1 de marzo de 2019. Viernes.
REFRANES
Paisaje bucólico, en Rumanía. F: FotVi |
-Voy a comprobar si este
refrán es verdadero: «Marzo, loco, y abril, un poco». El día ha empezado
soleado y se va entristeciendo, haciendo verdad a otro refrán que dice: «Marzo
varía siete veces al día». Desde hoy, lo empiezo a comprobar. El día ha
comenzado con claridad azul. Y va a terminar encapotado. Quizá tengan razón los
refranes: son la Biblia del campesino, que siempre anda mirando al cielo, o bien
para pedir que llueva o para decir «¡basta, que me ahogo!», o «¡no me apedrees
más!», si es granizo lo que destila el cielo. Y no se sabe si, cuando dice esto,
habla a la lluvia, a la piedra, al azar, o a Dios. Yo creo que a quien habla –y
no lo veo yo del todo mal– es a sus intereses, su dios inmediato, el que le tiene que sacar de la escasez o enterrarlo en la penuria del invierno. Un
servidor reza cada día por la lluvia, para que venga fina, detallada, humana. Lluvia
que esponje la tierra y la prepare, Diario, para el gozo de la cosecha, pues
como dice el salmo: «Al ir iba llorando, llevando la semilla; al volver, lo
hace cantando, trayendo sus gavillas» (19:23:46).