jueves, 14 de julio de 2022

14 de julio de 2022. Jueves. 
SUEÑOS DE TÓRTOLAS Y JAZMINES

Niño en la escuela de Navillo, Molina  de Segura. Murcia. F: Ecolar

-Recuerdo de niño cuando, al salir de la escuela, se me aparecía el circo en la Plaza Vieja (en el circo todo vuela, aun las torpes cabriolas insignes del payaso); con el circo, se me renovaba la risa y se me poblaban los ojos de niñez; los ojos de aquellos tiempos llenos de trapecistas y estrellas, y gatos perseguidos y escurridizos en la calle Honda, en Molina de Segura, años cuarenta del siglo pasado. Antes del nacimiento, el niño vive en la paz del líquido amniótico del vientre materno, en el que solo se le ve moverse como suspendido; luego –todavía niño– vive en la paz del llanto, llanto cobijado y amansado en el regazo caliente y tierno de la madre. Posteriormente, fenece el niño (y el circo), y ya hombre (lo que sigue al niño con su desgracia y ensoñaciones a cuestas) toma posesión de él la incertidumbre moral y trascendente; ya no hay hombre, hay perplejidad (dilema, dudas), sin circo. Y en la vejez, vuelven el circo y el niño; el bastón es suplencia del regazo de la madre, frío esta vez; pues, ida la madre, fallecida la ternura, nada cobija ni consuela ya al hijo. En el recuerdo, sonrío con el circo, pero, como le ocurre al soldado, entre sombras de lágrimas, adivino la victoria, cuando siento cercana la muerte. Ayer me dormí soñando sueños de tórtolas y jazmines, pedaleo de niño en bicicleta, y recitando el credo de la misa en latín. Ayer, Diario, me dormí soñando mi niñez (18:27:46).

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