembre de
2017. Sábado.
ÍNTIMOS
SECRETOS
Blanco en llamas, en el jardín. F: FotVi |
-Día de la Inmaculada. O
uno de los poemas más bellos y sorprendentes que jamás se hayan escrito. La
inspiración es de Dios, el amanuense e inspirado es Lucas, un médico nacido en
Antioquía, que conoció a María y al que ésta le reveló sus más íntimos
secretos. Le cuenta cómo la visitó el Ángel y le dijo: «Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo». Y María se lo creyó y el Señor la habitó. Y así
pudo decir el poeta: “Como miga de pan, / de tu carne de trigo, / María
Nochebuena, / un Hijo te ha nacido». Y el poeta de Dios: “Y dio a luz a su hijo
primogénito, le envolvió en pañales, y el acostó en un pesebre». Y los ángeles
poetas cantaban: «Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra». Y así, la Poesía
de Dios se encarnó en la tierra, y habitó en la Palabra. Y, en un vientre
poesía, el de María, la Palabra se hizo evangelio; o sea: se hizo paz, amor, cruz,
humildad, sencilla plegaria, vida, renglón recto por donde nos viene la luz, y la
gracia, y la sabiduría. Pero antes de que la Palabra se hiciera carne, la carne
de María fue purificada, preventivamente fregada, fue oxigenada del pecado de
Adán. Es decir, antes de su crucifixión, ya la sangre de Cristo empezó a lavar,
a embellecer, a pulir la habitación -el seno de María-, en la que había de residir
-con vida de feto- durante nueve meses. La limpió de telarañas, la ungió «con
óleo de alegría», la revistió «con oro de Ofir». Con cuidado de orfebre, la
cinceló joya preciosa. Para su Hijo, Diario; Dios amanecía así en el momento de
la concepción de María (18:25:52).