7 de marzo de 2019. Jueves.
TRAS LA PANCARTA
Cara de sonrisa, con Mafalda. |
-Ya estamos a un
lado de la ceniza, o al otro lado de la ceremonia, en el día más allá del borrón
en la frente. Del borrón de ceniza en la frente y cuenta nueva. Eliminado el
borrón, empiezo a escribir, con tinta de vejez, la nueva página de mi vida, bella
y atenta, y, sin embargo, un tanto alicaída. Mañana, día de la mujer, pero sin
la mujer. O con la ideología como bandera. No la bandera del trabajo y el amor,
sino la del jolgorio –o locura–, y la de la consigna furibunda y arrojadiza. El
odio se masticará en la consigna. La rabia gritará tras la pancarta. ¿O no? ¿Será
todo pacífico, festivo, sin mordeduras feministas? ¡Ay, el feminismo sin
control! O la lucha de clases traspasada
al enfrentamiento contra el hombre, el nuevo patrón al que perseguir y derribar
de su estatua de prepotencia y dominio. ¿Irían nuestras madres mañana a la huelga?
Quizá sí y quizá no: con lo que no comulgarían, Diario, sería con la manipulación
del odio y la pancarta demoledora, con el grito desgarrador, y el puño en alto,
sin una apertura en la mano a la esperanza (19:06:48).
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