6 de febrero de 2019. Miércoles.
EL POLÍTICO
Mientras uno cae, el otro toca la guitarra. En Zagreb. Croacia. F: FotVi |
-Pensando en Sánchez –el presidente demediado entre la mentira y el
interés personal– reflexiono en una frase del gran político alemán Otto von
Bismarck; decía: «El político piensa en la próxima elección; el estadista, en
la próxima generación». Sin embargo Sánchez piensa, no en la próxima elección,
sino en lo que ha dicho por la mañana para desdecirse por la tarde. Es un
ventrílocuo de la mentira, un mediocre actor de la farsa. Yo, que no entiendo
de política, pero sí algo de dignidad, vivo alarmado por el modo irracional de actuar
Sánchez, el presidente de las mil caras, y de las pocas palabras serias, según
se mire. Yo no voy contra los buenos y amigos socialistas, sino contra los que
hacen de la política un ejercicio de contradicciones para su brillo personal. Sánchez
es un político funambulista y caótico que siempre camina por la cuerda floja, a
punto de caer él y rompernos a todos la testa. Espero, esperemos, Diario, que Sánchez
recapacite y deje de balancearse en ese lugar de equilibrios en el que nos
columpia a todos, por si cae él y caemos todos con él, como una masa amorfa, en el vacío. Gran tragedia entonces (18:32:20).
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