jueves, 11 de agosto de 2022

11 de agosto de 2022. Jueves.
HILO DE MANANTIAL

Tras la lluvia, manantiales en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Siempre lo he dicho: es mejor que se te aparezca Dios que no un subalterno. Pero a falta de Dios, bueno es un subalterno, y, si no hay otra presencia, hasta un ateo me vale como subalterno. No es broma: el ateo, al negar a Dios nos pone, aun sin quererlo, en su pista. El ateo es una biblia abierta y áspera por donde Dios transita, salvando obstáculos. En la Escritura se suelen contar apariciones de Dios en forma de ángel o de mancebo, y aun en forma de fuego o columna de nube. «El Señor los precedía por el día en una columna de nube para marcarles el camino…», cuenta el libro del Éxodo. Pero si el subalterno es un profeta, entonces esa presencia de Dios me merece un gran respeto. El profeta no es Dios, pero sí su palabra: habla y escribe lo que Dios le inspira. El Espíritu de Dios va guiando su pensamiento y su pluma. Ser profeta es andar revestido de la palabra de Dios, diciéndola sin miedo y obrando en consecuencia con aquello que se dice. Hoy he oído a un profeta decir: «Amad la justicia, los que juzgáis la tierra». (Sb 1, 1). Amad lo justo; o amad lo que está en consonancia con la voluntad divina. La voluntad divina, Diario, es todo y sólo amor; por lo que juzguemos en el amor siempre, y así viviremos en la libertad interior, consecuencia de toda justicia que, como hilo de manantial de su amor, emana de Dios (12:45:18).

miércoles, 10 de agosto de 2022

10 de agosto de 2022. Miércoles.
COSA DE ÁNGELES CAÍDOS

Rojo amamanecer hoy en Murcia. Casa Sacerdotal. 

-El sol sale rojo y con signos de furia, está en su tiempo. Los trigos ya han sido segados y el pan asegurado. Pero no quizás el pan de todos, solo el de los ricos, que el pobre bastante tiene con recogerlo y ponerlo en el mercado, para que lo muerda el harto, el bien comido. El epulón de turno. No sé por qué al ir a escribir se me ha ocurrido una maldición, soltar una maldición; pero no lo he hecho, porque recuerdo haber leído que la maldición solo la oye el que la dice y quizá el vecino causa de la maldición; o sólo el que la dice, por no ser a veces la causa el vecino, sino la palabra exacta que no te viene al escrito, o la pluma que, al caer de la mesa, te ha venido a dar en la punta del dedo meñique del pie derecho, tan limitado y frágil, tan poca cosa. Lo cual me ha llevado a la conclusión de que el maldecir, aparte de irritar y acelerar los pulsos, es inútil, y desgasta. También leí que la bendición, además de ti, la oye Dios, y el viento quizá –el que viene de las hojas y del mar, el que se ejercita en hacer volar a las aves– y no agita, sino que sosiega, y da paz, eso que no está ni en la guerra ni en las finanzas; digámoslo claro: ni en Ucrania ni en Wall Street. Me río yo del Ibex 35 y de la batalla de las Navas, y yendo más lejos, del cuadro de las Lanzas o de la novela negra. Por lo que me he dicho: si la bendición me da la paz y me quita de encima la subida de los precios, y las guerras y a Trump y a Biden, y otros miedos, bendeciré y olvidaré la maldición, que es cosa, Diario, de ángeles caídos, de corazones desgarrados (18:01:59).

martes, 9 de agosto de 2022

9 de agosto de 2022. Martes.
MATAR EL TIEMPO

Riendo con Astétix, en España. F: Googel

-Si me asusta el mes de agosto es porque nadie está donde debiera: sólo el loco y el médico de guardia están en sus sitios. Bueno, decir que alguien más queda por ahí en activo, pero menos: el policía, el cura, el controlador aéreo −si no huelguea salvajemente−, el que recoge la basura, los tenistas, etc. Veranear es no hacer nada, o en todo caso cervecear y matar el tiempo, sin daga, pero vestido con bermudas y blusa de pececillos y flores, haciendo así que la muerte del tiempo sea más rápida, y –perdón– más estúpida. La estupidez de matar el tiempo –que es perderlo– es propio del tiempo sin tiempo, y con sol, del verano; en el tiempo de verano, yo no quiero estar en el tiempo muerto y perdido, sino en el otro con algo que hacer, como el mismo hecho de vivir, y con lecturas, que hacen como que alargan el tiempo que pasa al dilatarse el final de aquello que se lee. Mientras se dilata el final de la lectura, el tiempo se para, como en tiempos de Josué el sol y la luna, sol que no se apresuró a ponerse casi un día entero (Jos 10,13). Dios, deteniendo el tiempo, lo alarga; el hombre, por el contrario, perdiéndolo (ociosamente), lo acelera. Sólo que con un libro, el tiempo es más lento que el sol del verano y, leyéndolo, se eternizan venturosamente los minutos; cada minuto con un libro en la mano, en verano, es casi dos minutos y un cuarto más de vida y de goce interior, y de viento de estrellas para la mente. Los libros reviven galaxias en la mente del hombre, como Charles Chaplin –en blanco y negro– sentimentalidad y sonrisas en una sala de cine. Me gustaría, Diario, al igual que el emperador Julio César, desembarcar en una isla, Capri, con un libro, De bello galico, para leer, en el que César comenta la guerra de las Galias, donde Astérix y Obélix luchaban –siempre dopados– para vencer a los fornidos soldados romanos, admirables gladiadores, a los que alguna vez vencían, entre risas, y humos de pócimas (12:16:14).

lunes, 8 de agosto de 2022

8 de agosto de 2022. Lunes.
BARRO Y SOPLO PUESTOS EN PIE

Beso en piedra, en el valle de Göreme. Capadocia.  Turquía. 

-Cuando le dio la facultad de hablar y de equivocarse, entonces fue cuando Dios creó realmente al hombre. Con la palabra, el hombre podía dirigirse a Dios, tutearle o hacerse el sordo, y, en el hecho de equivocase, se percibía que podía ser libre y asumir así la realidad de ser imagen de su Creador. Hasta entonces, el hombre era sólo un poco de barro y un soplo puestos en pie, o andando apoyándose en las manos, como el mono darwiniano; es decir, era únicamente un proyecto de imagen de Dios. Con la palabra, sin embargo, el hombre recreó las cosas, las definió, las embelleció poniéndole adjetivos, y, al darles nombre, tomó posesión de ellas. Una cosa sin decir, es algo que no existe o que entra en el capítulo de lo desconocido, o del totum revolutum del montón. El montón nunca es belleza, por desconsideración a lo individual, que es lo que adorna un conjunto. La línea, la sombra, el matiz en pintura. Nada que sea borrón vale nada, salvo en determinado arte moderno, así llamado por bárbaro. Aunque hay un poeta –Paul Eluard– que afirma que «no iremos hasta el fin de uno en uno, sino de dos en dos»; pero antes es el uno, y el uno con el uno hacen dos, y –entonces, síjuntos hasta el fin. Como Dios: uno, y trino en el amor. Antes de que la Palabra –la de Dios– se hiciera hombre, el hombre se había hecho palabra, y ahí, en la palabra, fue imagen de Dios. Luego, en la Palabra, Dios se hizo evangelio, prólogo de tierra y cielos nuevos, verdad y vida, y amor; y el hombre –también en la palabra– se hizo profecía y poema, y reivindicación, y, dirigiéndose a Dios, Diario, conoció la libertad y la dignidad, pues había hallado el camino de conversar con sus semejantes y con Dios, y, así, amar: a imagen de Dios (17:26:43).

domingo, 7 de agosto de 2022

7 de agosto de 2022. Domingo.
ESPERANZA ILIMITADA

Será fruto, deleitoso. Torre de la Horadada. Alicante.

-Domingo con calor, y pájaros, y alguna rosa en el rosal. Un día más que nos recuerda la resurrección del Señor. Recordar es volver a vivir: es encontrarte con el pasado, haciéndolo vida –con vibraciones– en el presente. La fe se apoya en los acontecimientos, en las promesas del pasado, pero mirando al futuro, a lo que viene, a lo que está por llegar, el gran Amor. «La fe cristiana –leo– es una esperanza ilimitada.» Con la fe, «el creyente, más que creer, espera.» La fe es la piedra, la base, en la que se apoya la columna, la esperanza, para ir creciendo, elevándose, conquistando espacios celestes. La fe es un adviento ininterrumpido, perseverante, que pone en pie a la iglesia y la hace dar pasos, hasta que llegue el día. Dice la carta a los hebreos: «La fe es seguridad de lo que se espera.» Mientras la esperanza vuela, la fe se hace brote de agua en la seguridad de la roca, y corre manantial. El agua del manantial moja la tierra, da en las raíces y las hace flor y fruto –asombro y sonrisa– en el árbol. La espera del invierno da sus flores en la primavera; como la fe da amor, o el trigal, espigas. San Agustín escribía bellos axiomas con el fin de explicar lo que es la fe, que conduce al amor. «Cuando el amor crece dentro de ti –decía–, la belleza también crece, porque el amor es la belleza del alma». Fe y esperanza, hasta dar con el Amor, al que aguardamos, Diario, como la fruta en el árbol, para morderla y gustarla, con deleite (17:59:49).

sábado, 6 de agosto de 2022

6 de agosto de 2022. Sábado.
RELATIVISMO, O EN LA CUMBRE DE UNA RAMA

Luz y mar, realidades tangibles. Lo Pagán. San Pedro del Pinatar. España.

-El relativismo: o el pájaro perdido que no sabe adónde ir. ¿Al Norte o al Sur? Se equivocó la paloma, se equivocaba, dice Alberti, el poeta. ¿Alberti relativista o la paloma? Es el caso que, ya fueran relativistas él y la paloma, ésta se perdía. ¿O se perdían los dos, ella y él? ¿O él en ella? Se perdían. Creer que el trigo es agua, no es relativo, es equivocarse. O que el mar es cielo. Ya en la antigüedad, Protágoras se equivocaba: creía que el hombre era la medida de todas las cosas. Creyó, como la paloma, que eran rocío las estrellas, o la calor, la nevada, cuando otros (Sócrates y Platón) le decían que no. No puede haber tantas verdades como individuos: porque el no y el sí se confundirían. O el blanco y el negro; o la fe y la increencia. Hay verdades absolutas y universales, como el valor de la justicia o el de la libertad. O el de la vida y la misma realidad. Si todo es relativo, el mismo relativismo también lo es. Hasta llegar a hacer pensar a la paloma que «tu falda era tu blusa; / que tu corazón su casa». Se equivocaba. Hallar la verdad; ése es el problema. Pero será imposible desde el relativismo, pues asegura que no hay verdades, sólo opiniones. ¿Dónde está ahora mismo el relativismo, la paloma que se equivocaba? Perdida la ideología, la progresía y el posmodernismo se apuntan a la paloma que se equivocaba y creen que el trigo es agua y el mar el cielo. O la levedad del acertijo sin razonamiento. Quien dijo: «Dios es amor», no se equivocaba porque el amor es verdad universal, así como lo es el odio. Sólo que el amor está en Dios y el odio al otro lado de Dios. No todo es relativo, Diario; lo razonablemente cierto no es relativo. Y afirmar que Dios es amor, es algo razonable y hermosamente cierto. Así, Diario, la paloma no se dormirá en la orilla, ni «tú, en la cumbre de una rama» (17:30:13).

viernes, 5 de agosto de 2022

5 de agosto de 2022. Viernes.
EN EL « ¡AY!», Y EN LA PAZ

Cristo en la Casa de la Virgen María, en el monte Bülbül. Turquía. 

-Leo una encuesta y me deja absorto, con pasmo de liebre sorprendida; en un mundo como el nuestro, donde parece que Dios se ha tomado unas vacaciones entre las gentes del intelecto y la fanfarria, y las del poderío, la encuesta, sin embargo, da a Dios como el nombre más oído de todo lo existente y por existir, de todo lo habido y por haber. Ni Sánchez ni el Diablo, ni su arma letal, el dinero, ni la política: Dios. Una encuesta extraña: Dios, muerto desde Nietzsche, es el nombre, sin embargo, que más se oye. Y en la encuesta se dice que todo lo demás, según decía Coelet (o Salomón), rey de Israel, es vanidad. Una encuesta extraña, pues ha sido hecha, según parece, entre ángeles rebeldes y ateos. Nada de creyentes. Lo singular de la encuesta es que no se ha preguntado para hacerla, sino que se ha escuchado. Se ha ido por ahí escuchando, en el infierno, en la tierra, en sus alrededores. Y lo más escuchado no ha sido ni el sonido del dinero, ni el clamor de la ciencia, ni la desnudez del silencio, ni el estruendo del caos; lo más oído ha sido la palabra Dios, unas veces para alabarlo y las más para ofenderlo; pero ahí está, existiendo y siendo desde la negación o la blasfemia, desde la plegaria, referencia de todas las cosas, como vaho o aliento del mundo, como su centro, y siendo aún grito en el pobre. Dios suena en el «¡ay!» de la desgracia y en la rabia del desesperado, en el «no» y en el quizás, en el misterio y en la duda. Dios, Diario, lo más oído del mundo, lo que más suena, ¿oyes? (17:44:44).

jueves, 4 de agosto de 2022

4 de agosto de 2022. Jueves.
CUARTETO MUSICAL, CON LA TRINIDAD DE DIOS

Acordes afinados, con la Trinidad de Dios. F: Googel

-Y, de pronto, me noto desafinar. Como el motor de un coche viejo. Sin embargo, Dios, es decir, su Trinidad y yo formamos un Cuarteto muy atrayente y competitivo. Como cualquiera lo puede ser: tú, por ejemplo, y la santa Trinidad. O el bosón de Higgs y Dios. Dios es el Uno y todo converge en él. Como ocurre con la perspectiva y el punto. Todo parte y vuelve a él, como las palabras que uno dice, y que, contra lo que se cree, nunca se las lleva el viento. Las palabras se dicen y ahí quedan: dichas. Conformando la realidad de las cosas, haciéndolas estar. Dios, que oye silencios, oye también las palabras y las guarda en su agenda de notas divina. El día tal, fulano, y sus apellidos, dijo esta o aquella tontería, y lo anota Dios; pero, hoy –escribe–, con esta otra palabra de aliento o de esperanza, con esta otra palabra de amor, lo ha reparado. Desentonar, pues, es no estar acorde en lo que digo (o con lo que hago: es otro modo de hablar, de decir) con la Trinidad, las tres cuartas partes del Cuarteto que formamos la gran Armonía, la gran Sinfonía  y yo. Hoy llevo bien el día; aunque con algún que otro sobresalto tonal, o desafine. Yo, cuando desafino en algo, al modo de Dios, lo anoto como Él en mi cuaderno de notas, para así tratar de remediarlo al día siguiente, ayudado, Diario, por la maestría del resto del Cuarteto, la Trinidad de Dios, que siempre da la nota justa, afinada, melodiosa (18:23:50).

miércoles, 3 de agosto de 2022

3 de agosto de 2022. Miércoles.
APARICIÓN

Belleza de lo sencillo, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Se me ha aparecido la sencillez, no derrotada ni andrajosa, sino limpia, con olor a hierba cortada, a flor de acacia, y me ha dicho: «¡Sé sencillo!»; y he preguntado: «¿Cómo?”; pero antes de responder, ha desaparecido. La sencillez es discreta y no hace ruido. Y es que hay respuestas que debe hallar uno por sí mismo, como la de qué es la verdad. «¡Sed sencillos como palomas!», oigo que me dice Jesús: y lo primero que hago es intentar despojarme del énfasis, que tan mal suena, y de la ampulosidad, su vestimenta tonta. Dios se mueve en la sencillez, y, desde la sencillez, sostiene y salva al mundo. La Providencia es humilde, no es altanera. La Providencia de Dios no se anda exhibiendo sólo en el universo inmenso, sino también en la pequeña gota de agua, que, caída del cielo, calma la sed de la golondrina y alivia la aridez de la tierra. La Providencia es el modo discreto y sabio de meterse Dios –respetando su libertad– en los asuntos del mundo. Ya lo dijo Dios: «Mientras la tierra permanezca, la siembra y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, el día y la noche, nunca cesarán.» (Génesis 8:22). Dios se da en la humildad del silencio y en el don de la fe, y en todo gesto de amor; en la sencillez, Diario, más exquisita (13:01:38).

martes, 2 de agosto de 2022

2 de agosto de 2022. Martes.
ACONTECIMIENTO DE PALOMAS

Belleza de la familia unida, racimo. Torre de la Horadada. 

-Ayer andaba yo trajinando en el ordenador con las palabras, cuando sonó el teléfono. Cuando suena el teléfono se me aceleran los latidos. El teléfono, a mi edad, suena de tarde en tarde, sólo si algún amigo perdido osa meterse en mi intimidad y llenarla de saludos. Cogí el teléfono y vi que era Paqui, mi sobrina; me dio un golpe de alegría. Me anunciaba que venían por la tarde a verme: ella, Javi, y la preciosa y espigada Candela. Ver a mi familia en casa es como si viviera un acontecimiento de palomas. Llegaron Paqui, la gracia, Javi, la bonhomía, y Candela, la joya de la corona, que apenas habla y siempre sonríe. Ha crecido como cree un rosal, con alguna espina y muchas rosas. Y las suyas, por nacer del espíritu, son rosas que no mueren, están hechas del aliento de Dios. Dios sopló el barro, y fueron hombre y mujer, y amaneció el amor. Hablamos de todo: también de cuando yo falte, y rieron, pensando que a ese instante –feliz– aún le falta; ellos ríen y yo pienso, y, a pesar de sus palabras de ánimo, sé que estoy en la pista de salida. A punto de despegar y encontrarme en la otra orilla de Dios. Y no estoy triste, simplemente me fío de Dios. Al fiarme de Dios desaparece toda inseguridad, y no me importa dormirme en un sueño y encontrarme en la feliz realidad del más allá. Luego, en vísperas, Diario, recé por mi familia, porque como decía Antonio Gala, escritor, una familia es el lugar donde uno siempre es esperado (12:49:16).

lunes, 1 de agosto de 2022

1 de agosto de 2022. Lunes.
EL LIBRO Y SU SOLEDAD

Y los libros fueron aire y papiro, y papel. Murcia.

-Se nos anuncia más calor, pero no más euforia. Yo creía que el calor traía euforia, embriaguez, sosiego, y no: trae pesadez de cuerpo y sudor ralentizado o distraído con una pajilla dándole sorbos a un refresco. Vaso y refresco, y, en la boca, la pajilla dándole sorbos al refresco, pero respetando el vaso; el vaso no se bebe, no se deja él. El vaso gotea frescor, es una tormenta –lírica–, pero no se deja beber, no se prestaría a la digestión. Es lo que sucede con un libro: lo bebes y la vaina o caparazón (pastas, hojas, apariencia, autor) se deja para la biblioteca; el libro, si no se lee, es libro desocupado y triste en los anaqueles de una estantería. Los únicos seres que los visitan son la araña, la polilla escurridiza y el polvo que sortea a la aspiradora; ah, y los dedos del bibliotecario, que, con su peso de sabiduría, alguna vez, los muda de lugar. En la biblioteca, el libro y su soledad, al que en verano, cuando el calor, se debiera redimir. La soledad del libro se enmienda visitándolo, sacándolo de su ostracismo, moviendo sus hojas y extrayéndole el jugo de gajo de naranja que conlleva su lectura. Ana Frank, aquella muchacha judía, que, aun muriendo en el campo de concentración de Bergen Belsen, y escribiendo su Diario se sentía libre, decía: «Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados». La libertad y los libros: o los pasos y el camino, la sonrisa y los labios, el silencio y la música. También Dios escribió –inspiró– su Libro, en el que se define como el Señor que ama; y, como dice Isaías, es agua para el sediento y pan para el hambriento, y, Diario, todo es gratuito (12:18:39).

domingo, 31 de julio de 2022

31 de julio de 2022. Domingo.
OJOS DE LUZ

Ojos de luz y sonrisa, Catedral de Friburgo. Alemania. 

-Así como los hay que crean luz, los hay también que producen sombras, o manchas, o agujeros negros en la sociedad. Crean luz los que miran con ojos de luz: ojos limpios. Los ojos de un niño, o los de una madre mirando al hijo al que da el pecho, ésos son ojos de luz. No así los ojos de quienes mienten o afilan el cuchillo de la infamia o la injusticia contra los otros. Quien hace risa hace luz; quien causa llanto hace negror y es en sí mismo una fechoría maligna. Me gusta la fe porque invita a la luz; en Dios y en su alrededor divino, todo es luz, porque todo es amor. La oscuridad no cabe en Dios, como no cabe en el amor el egoísmo, que es la gran noche, en el argot mundano, del mal llamado amor. Y en el amor, como en todo, cuanta más ganga de egoísmo hay, menos luz da. El egoísmo, en todo caso, siempre es mediocridad, y, por ser coto cerrado, nunca es luz, o claridad amorosa. El día ha amanecido brumoso, denso, destilando calor, como un fuego de fragua. Día hecho de desganas. Y, mientras todo en verano parece más lento, sin alas, caigo en la cuenta de que el cuerpo pesa, pero que el espíritu puede volar. Se lee en la misa de hoy: «Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo…; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra»; y estas palabras de San Pablo a los Colosenses dan alas al espíritu, que agilizan el cuerpo, al que ya no puede la desgana, sino la fe, que, como dice Jesús, «mueve montañas» (13:08:56).

sábado, 30 de julio de 2022

30 de julio de 2022. Sábado.
DÍAS CRUJIENTES, DE CALOR

Amanecer brumoso, día de calor. Casa Sacerdotal. Murcia.

-Ha vuelto a ser éste, como el día de Santiago, un día crujiente de calor, sólo ha faltado el canto de lija de las cigarras. «Calor con mitra y corona», me he dicho; calor, pues, pontifical y coronado, y subido en cátedra, además. El calor produce sudor, que de la cabeza a los pies te invade como una unción sagrada; transita pegajoso y se va agarrando como con tentáculos a la piel; manosea como un obseso del tacto con sus ventosas; menos mal que los tentáculos del calor no son urticantes como los de los pólipos o medusas, que te tocan y fastidian. El calor, con todo, aún no pica, no sabemos qué ocurrirá con el cambio climático. A lo mejor, con el tiempo, dejan de picar las medusas (o los pólipos) y se torna urticante el calor. ¿Y si, con el cambio climático, dejaran de sonar las cigarras y lo hicieran los caracoles, por ejemplo? ¿Os imagináis una estela de caracol sinfónica? ¿Sonaría a pífano o a oboe; quizá a desgarro de guitarra o a pizzicato de violín? No quiero ni pensarlo, por maravilloso: el mundo sonando a música de estela de caracol, como en la noche suenan la estelas de las estrellas, silbo que apenas se oye; aunque yo abogaría porque no dejaran de sonar, a su vez, las cigarras; sin su música lijosa se apagaría la fábula de la hormiga y la cigarra y La Fontaine se moriría de pena, en la Historia.  Y a la Historia llorando, a cada instante, la muerte de pena del fabulista francés. ¡Uf! Me estremezco sólo de pensar una cosa así, Diario; es mejor que todo siga como está, ¿no?, y Dios en la cúpula celeste bendiciendo nuestras pequeñas y maravillosas cosas, las que nos fastidian y las que nos dan felicidad; es decir, Dios bendiciendo nuestra vida, que es una de cal y otra de arena, barro e ilusiones, vulgaridad y sueños que contagian, y estremecen (17:59:26).

viernes, 29 de julio de 2022

29 de julio de 2022. Viernes.
MORDISCO DE ESCUALO TOTALITARIO

Ángel barroco, ¿perseguido por el Estado? Capilla Casa Sacrdotal. Muecia.

-¿Gorditos nuestros niños? El Ministerio de Sanidad va a tomar cartas en el asunto sobre la obesidad de los niños, que no son de sus padres (lo dijo una ministra), sino del Estado, y va a cortar por lo sano; es decir, va a cortar las mollas de estos cuerpos sobre abundosos y rollizos, hermosos como ángeles barrocos. No habrá obesidad, sino esclavitud; y Orwell, al que ya no tenemos para que nos avise sobre los peligros de los totalitarismos con novelas como Una rebelión en la granja o 1984, en las catacumbas del olvido. Los «criterios nutricionales» prevalecen sobre la libertad, y los impondrá el Estado. Que un niño abuse de productos con un alto valor energético es un delito de Estado; por esta razón, el Estado, que vigila por la salud de sus vasallos, le dirá qué le permite o no comer y beber. Que un niño no estudie o suspenda, al Estado lo trae al pairo, con dos suspensos pasa curso; pero que un niño beba o coma productos con alto valor nutricional, lo enfurece, hasta el punto que el Torquemada que lleva dentro lo hace ley y la Inquisición reverdece. Por esta razón (salvo la del amor, «ama a tu prójimo como a ti mismo») ninguna ley me parece justa, aunque alguna sea necesaria, y es que en realidad toda ley humana es un mordisco de escualo totalitario a la libertad, esa doncella siempre vulnerada y difícilmente bien amada, pero de la que todos hablan y a la que, cuando falta, todos desean. ¡Oh Dios!, ser niño hoy, como ser persona, es muy difícil: el Gran Hermano (el Estado) es un terrible legislador que te lo impide; tú haces bien en ser sólo Dios, de otro modo sufrirías mucho –es un modo de decir–, como yo, a veces. Veo a Dios, Diario, como a un niño, lamentándose conmigo, y riendo, divertido, con los niños (17:55:07).

jueves, 28 de julio de 2022

28 de julio de 2022. Jueves.
OJOS LLOROSOS DE DIOS

¿Mira Dios desde esos ojos? Quizá, sí. F: Manos Unidas

-Sin retórica, he de decir que esta mañana se me ha aparecido un niño con Dios en los ojos, ¿o eran los mismos ojos de Dios? Era un niño africano, con ojos de hambruna (¿u ojos de Dios pidiendo amor en una foto con niño?); ojos, en todo caso, donde la luz (según el salmo) nos debiera hacer ver la luz, la luz que deslumbra en la justicia, y ciega sin cegar, porque, al fin, te deja ver. ¿O no hay luz por potente que sea que nos haga ver la luz, digamos de la dignidad? No ver en la luz de estos ojos (de niño con Dios mirando) es como tener el corazón todo hundido en la pocilga del egoísmo, y andar en los límites donde ya no hay corazón sino afueras, y donde la ternura no cabe porque la tal víscera petrificada ya no es corazón sino arrabal desnaturalizado, con alimañas y hedor, y angustias en forma de gritos de murciélagos, que hielan. Se trata de un corazón para la ceguera, donde los fantasmas visten no con sábanas blancas sino de negro, y no asustan porque el corazón –con sus fantasmas negros– es la misma noche, y, en la noche, los fantasmas de negro, con sus sombras de muerte a cuestas, se difuminan, aunque quede la muerte. Esta mañana, en una revista, se me ha aparecido un niño con ojos prestados por Dios, ojos de Dios teñidos de hambre somalí, africana, mundial. ¡Qué mirar más terrible el de ese niño mirando con los ojos hambrientos y llorosos, y suplicantes de Dios! Dios, Diario, es súplica en los ojos de cualquier niño que mira desde la herida del hambre, desde la herida hecha a Dios por el mundo de la injustica, de la indiferencia, de la pereza espiritual (18:34:10).

miércoles, 27 de julio de 2022

27 de julio de 2022. Miércoles.
LAS ARMAS DE LA JUSTICIA

¿En qué lado está la belleza, a derecha o a izquierda? Torre de la Horadada.

-Nunca me han interesado las armas, a no ser las armas de las que habla San Pablo en su segunda carta a los de Corinto. Las armas de la justicia. Y las pone tanto en la derecha como en la izquierda. En una exhortación a la santidad, escribe: «Con la derecha y la izquierda empuñamos las armas de la justicia». Lo importante no es el lugar o la forma, sino la justicia. Estar a la derecha o a la izquierda es pura circunstancia. El corazón, con su sangre, riega todo el cuerpo: da vida en toda dirección, sin detenerse en ver por qué lado o arteria va su sangre. El corazón, como la justicia, es ciego, y bombea la vida sin más, haciendo que llegue allí donde es visión o rubor, o dedo para el anillo nupcial, o cerebro para un mal o buen pensamiento. El corazón recicla vida y, libre de cualquier prejuicio, la da de color rojo en los hematíes y blanco en los leucocitos. ¿Más justa la izquierda que la derecha? ¿Quién lo dice? ¿Y el que está en las nubes es justo, y el que queda en el quehacer del vivir de cada día es injusto? ¿O viceversa? ¿O el que no sabe orientarse y, sin embargo, vive la justicia? ¿Lleva marca la moneda que alguien deja en la mano del pobre? ¿O el pobre que comparte con otro la moneda que recibe? Diario, sólo sé que la justicia es la Verdad, porque, al fin, careciendo como carece de color, se erige en el amor, que es la Vida de Dios, y de cualquier persona de bien (17:41:02).

martes, 26 de julio de 2022

26 de julio de 2022. Martes.
LOS ABUELOS DE JESÚS

Los abuelos con Jesús, en Nazaret. F: Googel

-San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesús. Los evangelios no hablan de ellos, solo el apócrifo llamado de la Natividad de la Virgen María, y algún otro. Poco se sabe de Ana y de Joaquín; pero quizá lo más entrañable y conmovedor sea el hecho de que fueron abuelos de Jesús. Abuelos, o «el juguete vivo de los nietos.» El buen abuelo deja de ser él para hacerse juguete, broma, alegría de los más pequeños de la casa. Cuando un abuelo levanta al nieto, casi sin fuerzas ya, por encima de su cabeza, está alzando todos los sueños de su vida, que desearía que se hicieran realidad en el nuevo ser al que ama y dedica su tiempo. Jesús tuvo abuelos, como tú, como yo. Yo no conocí a mis abuelos, pero me imagino cómo serían, pues me conozco a mí que soy solo tito-abuelo, y sé cómo me comporto con mi sobrina-nieta, Candela. A veces damos de lado a lo viejo, a lo añoso, y lo dejamos para que lo gusten en todo caso los arqueólogos, sin darnos cuenta de que los abuelos son «niños pequeños antiguos», que les gusta la travesura y la broma, y la bulla, y comer chucherías mientas se parten de risa con un chiste malo o travieso de sus nietos. Con San Joaquín y Santa Ana, me viene al lugar donde guardo la ternura, el imaginarme a Jesús en brazos de su abuela o de su abuelo. Las risas de Jesús, niño, y la celebración de estas risas –rosas– por parte de sus abuelos, serían, Diario, una fiesta de amor, en la que Jesús se iría formando para ser luego, de mayor, ejemplo de todo Amor (12:15:39).

lunes, 25 de julio de 2022

25 de julio de 2022. Lunes.
¡HOLA, SEÑOR SANTIAGO!

Catedral de Santiago, Compostela. Galicia.

-En España hablar hoy de Dios es ponerse en el filo de la espada de la desconsideración y las fobias. Pues ha sucedido que hoy en Santiago, en la Galicia de los campos de estrellas y meigas, y de los bosques animados, y de costas de muerte, se pidió al Santo (al Señor Santiago) «ayuda para superar la dificultades que afectan a la vida colectiva». Y no está mal, por pedir que no quede. Pero ¿qué pasa si para los que se pide no quieren recibir? Si bajo la lluvia yo quiero mojarme y llevo paraguas, ¿qué hace la lluvia conmigo, sino llorar (o reír) sobre el paraguas, sin más? ¿Cuánta laicidad y ateísmo, y medio-ateísmo (o sea: agnosticismo), y descreimiento y fe folclórica, y fiestas de santo bailado, y evangelio trucado, hay en este país para el que se pide la protección del santo Santiago? Y no entiendo en este ambiente de progresismo postmoderno, de kale borroka religiosa, de tirar cada vez piedras más gruesas contra el estanque eclesial, ¿cómo se puede pedir a un Santo (que es santo y no economista), que eche una mano para solucionar la crisis económica? Pues, sí: ya me veo a Santiago echando cuentas para sacar de apuros a los ministros/as del ramo, del ramo de crear paro. Y se le pide, además, al Santo que «ilumine» a los políticos. ¿Dónde y con qué? ¿Dejarse iluminar un político? ¿Con la luz gloriosa de la ideológica, o la otra, sabia, de aldea y de andar por casa del sentido común? ¿Qué espíritu les valdrá: el comunista de Marx y Lenin o el liberal de Jeremy Bentham y de Pareto? ¿Qué luz se pide para los políticos: luz lírica, social, evangélica, la tenebrista de Caravaggio, o la plana de Velázquez? ¿Por qué en vez de luz para los políticos, Diario, no se ha pedido políticos con luz o con tres dedos de frente, que es más práctico y no tan de ritual y vacuo? Políticos con tres dedos de frente y llenos de ideas revoloteando por ahí, por la frente, y dejándolas caer en el suelo patrio, para que broten “ideas nuevas” con «frutos nuevos», como un desierto bíblico florecido, frutal  (17:55:03).

domingo, 24 de julio de 2022

24 de julio de 2022. Domingo.
EL TINGLADO DEL IDIOMA

Leyendo el cielo, en noche de luna. Torre de la Hoaradada. Alicante.

-Es frecuente que ocurra con los niños, se suben al tinglado del diccionario y suelen andar por las palabras como el pianista por las teclas del piano. Una a una primero, y luego, según crecen y si se les cultiva en la Gramática, juntándolas y a más velocidad. El piano, otro tinglado como la tristeza o el tiempo. Al principio el niño habla medias palabras, poniendo el acento en los finales («arco» por barco, o «vión» por avión), para luego ir completándolas hasta decir «libro» o «cantinela», o «estoy triste», cuando dejan la niñez y se meten en la vida, el otro tinglado (o aventura), complicado, pero maravilloso. Al perro lo llaman «gua-guau» y «¡muuu!» a la vaca; les van las úes. Cuando intentan meter miedo, ponen la boca en forma de túnel y hacen: «¡Uuuu!». Así suena más a caverna, y causa más pavor, en primer lugar a ellos mismos. Ellos se causan susto para asustar a los demás. Eso, sí, apenas saben decir «tú» o «tuyo», les va más el «mío», que es arma empleada para alejar miedos. Decir «mío» es como encerrarte en un castillo con altas almenas y torres del homenaje. El «mío» es palabra defensiva, mientras el «tú» o el «tuyo» es como abrir el campo y olvidarse de ponerle puertas. Es lo que llamamos «amor», o para un creyente «Dios». En el «tú» o el «tuyo» picotean todos los pájaros, se dirá sin decírselo el niño. No ha habido socialismo, pues, que haya podido con el «mío» capitalista del niño, que empieza a balbucear palabras y a delatar ya, en ellas, sus sentimientos. Que al fin, las palabras, en su papel de celofán, no hacen otra cosa que esconder sentimientos, al modo como se esconde, en el niño, una persona mayor. Y esta reflexión, ¿por qué? Por Candela, que está aquí, y me ha traído estos recuerdos, de cuando decía «tente», por Vicente, o «abela», por abuela. Y, subida al tinglado del idioma, empezaba a andar por las palabras, como el pianista por el teclado del piano: una a una y asombrándose ella misma de las cosas que decía. Un milagro que ahora, con el tiempo pasado, Diario, añoro, y celebro (17:32:04).

sábado, 23 de julio de 2022

23 de julio de 2022, sábado.
LAS VÍSPERAS

Así amanecía hoy en Murcia. Calor intenso. Casa Sacerdotal. 

-Me gustan las vísperas del día que muere; sobre todo si son vísperas que anuncian un mañana con alba y luz. Aunque luego haya mañanas que deprimen y ponen en entredicho unas vísperas que presagiaban un día brillante. Ido el día de ayer, todo parecía que el de hoy no podía ser peor que el de ayer. El sol había soltado su ira de Zeus tronante y una suave brisa aligeraba la tarde de los afanes estivales. Todo había ido tan mal en el que iba convirtiéndose en día de ayer, que las vísperas parecían augurar un mañana más normal, más terco en vestirse de esperanza y de fe. Luz. Pero, no. Es irónico: el día de hoy ha sido peor que el de ayer. En cuanto a lo social: la pobreza es más pobreza y la riqueza, para un coto cerrado de unos pocos, más riqueza. Entre incendios, desmanes, mentiras, jueces sin leyes, mercados y sus mercaderes, déspotas de la ideología, políticos pusilánimes, líricos tertulianos de todo jaez, etcétera, el día no ha sido precisamente muy de alba y luz. Y más calor. En estas vísperas de hoy, sin embargo, me vuelve la esperanza: creo en la persona humana, en su capacidad de rectificación, en su instinto de dejar sueltos los sueños y que vuelen más allá del pesimismo; espero que mañana podamos vivir un día más humano, más justo, más reparador de la injusticia que el de hoy, y más llevadero en lo meteorológico. Yo, Diario, seguiré rezando, para que mis sueños se hagan realidad luminosa y no muera en mí la esperanza: o el otro pan –místico– que alimenta el espíritu y lo fortalece (18:06:27).