domingo, 24 de julio de 2022

24 de julio de 2022. Domingo.
EL TINGLADO DEL IDIOMA

Leyendo el cielo, en noche de luna. Torre de la Hoaradada. Alicante.

-Es frecuente que ocurra con los niños, se suben al tinglado del diccionario y suelen andar por las palabras como el pianista por las teclas del piano. Una a una primero, y luego, según crecen y si se les cultiva en la Gramática, juntándolas y a más velocidad. El piano, otro tinglado como la tristeza o el tiempo. Al principio el niño habla medias palabras, poniendo el acento en los finales («arco» por barco, o «vión» por avión), para luego ir completándolas hasta decir «libro» o «cantinela», o «estoy triste», cuando dejan la niñez y se meten en la vida, el otro tinglado (o aventura), complicado, pero maravilloso. Al perro lo llaman «gua-guau» y «¡muuu!» a la vaca; les van las úes. Cuando intentan meter miedo, ponen la boca en forma de túnel y hacen: «¡Uuuu!». Así suena más a caverna, y causa más pavor, en primer lugar a ellos mismos. Ellos se causan susto para asustar a los demás. Eso, sí, apenas saben decir «tú» o «tuyo», les va más el «mío», que es arma empleada para alejar miedos. Decir «mío» es como encerrarte en un castillo con altas almenas y torres del homenaje. El «mío» es palabra defensiva, mientras el «tú» o el «tuyo» es como abrir el campo y olvidarse de ponerle puertas. Es lo que llamamos «amor», o para un creyente «Dios». En el «tú» o el «tuyo» picotean todos los pájaros, se dirá sin decírselo el niño. No ha habido socialismo, pues, que haya podido con el «mío» capitalista del niño, que empieza a balbucear palabras y a delatar ya, en ellas, sus sentimientos. Que al fin, las palabras, en su papel de celofán, no hacen otra cosa que esconder sentimientos, al modo como se esconde, en el niño, una persona mayor. Y esta reflexión, ¿por qué? Por Candela, que está aquí, y me ha traído estos recuerdos, de cuando decía «tente», por Vicente, o «abela», por abuela. Y, subida al tinglado del idioma, empezaba a andar por las palabras, como el pianista por el teclado del piano: una a una y asombrándose ella misma de las cosas que decía. Un milagro que ahora, con el tiempo pasado, Diario, añoro, y celebro (17:32:04).

sábado, 23 de julio de 2022

23 de julio de 2022, sábado.
LAS VÍSPERAS

Así amanecía hoy en Murcia. Calor intenso. Casa Sacerdotal. 

-Me gustan las vísperas del día que muere; sobre todo si son vísperas que anuncian un mañana con alba y luz. Aunque luego haya mañanas que deprimen y ponen en entredicho unas vísperas que presagiaban un día brillante. Ido el día de ayer, todo parecía que el de hoy no podía ser peor que el de ayer. El sol había soltado su ira de Zeus tronante y una suave brisa aligeraba la tarde de los afanes estivales. Todo había ido tan mal en el que iba convirtiéndose en día de ayer, que las vísperas parecían augurar un mañana más normal, más terco en vestirse de esperanza y de fe. Luz. Pero, no. Es irónico: el día de hoy ha sido peor que el de ayer. En cuanto a lo social: la pobreza es más pobreza y la riqueza, para un coto cerrado de unos pocos, más riqueza. Entre incendios, desmanes, mentiras, jueces sin leyes, mercados y sus mercaderes, déspotas de la ideología, políticos pusilánimes, líricos tertulianos de todo jaez, etcétera, el día no ha sido precisamente muy de alba y luz. Y más calor. En estas vísperas de hoy, sin embargo, me vuelve la esperanza: creo en la persona humana, en su capacidad de rectificación, en su instinto de dejar sueltos los sueños y que vuelen más allá del pesimismo; espero que mañana podamos vivir un día más humano, más justo, más reparador de la injusticia que el de hoy, y más llevadero en lo meteorológico. Yo, Diario, seguiré rezando, para que mis sueños se hagan realidad luminosa y no muera en mí la esperanza: o el otro pan –místico– que alimenta el espíritu y lo fortalece (18:06:27).

viernes, 22 de julio de 2022

22 de julio de 2022. Viernes.
ERA DE MAGDALA

Tras las sombras, la Luz, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Se llamaba María y era de Magdala, un pueblecito junto al mar de Galilea. Desde el monte de las Bienaventuranzas se presiente a los lejos entre montañas. Allí nació María, la de Magdala o Magdalena. La llamaron así para distinguirla de otras Marías, como apodo, había tantas. Magdala también significa «cabello trenzado». María la del cabello trenzado. María era como un valle sin agua, que, de pronto, encuentra riego. Se convierte de pecadora en un jardín de amor. María Magdalena era como el mar, llena de vida y pasiones. Hasta que un día se vio tirada en el suelo, de rodillas, el pelo suelto y temblando, iba a ser apedreada, la habrían pillado en adulterio. A su alrededor todo eran miradas airadas, manos amenazadoras, crispadas de piedras. Pero hay alguien que la mira de otra manera, con un amor desinteresado, paciente, redentor. «Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra», oye decir tras de sí; vuelve la cabeza, y ve a Jesús, de pie, sereno, sin piedra en la mano, todo él revestido de piedad. Los que la rodean van dejando las piedras y, dándose la vuelta, dejan solos a Jesús y a María. Entonces ésta oye a Jesús que le dice: «Mujer, ¿dónde están? ¿Nadie te ha condenado?» Ella le contesta: «Nadie, Señor». Jesús le dice: «Tampoco yo te condeno. Vete, y, en adelante, no peques más.» Porque como dijo Benedicto XVI: «A Jesús no le interesaban las almas caídas sino las levantadas.» Y el Papa Francisco añade: «Los fariseos que llevan a la adúltera a Jesús tenían en su corazón la corrupción de la rigidez.» Eran duros, inflexibles, para los demás, quizá no tanto para ellos. Pero como dice el salmo 51: «Un corazón contrito y humillado, tú, Señor, no lo desprecias.» Y sobre todo, Diario, no desprecia el amor; un Dios que es Amor, atrae hacia sí todo lo que es amor (17:30:45).

jueves, 21 de julio de 2022

 

21 de julio de 2022. Jueves.
ANGUSTIA

Desde entonces, con la mano en el pecho. El Greco. F: Googel

-¿Qué hacer, si yo no quería? Me resistía, pero él insistió, emborronando, dando pinceladas aquí y allí: ahora el color rosa, luego el oro, el negro con el azul y el verde, y el blanco (que me rodea el cuello y me ahoga), hasta que, echándose hacia atrás, dijo el Greco, así le llamaban: « ¡Eso es!», y lo vi alejarse, feliz, todo él manchado de colores, con una gota de sudor en la frente y un brillo extraño en los ojos, y, cuando fui a gritar: «¡No me dejes aquí solo!», me vi atrapado en el cuadro, del que ahora, en el Museo del Prado, ya no puedo escapar. El Caballero de la mano en el pecho me llaman, y ni el juramento que me disponía hacer me dejó concluir. ¿Pero qué hacer si yo no quería? Quedar paralizado en un cuadro para siempre, terrible; menos mal, Diario, que Dios me conoce y para Él siempre estoy en movimiento, vivo; dice el salmo: «Todas mis sendas, Señor, te son familiares», y con este aval, no temo nada (18:44:52).

miércoles, 20 de julio de 2022

20 de julio de 2022. Miércoles.
VIVIR EL HOY

Como la flor en el jardín, viviendo el día a día. Torre de la Horadada.

-El mundo es más grande que lo que yo pueda ver, oír o sentir; reducir el mundo al que entra por la rendija de la pupila de mi ojo (hecho de miopías), o por el pasadizo del pabellón de mi oído (cascado ya), o el que noto en la latir de mis apreciaciones y juicios (o prejuicios), el latir de mi corazón, es subjetivismo puro (y duro), es decir, soberbia intelectual que degenera en egoísmos y en tiranías. Y este subjetivismo vale para la pintura o la poesía, para las artes, pero no para la gobernación de un país o para dar lecciones desde la prensa o ciertos libros (es un ejemplo) a nadie. Yo, niño, y al calor del desvelo y el amor de mi madre, viví la guerra civil: mi padre estaba en los frentes, peleando sin ser peleón, y defendiendo no sabía qué cosas, pues lo suyo era la albañilería, viví la posguerra y el hambre y viví eso que luego dieron en llamar franquismo, y la democracia, y aquí sigo: intentando recordar sólo para no volver a vivir, si es posible, lo que en esos periodos de tiempo sufrí viviendo. Aunque también reí entonces, y fui niño, y tuve juguetes, y padre y madre con dificultades, y libros, tuve muchos libros y estudios, y me bañé en la Piedra de la Virgen en el río, y corrí por los tejados de la iglesia, y, en esas distintas etapas de mi vida, fui feliz y lloré, con mis padres y mis hermanos, y con la gente con la que conviví, que también fueron felices y lloraron. ¿Es buena esta democracia?, quizá. ¿Y el franquismo?, tampoco. ¿Y por qué digo esto? Porque no me gusta reducir el mundo al que entra por la rendija de la pupila de mi ojo (hecho de miopías). La Historia no se escribe a golpe de talonario de soberbia y subjetivismos, sino a golpe de humildad y de autocrítica, y de libertad interior, sobre todo interior. ¿Por qué recurrir siempre a la memoria embarrada y egoísta, torpe y sugeridora de odios? Hay que intentar vivir el hoy, que es mío; pues el ayer, como dice la Escritura, ya no me pertenece. ¿Y el mañana? Inseguro, Diario; es decir, movedizo, pero sin olvidar a Dios, árbitro imparcial y amoroso, que nunca falla (18:13:49).

martes, 19 de julio de 2022

19 de julio de 2022. Martes.
PULPA GOLOSA

Decir lo que ves o sientes, grandeza. Torre de la Horadada. 

-Rezo y, a veces, lo hago distraído. Distraerse en la oración, es apartarse del significado de la palabra y hacerla sonido sólo, sin pulpa dentro, sin gajo. Trompetería, quizá. Te quedas con la vaina y tiras el grano. Trompetería de las gramíneas. La distracción en la plegaria es maltratar la palabra y casi llegar a ofender a quien va dirigida. Toda palabra, aparte de su encanto, tiene su dignidad. Salvo la palabra política (que es, en la mayoría de los casos, engañosa y versátil, y aun corrupta), toda palabra merece un respeto semántico y de identidad. Yo no puedo decir árbol y estar pensando en una avutarda, o viceversa. Decía que, a veces, me distraigo en el rezo. Siempre que rezo me esfuerzo por decir lo que digo, aunque haya ocasiones que del texto que leo me pase a las nubes y me deshile lluvia con ellas. El salmo 85 pide: «Inclina tu oído, Señor ». Es una oración como de niño que se siente desamparado, y que, elevándose sobre las puntas de sus pies, ruega desde su poca estatura: «¡Inclina tu oído!», dice; y me imagino al niño que en ese momento se sentiría el salmista estirar la cabeza y poner su plegaria a la altura del oído de Dios, para decirle su pobreza y que le protegiera. Es una oración perfecta: es la debilidad que se hace fortaleza en la confianza. «En lo débil soy fuerte», decía san Pablo. Hoy, Diario, he rezado y, por momentos, he podido con la distracción, logrando llenar las palabras de significado, de pulpa golosa, de Dios (17:48:07).

lunes, 18 de julio de 2022

18 de julio de 2022. Lunes.
DENTRO

Cosas y un gorrión, en el jardín. Torre de la Horadada. 

-Ya no sé qué hacer con Dios: lo veo en casi todo, hasta en el bosón de Higgs. Ver a Dios no es fácil; pero tampoco difícil. Si se ve en el bosón de Higgs, ¿por qué no verlo en el insecto que zumba, y que en la noche interpreta músicas sobre tu cabeza en su violín de una sola cuerda? A veces, incluso veo más a Dios en el no del ateo que en la inercia del creyente. El no del ateo puede ser consecuencia de una inquietud, de un desvelo del espíritu que busca. No así la flojedad o tibieza del que, dejándose llevar, dice creer. Con Giordano Bruno (s. XVI) podría decir que en todo se me aparece Dios. Él afirma en la Cena de las Cenizas (citada por Borges), que el mundo es un efecto infinito de una causa infinita y que la divinidad está cerca. Tanto, asegura, que «está dentro de nosotros más aún de lo que nosotros mismos estamos dentro de nosotros». Dios, como el reino del que habló Cristo, dentro de nosotros. Y si está dentro de uno mismo, no hay más que abrir los ojos y dejar que se manifieste en las cosas. San Francisco pudo ver a Dios en cada cosa (y cantarlas como hermanas), porque vivía de Dios y en Dios, y así, a través de Dios, veía y celebraba las cosas de este mundo. Veía todo con los ojos de una fe profunda y en todo se le aparecía Dios. No que todo fuera Dios, sino que en todo se le aparecía Dios. Y al ver a Dios en todo, pudo cantarlo y hacerlo presencia en su vida, como en un sacramento. Por el sol, por la luna y las estrellas, por el viento y la nube, por el fuego y la madre tierra, decía, loado seas, mi Señor. Por eso, Diario, no me importa ver a Dios en todo, hasta en el bosón de Higgs, y sentirlo…alguna vez (18:07:27).

sábado, 16 de julio de 2022

16 de julio de 2022. Sábado.
ESTRELLA Y JARDÍN

María, en el jardín de Dios. Fachada de la catedral de Murcia. 

-Hoy, sábado, el mes se ha partido en dos: y ya hay un día más (o menos) para el final del verano, y del veraneo. Como un tejado a dos aguas, el mes ha estado ascendiendo unos días (15) y ya está bajando: el 16 ya es caída cuesta abajo de los días del mes. En muchos lugares, especialmente marinos (Lo Pagán, por ejemplo), la Virgen andará sobre las aguas del mar, embarcada; y los fieles y las gaviotas, arriba, y los peces, abajo, la celebrarán como «estrella del mar» y «jardín de Dios»; «estrella» y «jardín», dos modos de llamar a María, la Virgen: mar y tierra, o abismo y paisaje, donde es intercesión. A María se la llama así y vuelve la cabeza, porque en estos nombres se reconoce, y en ellos es y está. Si vas por el mar y dices: «¡Estrella!», la Virgen te escucha y acude en tu ayuda, iluminándote; si dices: «jardín», ella y Dios se te aparecen a la vez, porque Dios anda siempre por su jardín, que es María, y te auxilian. Y no es que sueñe; es que creo. María, estrella del mar, también del de la vida, y jardín de Dios y del ser humano que va con Dios; o sea, de la Iglesia toda, en la que crecen el trigo y la cizaña, pero que con María es jardín de Dios. En la Iglesia, Diario, se está con María, que es el jardín, y con Dios, que lo habita, recreándose en él, al tiempo que deleita a quien lo visita (17:38:47).

viernes, 15 de julio de 2022

 

15 de julio de 2022. Viernes.
DESDE OLIVO HASTA “JARDÍN DE DIOS”: KARMEL.

Virgen del Carmen, San Pedro del Pinatar, Murcia. F: Googel

-Los nombres de María (la Virgen) son en su conjunto un libro extensísimo de poemas; un epitome de la belleza de las palabras, aplicadas a un ser humano, a una mujer en este caso. A la Virgen se la llama desde Olivo hasta Karmel o «jardín de Dios»; «jardín», palabra que a su vez significa agua, floresta, vuelo de aves, brisa aromada, cielo, susurros de hojas, colores, zureo de palomas, y el amor; el amor discreto y enamorado, el que se hace más que nada con suspiros y miradas, y algún que otro poema que, con la luna como testigo, se escapa de la boca, porque el jardín también es palabra. Y «de Dios», jardín de Dios, o lugar de recreo de Dios; Dios se deleita, se goza, en aquel Jardín que ha elegido para su complacencia, y en el que se hará hombre, persona humana, se hará carne que acampará donde el hombre, la tienda de Dios junto a la tienda de los hombres. Dios anda por el jardín (Karmel) que es María. María, por su parte, es un regalo de nombres, para el poeta que es Dios; nosotros, los humanos, la llamamos con un nombre y Dios lo entiende, porque en María, Diario, ha escrito todos los poemas y ha dicho todas las palabras. Dios la llama «la llena de Gracia» y nosotros los humanos, con el gozo en los ojos, lo entendemos y lo celebramos (17:57:08).

jueves, 14 de julio de 2022

14 de julio de 2022. Jueves. 
SUEÑOS DE TÓRTOLAS Y JAZMINES

Niño en la escuela de Navillo, Molina  de Segura. Murcia. F: Ecolar

-Recuerdo de niño cuando, al salir de la escuela, se me aparecía el circo en la Plaza Vieja (en el circo todo vuela, aun las torpes cabriolas insignes del payaso); con el circo, se me renovaba la risa y se me poblaban los ojos de niñez; los ojos de aquellos tiempos llenos de trapecistas y estrellas, y gatos perseguidos y escurridizos en la calle Honda, en Molina de Segura, años cuarenta del siglo pasado. Antes del nacimiento, el niño vive en la paz del líquido amniótico del vientre materno, en el que solo se le ve moverse como suspendido; luego –todavía niño– vive en la paz del llanto, llanto cobijado y amansado en el regazo caliente y tierno de la madre. Posteriormente, fenece el niño (y el circo), y ya hombre (lo que sigue al niño con su desgracia y ensoñaciones a cuestas) toma posesión de él la incertidumbre moral y trascendente; ya no hay hombre, hay perplejidad (dilema, dudas), sin circo. Y en la vejez, vuelven el circo y el niño; el bastón es suplencia del regazo de la madre, frío esta vez; pues, ida la madre, fallecida la ternura, nada cobija ni consuela ya al hijo. En el recuerdo, sonrío con el circo, pero, como le ocurre al soldado, entre sombras de lágrimas, adivino la victoria, cuando siento cercana la muerte. Ayer me dormí soñando sueños de tórtolas y jazmines, pedaleo de niño en bicicleta, y recitando el credo de la misa en latín. Ayer, Diario, me dormí soñando mi niñez (18:27:46).

miércoles, 13 de julio de 2022


13
de julio de 2022. Miércoles.
LAS MIRADAS 

Los cuadros miran, sin pestañear. Torre de la Horadada. Alicante.
                  
-No es lo mismo vivir (pasar la vida) en un museo que en una biblioteca: en la biblioteca reina el silencio, en el museo, las miradas; no las miradas del que contempla el cuadro o la estatua, sino las miradas que saltan desde el cuadro y la escultura y te siguen hasta que abandonas el museo. Son miradas vacías, neutras, pero, por eso mismo, inquietantes; miran desde la insensibilidad y asustan como una gota fría de agua caída en el rostro cuando duermes. He hablado de reinar; pero lo de reinar es una hipérbole, porque en uno y otro lugar –la biblioteca o el museo– lo que prevalece de verdad es la aguja del reloj del tiempo parada para siempre en cada libro y en cada objeto del museo. Todo es una estación de ferrocarril con el reloj, y los viajeros, y el humo de la máquina parados. Todo a punto de moverse, pero sin hacerlo. En el museo y en la biblioteca, todo parado, salvo el fluir de los pasos del conserje –pasos cansados–, cuando limpia o coloca esto aquí y allá lo otro; distraído, sin embargo, de lo que pueda ocurrir a su espalda. El conserje de museo no va a mirar, sino a que lo miren; lo miran los ojos de los cuadros y las estatuas, pero, como Dios a Elías en el Horeb, sólo deja que contemplen su espalda, nunca el rostro. El conserje de museo va y viene con la mirada baja y jamás nadie lo ve si ríe o llora; nadie, Diario, solo su pañuelo, cuando se suena o limpia sus ojos con él (17:51:20).

lunes, 11 de julio de 2022

11 de julio de 2022. Lunes.
HASTA DAR CON EL DIOS AMOR

La pequeña inmensidad del mar. Torre de la Horadada. Alicante.

-Digo Utopía –o Expectación, según San Agustín–, y en la palabra misma se me ponen alegres las ideas y la forma en que hoy he de ordenar y deletrear u ordenar mi vida: vivir con un anhelo de ensoñación y de ir un poco más allá de la realidad cotidiana, o donde se dan cita la vanguardia y la poesía, o la hermosa insensatez del idealismo. Sin vanguardia y poesía no hay novedad ni futuro; ni vida más allá de la vida. Todo lo que llamamos «Trascendencia» no es más que vanguardia y poesía, aquello que aventaja al hombre y lo acerca a lo ideal que es Dios. Dios es lo que la razón no puede explicar, pero sí la Expectación (la Utopía), que se halla  hasta en los libros sagrados. «Dios es amor», y la vanguardia y la poesía se dan cita en San Juan, que recoge el sentir de la filosofía y la teología de todos los tiempos, ambas provenientes del más allá de la razón humana. Desde Tales de Mileto a San Juan, hay un largo recorrido de dioses y Dios. En el Amor (Dios) todo es vanguardia y poesía; es decir, Utopía sacra y real, con existencia más allá de la razón. Se ama, sin dar razones; y, de igual modo, se deja de amar; la razón sólo está para la especulación, y el amor, a no ser que no lo sea, no especula. Cuando se hacían silogismos para demostrar la existencia de Dios, Dios se reía; lo mismo que ahora que, desde la física (u otras ciencias), se pretende negar su existencia; ni el silogismo ni la física han amado jamás, por lo que no pueden ser vehículos de prueba o negación de la existencia de Dios. En el Amor, Diario, Dios existe como Utopía o Expectación postrera y existencial del hombre, como vanguardia y poesía, como Futuro (18:40:48).

domingo, 10 de julio de 2022

10 de julio de 2022. Domingo.
EL TRIGO Y LA PALABRA

Palabras florecinedo, en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante.

-Si las palabras fueran trigo… Plantar palabras y que, al cabo de un tiempo de lluvias, sol, viento, y aun de pedrisco; es decir, de arrebatos y bonanzas, de fe, se lograra la cosecha. En campos abiertos, plantar palabras, y que nacieran espiga y pan. Si siembras palabras, nace una novela, o un poema, o un ripio, o un ensayo de insufrible sabiduría, o una greguería de Gómez de la Serna (humorismo+metáfora: «¡Qué tragedia! Envejecían sus manos y no envejecían sus sortijas», escribió); o un don Alonso Quijano soñador y un Sancho realista, y Cervantes, como narrador de ese oxímoron bellísimo, universal; o un Quevedo camorrista, barroco y sublime, o un Homero que odisea (narra) épicamente Odiseas con un Ulises trotamundos que cae, al fin, en brazos de Penélope, tejedora de mentiras y amante que siempre espera; o un Shakespeare con un Hamlet filosofando… Plantar palabras; pero nunca de políticos. Las palabras de los políticos son como la cizaña, crece entre los trigos, y, molida, es desagradable al paladar. Plantar palabras, pero que, desde la verdad y la humildad, sean el trigo recogido, amasado y bien horneado; es decir: algo tan sencillo y lírico como un trozo de pan –texto– recién sacado del horno, que se pueda masticar y saborear, y, mirando al infinito, dar gracias. (17:51:00).

sábado, 9 de julio de 2022

 

9 de julio de 2022. Sábado.
CANDELA EN CASA

Belleza y luz, en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante.

-Hemos acordado las Letras, la Literatura, el Idioma, la Gramática, con la Sintaxis, la Ortografía, la Prosodia y yo, no escribir hoy más de lo que ya está escrito. Salvo decir que Candela ha dado el salto desde Gran Canaria a la Península y ya está aquí, musical, luz, lírica, una gota de mar, matemática, poética de Aristóteles, y con atisbos de rebeldía: o sea, que dice sí y dice no, y ríe y se enfada, y unas veces hace lo que le mandan y otras, no, o lo que es lo mismo: empieza a ser Candela, con personalidad propia y un algo de ave que la hacen intentar vuelos cada vez más imaginativos y más suyos, y que partirán, libres, hasta el más allá que su juicio y su sabiduría le aconsejen. Ah, su juicio, su sabiduría, y Dios, que sigue sus pasos, para que no pise donde no debe, no se vaya a enredar en malas hierbas o a enfangar en lodos mal olientes y siniestros, y quede herida. He pensado, Diario, aquello de los Cursillos de Cristiandad que Candela se ha apropiado: «Dios y yo, mayoría aplastante» Que así sea, Candela, bienvenida a tu casa de Murcia, donde vivirás feliz y darás alegrías, como los lirios del campo (10:25:30).

viernes, 8 de julio de 2022

8 de julio de 2022. Jueves.
FE EN LAS COSAS, LAS RELIQUIAS

Con fe, una luz es alabanza; sin fe, nada. Núremberg. Alemania.

-La rebeldía ante la fe. Y me planteo qué significa creer. A veces, la fe diluida es causa de pérdidas de fe. Me refiero a las reliquias: hay tantas y tan variopintas. Creer en reliquias es un modo de fe, descafeinada. En este caso, se está creyendo en algo, no en Alguien. Y esto no es fe, es distracción de la fe; y distraer la fe, es un modo de no tener fe o desviar la fe hacia lo que nunca debiera ser objeto de fe. Yo puedo venerar una imagen por lo que significa, por lo que simboliza, pero nunca por sí misma. Me gusta y celebro, por ejemplo, la poética de la múltiple onomástica e imaginería sobre la Virgen María, pero sólo si eso me lleva al Alguien de quien todo proviene. Ella, la Virgen, es gracia porque se la ha dado su Hijo, el dador de toda gracia. La superstición es tener fe en las cosas, dándole a éstas categoría divina. Los intermedios sólo valen para ir dejando en sus esquinas o filos los desafíos de la duda. Dios es un ser imaginativo (pensó e hizo la creación toda, además del bosón de Higgs), pero no le gusta ni se deja imaginar. Toda imagen (o imaginación) de él es subjetiva y por tanto postiza, y no se puede adorar esa imagen, en todo caso respetarla, venerarla. A veces, hay rebeldía contra la fe, porque se desvía el objeto de la misma: se dice tener fe en «algo» que no es el Alguien, el Señor, y ese estilo de fe, que no lo es, confunde a los no creyentes. Se trata, Diario, de poder llegar a decir: «Creo en ti», deteniéndose en el amor al Ti sin más, que es el Todo (11:09:39).

miércoles, 6 de julio de 2022

6 de julio de 2022. Miércoles.
ALABANZA QUE VUELA

Gorrión en el baño, en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante.

-No cede el calor; días tórridos, aunque amanezcan nublados. Ni los pájaros se atreven. En todo caso, un gorrión, más aguerrido, deja su canto prendido en el fuego del medio día. Quizá ande tejiendo un salmo de alabanza y no lo sepamos. Los salmos, que se escriben con música y palabras, y corazón –son poemas–, tal vez tengan otro modo de ser himno en boca de un pájaro. El gorrión picotea el canto y lo hace percusión, síncopa. Su lenguaje es silábico. No crea melodía, sólo percute para sentirse gorrión y vida creada: alabanza que vuela. La Biblia anima: «Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo». El gorrión obedece y bate palmas con chasquidos de su lengua. El percutir de su canto es su loa al Señor, a la que me he unido, Diario, a la hora de sexta, para batir palmas con él que también son síncopa, lenguaje silábico, con ritmo (12:38:27).

martes, 5 de julio de 2022

5 de julio de 2022. Martes.
TONTOS DE CAPIROTE

Pensando qué hacer, un pensador. El Roto. El País

-En este día de cielo de color botijo, arcilloso, descubro que en Israel y en tiempos de Jesucristo, los oficialmente sabios, fariseos, escribas, doctores de la ley, rabinos en general, solían decir: «Un ignorante no puede evitar el pecado y un hombre del campo no puede ser de Dios». Eran las élites; es decir, “las minorías selectas y retadoras” de Israel, como dice el Diccionario de la Lengua. Minorías que denotan, sin embargo, ignorancias supinas, pues nunca la ignorancia puede acceder ni a la virtud ni al error (pecado); la ignorancia es vacío, un no ser sin nada. Y un no ser nunca puede dar lugar ni siquiera a una negación, que también es un no ser, no sería. Es más: el ignorante no sólo no podría evitar el pecado, sino que, por la misma razón, tampoco practicar la virtud. Pues serían virtud y pecado a un tiempo, y en ambos casos sin responsabilidad alguna. Decían además estas elites que «un hombre del campo no puede ser de Dios»; lo que nos lleva a pensar que un hombre de la ciudad, sí. Cuando un hombre del campo tiene más a la mano la obra de Dios: anda y al paso se va dando de bruces con las florecillas brotadas, con el fruto que pende del árbol, con la lluvia beneficiosa que, si la miras desde abajo, humedece los labios y queda oscilante en los párpados. En lo que ve y toca, y vive, el campesino sospecha, intuye, la presencia de Dios. Espinoza, filósofo, así lo percibía. Estas minorías selectas son además minorías seleccionadas por sí mismas, son la selección de su propia estupidez, ilustrada. Nadie sino ellos mismos ha tenido el mal gusto de elegirse ilustres; en sus tarjetas de visita pondrían: sabio, elite, liliputiense excelso, intelectual excluyente, qué bien me veo en el espejo. Son tontos de capirote, Diario. Son el hazme reír de sí mismos, su chiste gráfico, su viñeta demoledora (17:56:48).

lunes, 4 de julio de 2022

4 de julio de 2022. Lunes.
LA PARTÍCULA DE DIOS

La partícula de Dios, o el bosón de Higgs. F: Googel

-Hoy hace diez años, hubo un descubrimiento vital para la ciencia, el bosón de Higgs. Y es que la partícula es el comienzo de todo, como la idea. Una partícula estalla, deflagra, y es el Big Bang ¡Pum! Todo se expande, sin llegar a la velocidad de la luz (y menos a la del pensamiento), pero a una velocidad desatada e incontenible, casi libidinosa, que huye. Se abre. Tan importantes son las partículas, que sin ellas no habría materia ni tal vez lenguaje. (Las partículas gramaticales: la vocal, la coma, la consonante, la pausa…). Las partículas elementales, sin embargo, son tan pequeñas, que sólo el ojo de Dios las puede ver, y, si le dan tiempo, la física cuántica; por esta razón todo científico que se precie va a la caza del bosón de Higgs, que está pero no se percibe, y al que han dado en llamar «la partícula de Dios». Partícula invisible o esquiva donde las haya. Aunque acorralado ya, el bosón de Higgs parece haber sido encontrado «en las desintegraciones posteriores a una colisión de hadrones», otras partículas. Es decir, la partida se juega entre partículas. «Gracias, naturaleza», dicen que exclamó Fabiola Gianotti, tras confirmar el hallazgo de la nueva partícula. Sin el bosón de Higgs y su campo magnético ninguna de las otras partículas (protones, neutrones, electrones) tendría masa. (Masa: la cantidad de partículas que tiene un objeto).La llamaban «la partícula de Dios» porque es la pieza que les faltaba a los científicos para acabar de componer el puzle de la estructura de la materia subatómica. Inmiscuirse en lo pequeño, para explicar la inmensidad. Dios, pues, en el bosón de Higgs, o «partícula de Dios». Es como haber encontrado la «idea» que dio origen a la catedral, al espacio, a la hormiga que se mueve laboriosa. Haberse topado con esta partícula es un paso más en «la explicación de cómo Dios hizo el universo», dijo, hace dos décadas, el científico Leon Lederman. Bienvenido sea el bosón de Higgs, Diario, con sus horizontes científicos tan dinámicos y extendidos, y esclarecedores, en el que Dios está (12:15:34).

domingo, 3 de julio de 2022

de julio de 2022. Domingo.                 
LA PAZ, ESTÉTICA DEL ACORDE

.La paz, en el jardín. Torre de la Horadada. Alicante

-Esta mañana, al rezar, leo en Laudes: «Cuando entréis en una casa, decid “Paz”. Y descansará sobre ella vuestra paz.» La paz, ese don en el que no hay conflictos, sino armonía, no luz cegadora, sino claridad, una mano amiga y no una mirada feroz, en la que anidan los silencios del odio. «Cuando entréis en una casa», dice Jesús. Es decir, nos invita a entrar en la casa del vecino, para ofrecerle el regalo de la paz. Con un beso, con un abrazo, con una mirada, sin más. Una mirada pacífica puede irradiar paz, que es el amor sin aristas. Pero, si damos paz, que sea nuestra paz, de la que vivimos y nos avituallamos interiormente, la que, con nuestra sangre, riega nuestro corazón. O la paz que, aun sin palabras, alimenta nuestras vidas, y habla en nuestros ojos, y en nuestras manos, y se viste de sonrisa o  de dolor compartidos, pero con la delicadeza de la gota de agua que cae en la tierra y la riega sin herirla. «Cuando entréis en una casa, decid “Paz”. Y vuestra paz descansará en ella», dice el Señor. En el veinticinco aniversario de la muerte de Miguel Ángel Blanco, Diario, ruego porque podamos decir “Paz” y que nuestra paz –la nuestra– venza a cualquier sentimiento de odio, de venganza, de ira, y se haga la armonía, la estética del acorde, del amor compartido, y Dios, en la paz, nos habitará (18:32:54).

sábado, 2 de julio de 2022

 2 de julio de 2022. Sábado.
EL LIBRO Y EL SOLITARIO, O LA SOLEDAD ACOMPAÑADA

Un libro puede señalar caminos, sin forzar. F: FotVi

-Al libro se le redime de su soledad con la lectura, como al ser solitario lo redime una mirada amiga; hoy he seguido a un solitario con un libro bajo el brazo, los rodeaba a ambos el silencio. «El libro y el solitario, o la soledad acompañada», me he dicho. Ambos, el libro y el solitario se acompañan de soledad, y del silencio que los aboveda, que los hurta del ruido, donde existen los afectos; el uno, libro, el otro, persona, ambos sensibles a una mirada amiga, si los acompaña la soledad. Seguir a un solitario con un libro es irse a la soledad con ellos, para llenarla, si se complementan entre ellos. El libro, como el solitario, anhela una mirada cómplice, mirada que el solitario puede prestar al libro y que el libro puede devolver al solitario en forma de palabras que, aunque no tengan voz y carezcan de ojos, son, sin embargo, decir y mirar, y embeleso. No hay nada como el mirar de la página de un libro cuando se la está leyendo; mirar que puede llevarte a la emoción y convertirte en cómplice de su piedad o impiedad, de su risa o de su drama, de su humor o de su utopía, haciéndolo todo amor. Todo. De este modo, el solitario mira al libro y el libro, a su vez, mira al solitario, y, en la lectura (en esta visión mutua), ambos se realizan y se encuentran; y, así, diciéndose cosas, sus cosas, intimidades suyas, y aun poniendo alguna lágrima de por medio, ambos llegan a darse compañía, y, al fin, Diario, a enamorarse. Dios también está en los libros (17:36:12).